Clams, la banda de Barcelona que va más allá de la inclusión

Artur Fernández puso los dibujos de Erik Nitsch sobre la mesa sin más explicaciones. No eran necesarias; su obra es su mejor carta de presentación. "¿Qué os parecería si le pedimos que nos haga la portada del nuevo disco?", preguntó al resto de la banda, que tuvo clarísima la respuesta, ya que su estilo encaja a la perfección con la esencia de Clams. Fue en ese momento, tras el 'sí' entusiasta y convencido del grupo, cuando Turu, nombre artístico de Fernández, apasionado vocalista del grupo, explicó que Erik Nitsch es miembro del Espai d'Art de la Fundació Catalana Síndrome de Down, algo que, obviamente, da un valor añadido al proyecto, "pero, eso, un valor añadido, lo importante aquí es su obra", señala el líder de Clams, quien hace un paralelismo con su grupo y sus canciones.

"No queremos que la gente nos escuche porque somos un grupo formado por artistas con y sin discapacidad intelectual, queremos que nos valoren por nuestra música, esa es la verdadera inclusión", subraya el músico e ideólogo del proyecto, a punto de cumplir 10 años.

El disco cuya portada ilustra una colorida ilustración de Erik Nitsch es el cuarto de la banda, titulado 'Melodies del somriure inconscient', editado por la Produktiva Records y que presentarán con un concierto en la sala La Tèxtil de Barcelona el sábado 18 de junio. El primer 'single' lo mostraron en directo al mundo en el Palau Blaugrana durante la media parte de un partido del Barça, ante cientos de personas, porque "los trenes hay que cogerlos", señala Turu, feliz porque este verano tocarán en el Festival Tempo de Girona, junto a otras 40 propuestas, en el que también actuará Ramon Mirabet, en un concierto con una intérprete de lengua de signos para facilitar la asistencia de personas sordas gracias a colaboración con enCantados.

"Evidentemente, siempre que nos llaman para participar en cualquier historia por la inclusión, allí estamos, por supuesto, y seguiremos haciéndolo, pero queremos, y creemos que lo estamos consiguiendo, que nos valoren por nuestra música, que nos programen también en salas y festivales ordinarios", prosigue.

El 8 de octubre estarán también en el festival Inspira de Ripoll.

De la inclusión a la convivencia

Clams nació hace una década en la cabeza de Turu, músico y profesor, con la finalidad de "cambiar la mirada hacia las personas con discapacidad intelectual", pero el proyecto ha evolucionado. "El inicio fue muy marcadamente social, pero con el tiempo el proyecto, que empezó desde una vertiente escolar, ha ido evolucionando hacia un proyecto artístico y musical. El foco se ha puesto en la música. Clams es una banda musical de pop que tiene como característica un grupo de coristas con discapacidad intelectual", explica señalando que "no le gusta hablar de inclusión, sino de convivencia".

En esa misma línea de maduración encaja el hecho de buscar un productor para su -ojo- cuarto disco. Ahí entra en escena Ildefons Alonso, El Petit de Cal Eril. Cuando fueron a Berga a verle con la propuesta, este, algo muy de agradecer y toda una victoria, que nadie piense mal, les dijo que no quería saber nada del proyecto, que lo que quería era escuchar sus canciones. Y eso hizo, le gustarán y produjo el disco que ya puede escucharse en todas las plataformas. Y ese es ahora su objetivo, que nadie les escuche por ser un grupo con coristas con discapacidad, que lleguen a ellos por sus canciones y que, después, tras ver sus videoclips -o incluso verles actuar en directo- "alucinen todavía más".

La historia

El proyecto Clams surgió del éxito que tuvo el proyecto Música para la Inclusió, asociación formada por los padres de los coristas, que han apoyado siempre a la banda al ver todo lo que aportaba a sus hijos, muchos de ellos exalumnos de Turu en la escuela de educación especial Mare de Déu de Montserrat, en el barrio del Guinardó, en Barcelona. Autoeditaron su primer disco a mediados del 2014. Al año siguiente llegó su segundo trabajo 'Aigua i Pedra', y en el 2018, el tercero, el último hasta ahora.

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