Patrimonio

La UB abre al público la Torre del Rellotge tras su restauración

El campanario de 35 metros que corona el Edifici Històric de la Universitat de Barcelona es desde 1877 una gran atalaya sobre el centro de la ciudad

Natàlia Farré

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El Edifici Històric de la Universidad de Barcelona cumple 150 años y la institución educativa ha decidido celebrar la efeméride poniendo en valor su patrimonio, tan importante como en parte desconocido. Durante todo el curso que empieza habrá un montón de actividades para propios y extraños –exposiciones, conciertos, conferencias…- pero el primero de los acontecimientos ya está en marcha. Ahí está la Torre del Rellotge, proyectada por Elies Rogent en 1877, y desde este septiembre tan restaurada como abierta al público en visitas guiadas previa reserva.

Campanario de 35 metros

Se trata de un campanario de 35 metros de altura con estructura de hierro rematada con una cúpula abierta de estilo renacentista que marcaba desde 1881 a golpe de campana la precisión horaria propia de un centro académico. Aunque no solo señalaba el pasar del tiempo para los estudiantes, lo hacía también para la ciudad entera, pues su tañido se oía en buena parte de la Barcelona de 1881. “El reloj de la torre de la Universitat ya toca. Las dos campanas para los cuartos y las horas son de repetición, tienen buen timbre y se oyen desde mucha distancia”, recogía el ‘Diari Català’ el primer día de su funcionamiento. 

Gran atalaya

El paso del tiempo dejó de sonar hace décadas, cuando el mecanismo pasó a mejor vida. Y en silencio estuvo hasta este verano, momento en que finalizó la restauración puesta en marcha en 2019. Se ha reforzado la estructura, reconstruido la cubierta e impermeabilizado, así como se mejorado su acceso para permitir las visitas y, sobre todo, se ha vuelto a poner en marcha el engranaje que permite el movimiento de las campanas y su tañido, aunque se ha sustituido el mecanismo e antiguo por uno automático. 

Subir al techo del Edifici Històric de la UB vale la pena. No solo para poder ver desde las alturas la estructura del que fue la primera construcción pública levantada en el Eixample, en 1863, sino porque es una gran atalaya sobre Barcelona con unas espectaculares vistas del centro de la ciudad.