Fiesta mayor de Barcelona

Lluvia por la Mercè: ¿Qué son las lágrimas de Santa Eulàlia?

La tradición atribuye a la patrona destronada los episodios de mal tiempo durante la festividad local

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‘Gegants’ se protegen de la lluvia en el interior del Palau de la Generalitat durante el inicio de las fiestas de la Mercè 2022

‘Gegants’ se protegen de la lluvia en el interior del Palau de la Generalitat durante el inicio de las fiestas de la Mercè 2022 / Jordi Cotrina

El Periódico

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La Mercè 2023 se ve de nuevo amenazada por la lluvia, en una edición que se reparte por una veintena de escenarios gracias a una nutrida programación de actos. Y es que el mal tiempo no es ajeno a la fiesta mayor de Barcelona, que se celebra alrededor del día de la Mercè, el 24 de septiembre, en pleno arranque del otoño.

La tradición popular ha atribuido a Santa Eulàlia, la copatrona de Barcelona destronada por la Mercè, toda lluvia que caiga durante las fiestas locales. Son las conocidas como “lágrimas de Santa Eulàlia”, por la supuesta rabia de la santa que perdió en 1688 el protagonismo en el patronazgo local. Mercè se ganó el favor de las autoridades, según la historiografía que ha llegado a nuestros días, tras salvar la ciudad de una plaga de langostas en 1687.

Los dos últimos años también llovió por la Mercè y la leyenda de las lágrimas de Santa Eulàlia volvió a planear sobre la fiesta mayor barcelonesa. Sin embargo, la copatrona regaló a la ciudad algo más que gotas de agua: la lluvia de 2021 dejó un bonito arco iris que engalanó aún más a una Barcelona volcada en los festejos.

Además de las tormentas de setiembre, también reciben el nombre popular de "lágrimas de Santa Eulàlia" los episodios meteorológicos durante las fiestas de la propia copatrona, alrededor del 12 de febrero. La capital catalana celebra Santa Eulàlia con un programa de actos dirigidos a familias, a raíz de que la mártir era una niña romana. No obstante, esta cita tiene mucha menos envergadura que la fiesta mayor y por ello la voz popular ha visto también lágrimas de tristeza en las lluvias de febrero.