Retorno a la normalidad

La Mercè se quita la mascarilla para recuperar sus señas de identidad

Actuaciones, horarios y escenarios de los conciertos de la Mercè 2022

El correfoc enciende la noche de la Mercè

El correfoc enciende la noche de la Mercè

Jordi Ribalaygue

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La Mercè de 2022 será la del “retorno a la normalidad absoluta”. El Ayuntamiento de Barcelona así lo proclama, ya a las puertas de una fiesta mayor que, entre el 23 y el 26 de septiembre, regresa ya sin mascarilla obligatoria ni supeditada a obtener entrada con antelación para acceder a los espectáculos, una excepcionalidad que condicionó las celebraciones del año pasado, con menos afluencia de la habitual: en 2021, solo acudió uno de cada 10 espectadores en comparación con 2019, la última edición antes de extenderse el covid.

“Tuvimos problemas con la reserva previa. No se puede hacer una fiesta mayor con las condiciones a que la pandemia obligaba”, ha reconocido el teniente de alcalde de Cultura, Jordi Martí, durante la presentación del programa de la Mercè, que se ha revelado este lunes. Los festejos vienen marcada por el regreso a sus habituales signos de identidad, sin restricción que los altere: la exhibiciones ‘castelleres’ se apoderarán de nuevo de la plaza de Sant Jaume el 24 y el 25 de septiembre, se recuperan escenarios tradicionales, como el de la plaza de la Mercè, así como los desfiles de grupos de cultura popular en diferentes barrios de Barcelona. Aparte, los conciertos se extienden otra vez a lo largo de la ciudad, con 12 escenarios para actuaciones musicales, además de otros siete dedicados a las artes callejeras. El fin de fiesta se instala de nuevo en la avenida Maria Cristina, con el habitual piromusical como colofón.

“Recuperamos los grandes aforos, los grandes escenarios, con una oferta local e internacional como en la de años pasados”, ha destacado Martí. La programación musical aglutina un centenar de artistas y de grupos. El Música Mercè 2022 será un escaparate ecléctico, en que tendrán cabida los sonidos mediterráneos, las músicas urbanas, el pop, el rock independiente, la canción de autor y la música sinfónica. También se reserva una noche para dedicarla al flamenco. El BAM dará cabida a una treintena de artistas y bandas transgresoras, repartidos en los escenarios del Moll de la fusta, la antigua fábrica Estrella Damm y un espacio que se recupera, la Rambla del Raval. El broche lo pondrá un concierto de tributo en la avenida de la Catedral a Pau Riba, fallecido el pasado marzo.

El 'correfoc', en paseo de Gràcia

Al margen del retorno a la rutina característica de la gran fiesta barcelonesa, el programa de la Mercè incorpora algunas novedades. Las obras en la Via Laietana obligan a trasladar el ‘correfoc’ a otro punto en la ciudad. En esta ocasión, el fuego y el bestiario de la ciudad tomará el paseo de Gràcia para conmemorar los 200 años de la construcción del bulevar barcelonés. En el afán por descentralizar los festejos, el parc del Aqüeducte, en Ciutat Meridiana, se estrena como escenario de la Mercè. “Era un párquing hasta hace cuatro días”, ha enfatizado Martí sobre el parque, que albergará espectáculos infantiles de Pallassos sense Fronteres.

Roma es la ciudad invitada en las celebraciones de este mes. Aparte de recitales y otras actuaciones, la capital italiana se encarnará en Barcelona con una triple sesión de cine al aire libre en la plaza de la Mercè. Las bandas sonoras del afamado compositor Ennio Morricone serán las protagonistas el 23 de septiembre; el 24 de septiembre se proyectará Roma, de Federico Fellini, y al día siguiente, La gran belleza, de Paolo Sorrentino.

Huelga y botellones

Espectáculos al margen, la amenaza de una huelga de los trabajadores de limpieza amenaza con las calles queden repletas de basura sin retirar durante los cuatro días de la Mercè. Martí se ha limitado a decir que el gobierno municipal mantiene contactos para tener una “Mercè normalizada”.

A su vez, el teniente de alcalde ha descartado que puedan repetirse los botellones masivos que se produjeron el año pasado, que se saldaron con agresiones y actos de vandalismo en el entorno de la plaza Espanya, donde se congregaron miles de personas en convocatorias improvisadas. “Seguramente la reserva previa ayudó a que se produjeran concentraciones de personas donde no había Fiesta Mayor”, ha opinado Martí.

El Ayuntamiento desembolsa unos 3,5 millones en la Mercè, una cantidad semejante a la de 2021. Pese a no variar la inversión, Martí ha predicho que los espectáculos atraerán más público esta vez que el año pasado. “El número de espectáculos puede ser similar al de 2021 pero las condiciones no se pueden comparar. Se parecerá más a la del 2019 y a las anteriores, en cantidad de gente y en escenarios que no a las dos últimas ediciones, que se dieron bajo unas condiciones anormales”, ha augurado el concejal.