Contaminación acústica

Barcelona detecta picos de hasta 85 decibelios en puntos en los que colocó sonómetros

Una medición con sonómetros en zonas de Sant Martí, Sants-Montjuïc, Ciutat Vella, Gràcia y el Eixample revela que los límites se superan en tres decibelios de forma continuada

Montaje de un sonómetro instalado ayer en la calle de Joaquin Costa

Montaje de un sonómetro instalado ayer en la calle de Joaquin Costa / JOAN CORTADELLAS

Toni Sust

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El Ayuntamiento de Barcelona ha detectado un ruido que supera los límites previstos en todos y cada uno de los 11 puntos en los que colocó sonómetros en junio. En algunos se han medido picos de más de 85 decibelios, como es el caso de la calle de Allada Vermell el martes 7 de junio. En otros lugares se alcanzaron esos niveles el 23 de junio, día de la Verbena de Sant Joan, una jornada peculiar en la que los petardos marcan la diferencia. 

Pero más allá de esta precisión, los datos, que el consistorio ha dado a conocer este miércoles, son claros: el exceso queda documentado en los 11 puntos en los que se hicieron las mediciones con sonómetros: plazas de Gràcia (Sol, Virreina y Revolució), la calle de Enric Granados, el Triángulo Golfo de Poblenou, la plaza de George Orwell, la calle de Joaquim Costa, la calle del Almirante Churruca, la calle de Rogent, la Rambla del Poblenou, la calle de Allada Vermell, Nou de la Rambla y la plaza de Osca.

La evidencia indica, según ha admitido el propio gobierno de Ada Colau, que es necesario actuar para minimizar la molestia que sufren los vecinos de estas zonas. Los resultados confirman que en todos se excede el límite previsto por la noche, si bien también hay varios casos en los que se superan los máximos permitido en horarios de mañana y tarde.

El consistorio elaborará ahora planes concretos, entre ellos el de avanzar el cierre de terrazas y locales de venta de bebida

La intención del análisis municipal era estudiar los casos que han generado más protestas para determinar si constituyen Zonas Acústicamente Tensionadas en Horario Nocturno (ZATHN). Y se ha confirmado. La iniciativa se aprobó en el pleno municipal de mayo a instancias de ERC. 

Decibelios

El ruido nocturno medido supera en tres decibelios de manera continuada lo permitido, según el ayuntamiento. En el gráfico adjunto se pueden comprobar los picos máximos de los 11 puntos. Los más elevados se corresponden al día de la verbena: Pere IV, 74, en el Triángulo Golfo (el ayuntamiento le llama Triángulo Lúdico), 81,3 decibelios; esa noche, cuando el límite está en 60 decibelios en ese horario; Rambla del Poblenou, 105, 84,6 decibelios por la tarde de ese jueves; plaza de la Revolució, 87,3 decibelios; en la Virreina se llegó a 89,8 decibelios.

Pero sin tener en cuenta Sant Joan, los máximos detectados superan en más de 10 decibelios el ruido permitido por la noche en más de una decena de los lugares en los que se colocaron sonómetros, que fueron 13 si se tienen en cuenta que en Gràcia se ha hecho en tres plazas.

Ruido persistente

Otra cuestión que ha quedado a la vista es que el ruido es persistente. Que los excesos se dan casi a diario. En cinco de los once puntos analizados (Escudellers, Joaquín Costa, Almirall Churruca, Allada Vermell y Nou de la Rambla), se superan los límites de ruido más del 90% de los días en los que se han hecho mediciones. En la plaza del Sol se superan los límites el 82,1% de los días medidos, en la Revolució el 50% y en la Virreina el 75%.

El concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica de Barcelona, Eloi Badia, ha comentado los resultados y los planes que se tomarán para reducirlos. Badia ha subrayado que los análisis dan a entender que el ruido se da en las primeras horas de la noche, y que en la mayoría de casos el problema remite a partir de la una de la madrugada. Sobre los planes con los que se responderá a la situación, ha diferenciado los que se pueden tomar con rapidez: campañas de concienciación, más presencia de la Guardia Urbana.

Más compleja es la otra pata prevista: avanzar el cierre de terrazas y de establecimientos que venden bebidas alcohólicas para que terminen antes su actividad. Porque, afirma el edil, requiere un procedimiento administrativos, con la posibilidad de que se presenten alegaciones. Por lo tanto, podría tardar más en implantarse.

En breve, se harán nuevas mediciones en otros puntos: la calle de Blai y los Jardins de la Mediterrània, en Sants-Montjuïc, y plazas de Gràcia en las que no se ha hecho en la primera tanda: Diamant, Raspall, Joanic y Vila de Gràcia.

Mapa de capacidad acústica

Por otra parte, el ayuntamiento está actualizando el mapa de capacidad acústica de la ciudad, que determina qué niveles máximos de ruido están fijados en cada calle. El mapa se divide en varias zonas: la Zona de sensibilidad acústica alta, A, con una protección alta (de 45 a 65 decibelios de día y de 40 a 55 de noche); la B, de sensibilidad acústica moderada (de 55 a 70 decibelios de día y de 50 a 60 de noche), y la C, de sensibilidad baja (de 63 a 75 decibelios de día y de 53 a 65 de noche). Destaca Badia que gracias a la pacificación de parte de la ciudad solo un 8% de calles están en el apartado C cuando hasta ahora un 22% figuraba en esta clasificación.