Modelo de ciudad

El bicibús regresa a Barcelona con vocación de crecer durante el curso

La movilidad ciclista escolar, que seguirá contando con el apoyo de la Urbana, prevé crear nuevas líneas y estudia salir más días a la semana además del viernes

Participantes de un bicibús en el Eixample, a finales de junio.

Participantes de un bicibús en el Eixample, a finales de junio. / Manu Mitru

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Parece que llevemos toda la vida hablando sobre el bicibús en Barcelona pero lo cierto es que hace solo un año y medio que se estrenó la primera línea, la creada en marzo de 2021 por el colegio Santa Isabel de Sarrià. El fenómeno se disparó durante el curso escolar 2021-2022 con hasta 11 recorridos distintos en cinco de los 10 distritos de la ciudad. El verano les ha dado un descanso, pero este viernes vuelven a los pedales. Parece una fiesta, pero esto no ha perdido un ápice de su objetivo inicial: reivindicar una ciudad segura para que circular en bici, a cualquier edad, no sea un peligro. La novedad de esta nueva temporada es que, lejos de aminorar la marcha, el movimiento regresa con vocación de crecer. Algunas líneas, como la de Sant Antoni en el Eixample, estudia salir más de un día a la semana, cosa que ya hacían las de Sarrià a finales del curso pasado y mantendrán ahora (los lunes y viernes). Otros recorridos están a punto de nacer, como el de Fort Pienc. También está en estudio la conexión de la de Sarrià con la de Les Corts, con conexión con la plaza Francesc Macià.

El mecanismo será el mismo. Los padres, madres, niños y niñas que vayan en grupeta ciclista hasta la escuela contarán con el apoyo de la Guardia Urbana, que seguirá creando un cordón policial perimetral para que puedan pedalear sin problemas. No han sido pocas las ocasiones en las que un conductor de coche o un motorista les ha increpado. Es un síntoma más del camino que queda por recorrer a Barcelona en la aceptación del regreso masivo de las bicis a las calles. Y decimos regreso porque estaban ya mucho antes del desembarco en tropel de los automóviles, a partir de los años 60. Los promotores del bicibús reclaman la ciudad 4/80, esto es, una urbe en la que se sienta cómodo y seguro tanto un niño de 4 años como un ciudadano de 80. Y todas las edades que quedan en el medio, por supuesto.

Reunión en el consistorio

Cerca de 700 personas participan cada semana en alguno de los 11 bicibús que recorren la ciudad cada viernes a primera hora. El de Sarrià, el de Sant Antoni, el de Letamendi, el de Sant Andreu, el de la Diagonal, el de Ciutat Vella, el de Les Corts, el de la Sagrada Família, el de Sant Martí, el de Consell de Cent y el de la Bonanova. Podrían ser pronto 12 si prospera la línea de Fort Pienc. O 13 si también sale adelante la que a final de curso estaba en estudio desde Francesc Macià hacia los coles de la zona alta de la ciudad.

BARCELONA 19/11/2021 Barcelona. El Bicibús del Eixample se atreve ahora con la calle de Aragó. Niños y padres ciclistas van desde la plaza de Letamendi a la antigua prisión Model y dará servicio a las escuelas Auró, Llorers, IPSI, Entença y Xirinacs. FOTO de ZOWY VOETEN

Participantes del bicibús del Eixample, en noviembre de 2021 / Zowy Voeten

Toma de contacto

Los promotores del bicibús en la ciudad tienen este martes una cita en el Ayuntamiento de Barcelona. Será la primera sesión de la mesa de la movilidad escolar en bicicleta que reclamaron el curso pasado en un encuentro con Ada Colau. Si no hay cambios, se espera la participación de la alcaldesa y sus tenientes de alcalde Janet Sanz, Laia Bonet y Albert Batlle. Será una buena oportunidad de calibrar el nivel de apoyo municipal a la iniciativa.

Uno de los temas que pondrán sobre la mesa es la burocracia para organizar el bicibús. Para poder pedalear en grupo, los correspondientes distritos les obligan a realizar una solicitud de ocupación de vía pública, toda una metáfora sobre la situación de la bicicleta en la ciudad. Es decir, que para poder ir en bici a la escuela en grupo, apelan a un permiso de ocupación de la calle. No es el caso de Sarrià, que se negó a esta opción y eligió una alternativa un poco más acorde con el movimiento: la manifestación. Esto les obliga a solicitar el permiso de protesta callejera con 15 días antelación, uno para cada línea, señala Yago Raventós, el impulsor del primer bicibús de Barcelona. Otro elemento que esperan resolver es la formación de la Urbana. Al parecer, cada viernes participa una patrulla distinta, y las líneas tienen que dar a los agentes un curso acelerado sobre dónde colocarse (mejor atrás que delante).

A nadie se le escapa que las opiniones de los 'comuns' y del PSC sobre el fenómeno son algo dispares. Mientras Barcelona en Comú ha alentado el asunto (irónico apoyo, pues el bicibús es una queja sobre la ausencia de seguridad e infraestructura), los socialistas han compartido en más de una ocasión sus recelos sobre el invento, alegando que el bicibús no puede generalizarse porque la policía tiene muchas otras cosas que atender.