Año decisivo

Colau, en precampaña: 5 minas y bazas sorpresa en su carrera electoral

El ‘momentum’ de Xavier Trias aúpa a los 'comuns', mientras que la limpieza amarga su balance de gestión

Ada Colau durante una entrevista para "El Periódico de Catalunya"

Ada Colau durante una entrevista para "El Periódico de Catalunya" / Ferran Nadeu

Meritxell M. Pauné

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La alcadesa de Barcelona, Ada Colau, inicia el curso político con la vista puesta en las elecciones municipales de mayo de 2023. La líder de los 'comuns' exhibió soltura en su regreso de vacaciones este lunes por la noche en la televisión municipal betevé: esquivó los temas que más amenazan su balance de gestión y eligió cuidadosamente los dos enfrentamientos que emergen como principales ejes de confrontación electoral. Y al más puro estilo vieja política, esquivó responder una de las grandes incógnitas de su futuro político.

La limpieza, una seria amenaza

Uno de los temas de campaña más peligrosos para los 'comuns' es la limpieza. La percepción ciudadana sobre el estado de la vía pública no ha mejorado de forma sustancial pese a la entrada en vigor del nuevo macrocontrato de limpieza este 2022. Y una huelga de este servicio municipal se cierne sobre la Mercè. Colau insiste en negar la mayor a base de datos: hasta 14 veces al día se vacían las papeleras de la Rambla, ejemplificó. “A grandes rasgos, Barcelona está limpia”, insistió. Sin embargo, la limpieza se cronifica como segunda mayor preocupación ciudadana en el barómetro municipal de julio, la encuesta a los barceloneses que hace el propio ayuntamiento cada semestre. El primer puesto lo retiene la inseguridad, otra piedra en el zapato aunque más teñida por la polarización entre derecha e izquierda. El afán de una ciudad limpia y ordenada, en cambio, despierta un gran consenso social y puede lastrar seriamente a Ada Colau en los comicios, puesto que forma parte de las carteras que llevan los 'comuns' en el consistorio.

El oportuno retorno de Trias

El más que probable regreso de Xavier Trias a la arena política de Barcelona como candidato de Junts per Catalunya es una gran oportunidad para Ada Colau en términos de comunicación política. Le permite empujar el debate hacia una confrontación derecha-izquierda, que hasta ahora le ha resultado rentable para movilizar a sus simpatizantes. Además aleja la campaña del debate independentista, muy incómodo para los 'comuns'. Y, mejor aún, la expectativa de una mejora de resultados de Junts debilita al rival más de directo de Colau, la ERC encabezada por Ernest Maragall. Republicanos y 'comuns' tienen voto en disputa y ya compitieron cuerpo a cuerpo por la victoria electoral en 2019. En la entrevista televisiva, Colau se prodigó en las comparaciones con su predecesor y, sobre la falsa cuenta en Suiza que se le atribuyó y que ella usó en campaña, llegó a decir que Trias no es corrupto pero sí “su entorno” y señaló al exteniente de alcadía Antoni Vives como “corrupto confeso”.

La verdadera confrontación, con el PSC

Una frontera de voto determinante de las elecciones de mayo de 2023 es la que separa a 'comuns' y socialistas, los dos socios de gobierno en Barcelona y en España. Colau dio por garantizado que el bipartito se mantendría en pie lo que queda de mandato: “No tengo ningún tipo de duda”. El partido de la alcaldesa debe marcar distancias con el PSC de Jaume Collboni para afianzarse entre los sectores más izquierdistas y los barrios periféricos, pero a la vez debe guardar la compostura para no dar imagen de desorden en el gobierno y ahuyentar al votante de clase media. Una pirueta difícil que ha resuelto por ejemplo confrontándose a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, sobre la ampliación del aeropuerto del Prat. “Es un contrasentido”, sentenció, para recordar también que el verano de sequía ha evidenciado la necesidad de reducir la contaminación en las grandes ciudades.

El transporte rebajado, balón de oxígeno

La rebaja del transporte metropolitano y la gratuidad de Rodalies ofrecen a Bcomú y PSC una buena bandera que enarbolar durante la precampaña, aunque la iniciativa suponga serias contradicciones como descuentos desiguales según el operador y aplicados sin filtro de renta. No obstante, el gran número de ciudadanos beneficiados a nivel individual por la medida resulta un balón de oxígeno político a las puertas de un otoño de malestar por el encarecimiento de la luz, el gas y el cesto de la compra. Los 'comuns' se han lanzado a capitalizar el mérito de esta rebaja temporal, con panfletos en las estaciones de tren y mucha presencia de la movilidad en el argumentario de Ada Colau.

La incógnita de 2024

La alcaldesa esquivó responder una de las preguntas de la entrevista, que no pocos votantes se harán en campaña y que los rivales políticos se encargaran sobradamente de recordar al electorado. ¿Qué hará Ada Colau si no logra revalidar la alcaldía en mayo? ¿Se quedará en Barcelona como regidora de la oposición, dejará la política o saltará a otra institución? La líder de los 'comuns' no quiso ponerse en este escenario y ofreció como única respuesta, una y otra vez, que se presentaba a un tercer mandato con la expectativa de mantener la vara de alcaldesa.

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