Edificio icónico

La Sagrada Família culminará las torres de los evangelistas en 2023

Los cuatro cimborrios serán los puntos más altos de la basílica tras el dedicado a la Virgen, terminado en diciembre, y el consagrado a Jesús, previsto para 2026

Natàlia Farré

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Tras un parón de visitas y por lo tanto de ingresos y, en consecuencia, de la construcción de la Sagrada Familia por efecto de la pandemia, el templo de Antoni Gaudí mira el futuro con cierto optimismo después de un 2022 en el que las cifras, todas, han dado un vuelco y se otea una cierta normalidad en el horizonte. Sus responsables aún no se atreven a dar la fecha de finalización total de la basílica, la de 2026 dejó de ser posible con el covid, pero sí han anunciado este jueves que en 2023 las cuatro torres de los evangelistas serán una realidad. A finales de este año, en diciembre, se culminarán las del lado norte, la de Lucas y la de Marcos, y para el próximo curso la previsión es acabar la de Juan y la de Mateo. 

También hay voluntad para la finalización de la torre de Jesús lo antes posible. "La ilusión es que se pueda coronar la cruz en el aniversario de la muerte de Antoni Gaudí y la celebración de Barcelona Capital Mundial de la Arquitectura", ha afirmado Jordi Faulí, arquitecto de la basílica, como ya hizo el año pasado. Eso significa que será a finales de 2025 o en 2026, de manera que la fecha señalada no podrá ser la del punto final de las obras como se quería pero sí habrá un hito importante a celebrar, no en vano el cimborrio en cuestión será el punto más alto del templo y de la ciudad, con permiso de la torre de comunicaciones de Collserola. Cuando esté acabado alcanzará los 172,5 metros de altura y contará con una cruz de 17 metros de cerámica blanca esmaltada en su cima. En la actualidad, la torre ha llegado a los 126 metros y la previsión es alcanzar los 154 a finales de 2023.

La simbología del tetramorfos

De los cimborrios en marcha dedicados a los evangelistas el más adelantado es el de Lucas, con 119 metros, el resto están aún en los 110. Cuando los cuatro terminales estén coronados cada uno con la simbología del tetramorfos que les identifica (el ángel para Mateo, el león para Marcos, el toro para Lucas y el águila para Juan) realizados por el escultor Xavier Medina Campeny, su elevación alcanzará los 135 metros. Un poco por debajo de la torre de María (138 metros) iluminada desde diciembre pasado, con bendición papal incluida. Así, en 2023 la basílica contará con cinco de las seis torres centrales proyectadas por Gaudí definiendo el horizonte de Barcelona a la espera de hollar la cima de la central, la de Jesús. 

Otras obras en marcha son la capilla de la Assumpta con sus seis claustros anexos y la restauración de la fachada del Nacimiento, la única que Gaudí dejó terminada; y entre los trabajos en previsión cercana figuran los cimientos del baptisterio. Las buenas noticias llegan con la recuperación tras la debacle que supuso la parada de la actividad a la que obligó el covid. Las cifras prepandémicas (4,7 millones de visitantes en 2019) aún no se han recuperado, pero sí se han superado las previsiones de 2022. El año en curso se esperaba llegar a los 1,6 millones de visitas, pero finalmente serán, si todo funciona como hasta la fecha, 3,4 millones, un 72% respecto a 2019. 

Visitantes e ingresos

El aumento de visitantes ha sido progresivo, se empezó con 2.000 diarios en enero pero en julio y agosto se alcanzaron cifras prepandémicas, y los números barajados para 2023 llegan a los 4 millones de usuarios. Más entradas vendidas significa más ingresos, de manera que se espera alcanzar los 87 millones de euros este 2022 (un 85% del nivel de 2019) e ingresar 102 en 2023 (los mismos que en 2019). Y significa también aumentar la velocidad en la construcción, así este año se han destinado 24 millones a levantar el templo (un 39% respecto a 2019) y en el próximo se invertirán 45 millones. El montante podría ser mayor pero lo desaconsejan la necesidad de ahorrar por si las cosas dan marcha atrás y la dificultad de volver a poner en marcha toda la obra tras el parón de un año.  

2030 en el horizonte

Los responsables de la Sagrada Família están convencidos que la tendencia al alza se consolidará en 2023 y que en 2024 se alcanzará la normalidad, será entonces cuando se empiece a trabajar en una nueva fecha de finalización de la basílica. En el horizonte figura el año 2030, pero, de momento, lo dicen con la boca pequeña.