Transporte público

TMB instala cámaras en sus buses para detectar delitos y actuar en casos de emergencia

La red de superficie y el metro de Barcelona tendrán a mediados de 2023 cerca de 13.000 puntos de videovigilancia. El conductor dispone de un botón del pánico para que el centro de control pueda comprobar qué está pasando

TMB instala cámaras de videovigilancia en todos sus autobuses

TMB instala cámaras en toda la flota de autobuses de Barcelona / Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

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Disuadir con mensajes de voz o con campañas publicitarias suele tener un efecto de corto alcance. Pero disuadir desde el control público, y eso pueden ser sanciones pero también videovigilancia, es un salto en cuanto a la efectividad. Esta segunda opción, la de las cámaras, se va abriendo un hueco cada vez más grande en el transporte público de Barcelona. En el metro ya hay casi 8.500 'ojos' y en el bus, la previsión es que a mediados de 2023 se hayan instalado de dos a siete cámaras por unidad (un total de 4.500, financiadas en un 90% por la Unión Europea) en los cerca de 1.100 vehículos que configuran la flota de TMB. El plan se ha presentado este miércoles tras unos meses de prueba piloto en 170 autobuses.

Una de las cámaras de vigilancia ya instaladas en uno de los autobuses articulados de TMB

Una de las cámaras de vigilancia ya instaladas en uno de los autobuses articulados de TMB / Jordi Otix

Robos, agresiones sexuales, peleas; pero también caídas, problemas repentinos de salud o malentendidos con el conductor. La idea es que las cámaras graben durante todo el tiempo de circulación de los buses (de 12 a 16 horas al día) y que esas imágenes puedan ser recuperadas por requerimiento policial o judicial. De manera que si alguien sabe que le robaron la cartera o reporta una situación de acoso en el H12 un jueves a las dos de la tarde, y una vez interpuesta la denuncia, los Mossos puedan solicitar el material a TMB para tratar de cazar al malhechor. Las grabaciones, si nadie las ha requerido antes, y siguiendo la ley de protección de datos, se borrarán al cabo de 30 días.

Aviso a la central

El conductor del bus dispone de un botón del pánico que genera una alarma en el centro de control de imágenes instalado en la cochera del Triangle de la empresa pública, en Sant Andreu. Los responsables de seguridad conectan en directo con el vehículo y, en función de la situación, dan salida a uno u otro protocolo. Sanitarios si hay problema médico, Mossos o Guardia Urbana si existe un problema de orden público. La sala no pinchará permanentemente las cámaras por una cuestión operativa -difícil saciar el directo de más de mil vehículos- pero sí se podrá visualizar la actividad de una línea determinada si hay sospechas de que podría haber algún problema o si concentra un elevado número de conflictos recientes.

Una de las cámaras, colocada sobre la cabina del conductor

Una de las cámaras, colocada sobre la cabina del conductor / Jordi Otix

La teniente de alcalde Laia Bonet, responsable de Movilidad y presidenta de TMB, ha paseado a bordo de uno de los buses que ya disponen de videovigilancia. "Este nuevo sistema -ha compartido- hará del autobús un lugar más seguro y supone seguir con la tolerancia cero ante las agresiones en el transporte público". Ha destacado, además, que el proyecto permitirá "mejorar la colaboración con las fuerzas de seguridad cuando sea necesario". En este sentido, fuentes de TMB aseguran que los Mossos quedaron gratamente sorprendidos por la calidad de imagen que registran las cámaras (full HD). Lo que no está previsto es que el sistema incorpore reconocimiento facial, una práctica reservada a la policía y rechazada de plano por Bonet para el transporte público "por el mal uso que se ha hecho en demasiadas ocasiones".

Apoyo europeo

El proyecto ha salido adelante gracias a los fondos europeos del plan Next Generation, que han financiado el 90% de los 12 millones que costará la instalación de las 4.500 unidades de grabación. Si todo sale según lo previsto, en abril deberían estar todas operativas. Se unirán a las 8.484 cámaras que ya funcionan en el metro (2.908 en los trenes y 5.576 en las estaciones). En total, cerca de 13.000, a las que habría que añadir las casi 2.000 pendientes en trenes del suburbano, con lo que en el 2025 se alcanzará la cifra de 15.000 cámaras.

Unas y otras, por su efecto disuasorio, ayudarán también a combatir el fraude, esto es, a reducir la cifra de viajeros que se cuelan tanto en el metro como en el bus. Años atrás, TMB había facilitado algunas cifras de lo que supone esta práctica: cerca de 10 millones menos en ingresos y casi 50.000 usuarios al día sin billete. También brindará mayor confort a los conductores. Jorge García, chófer de TMB, explica que de esta manera podrá saberse a ciencia cierta quién es el responsable en el caso de que haya algún problema en el autobús. En la memoria, el caso de la madre que en diciembre de 2021 denunció que un conductor de la H16 no había dejado bajar a sus dos hijas, de 12 y 18 años. Aquel hecho quedó desmentido pocos días después tras una investigación de la propia empresa.