Una encuesta de Junts sondea el resultado que obtendría Trias contra Colau

Junts per Catalunya ha encargado una encuesta con la que quiere calibrar el efecto que tendría que Xavier Trias, exalcalde de Barcelona, encabezara la lista que el partido presentará en la capital catalana en las elecciones municipales que se celebrarán el 28 de mayo de 2023.

El sondeo, que está siendo elaborado estos días, incorpora a Trias como una de las opciones de Junts, entre las que figuran otros nombres como el del diputado en el Parlament Jaume Alonso-Cuevillas y el del actual ‘conseller’ de Salut, Josep Maria Argimon.

Xavier Trias: "Solo me presentaré si tengo posibilidades de ganar"

Se trata de la segunda encuesta del partido en un periodo relativamente corto de tiempo. En la anterior, todavía sin la figura del exalcalde, los datos vaticinaban resultados muy positivos para el grupo, sostienen fuentes de Junts. Según el parecer de los encuestados, el partido recuperaría muchos de los votos que perdió en 2019, cuando cayó de 10 a 5 concejales.

Laura Borràs apoya públicamente que vuelva a presentarse: ""No es que me guste como candidato, es que me gusta como alcalde"

Escenarios de ilusión

Pese a que los últimos tiempos no han sido muy propicios para los posconvergentes, la cita de mayo de 2023 ha hecho que recuperen la ilusión. Y en parte eso es así porque tienen en el horizonte algunos escenarios posibles que les podrían reportar satisfacción, en menor o mayor medida. El reto principal, que es ganar las elecciones y recuperar la alcaldía, se antoja complicado, salvo alianzas inéditas como un pacto con el PSC. Una opción que años atrás parecería inviable y ahora no parece tan remota: ambos partidos comparten pacto en la Diputación de Barcelona. Tampoco se ve tan descabellado sacar provecho de un debate centrado en el enfrentamiento entre Trias y Ada Colau, que permita a Junts recuperar algunos de los cinco concejales perdidos en las últimas elecciones.

La tercera opción puede resultar especialmente apetitosa en el contexto de la actual política catalana: Junts per Catalunya podría impedir, de mejorar sus números, que el candidato de ERC, Ernest Maragall sea el próximo alcalde de la ciudad. Quitarle un par de concejales podría bastar para dejarle si la vara de mando y lograr así un botín relevante en el duro pulso abierto entre los  dos partidos que dirigieron el ‘procés’.

La opción Trias

En la vida del consistorio no se daba crédito hasta hace relativamente poco tiempo a la posibilidad de que Trias volviera al ruedo y se enfrentara de nuevo a Colau en las urnas, 8 años después de que la entonces candidata de Barcelona en Comú le descabalgara inesperadamente de la alcaldía por solo un concejal y 17.000 votos de diferencia.

La renuncia de Elsa Artadi, que arrojó la toalla y dejó la política y el ayuntamiento en mayo pasado, abrió la puerta a la incertidumbre. Junts afrontaba un momento complicado, con un papel prácticamente irrelevante en el presente mandato, porque la vida de la oposición municipal es muy deslucida a menos de que sus votos sean decisivos. Y los suyos no lo son en este mandato.

A pesar de que inicialmente rechazó explícitamente la posibilidad de convertirse de nuevo en alcaldable, Trias acabó abriéndose a no descartar esa opción. Ha puesto condiciones: quiere un partido unido que salga a ganar y aboga por mantener el pacto de ERC y Junts en el Gobierno catalán. Pide pragmatismo y orden. Y ha precisado que no se presentará si ve que se va estrellar. Lo dijo esta misma semana: “Solo me presentaré si tengo opciones de ganar”.

Arropado en la Diada y avalado por Borràs

Ganas de revancha no le faltan: el mal sabor de boca que le quedó en 2015 es un motor. Un recuerdo amargo alimentado en gran parte por el cabreo que él y los que le apoyan mantienen por considerar que Colau se aprovechó de acusaciones falsas de corrupción para derrotarle. Trias no olvida que se quedó sin segundo mandato.

Trias también cuenta con el estímulo de la calle, por lo menos el de la manifestación de la Diada: cuentan que en el rato que estuvo en la marcha recibió un pequeño baño de apoyo independentista, que siempre ayuda a tomar una decisión como la que se espera de él. En un frente más oficial, este lunes ha recibido el respaldo público de Laura Borrás. La presidenta de Junts ha declarado a La 2: "No es que me guste como candidato, es que me gusta como alcalde". Borràs también ha subrayado que el entonces alcalde fue apartado de su cargo con malas arte, en alusión a las acusaciones falsas citadas.

El adiós de Artadi

Junts tiene clavada la espina de esa derrota dolorosa: por primera vez, Convergència i Unió había logrado en 2011 gobernar Barcelona. Una empresa imposible durante 30 años. Y perder la plaza como la perdió resultó impactante. En aquella campaña de 2015, han admitido después algunos de los integrantes de la candidatura (que todavía llevaba las siglas de CiU), los de Trias pensaron que el rival era el socialista Jaume Collboni. Un error considerable.

La salida de Artadi reforzó la sensación de desamparo, del riesgo de que el descalabro fuera mayor, de que la representación de Junts quedara condenada a tres o cuatro concejales. Y la opción de que Trias vuelva a la arena electoral tiene el efecto emocional contrario.

La carta de Argimon

Sin embargo, si el exalcalde acaba decidiendo que no se presenta, Junts tiene otras cartas en la manga. Una sería la de Cuevillas, aunque todo apunta a que el abogado tiene a día de hoy menos opciones que el conseller de Salut, Josep Maria Argimon. Es una figura que se asocia a la parte final de la gestión de la pandemia. Atesora cierto carisma y dicen que cuenta con un estímulo rotundo para decidirse a dar el paso al mundo municipal: salir de Salut antes de que se concreten posibles recortes por la situación económica de otoño.

El nombre de Argimon suena con fuerza para integrar el grupo de Junts en Barcelona en el mandato 2023-2027. Si Trias es cabeza de lista, él sería número tres, con Neus Munté de segunda de la lista. Si Trias no se presenta, Argimon apuntaría al primer puesto.

Munté, actual presidenta del grupo, relevó a Artadi tras su salida del consistorio. Está en todas las quinielas para figurar en la candidatura y ha demostrado suficiente fidelidad al proyecto como para ser recompensada con otro mandato. Aunque sea solo por acatar con disciplina y elegancia la pérdida de la posición de alcaldable que había ganado en las primarias de Barcelona del PDECat, entonces marca sucesora de Convergència, para acabar cediendo el puesto a Joaquim Forn como candidato simbólico y a Artadi como alcaldable efectiva.

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