El 25% de los municipios barceloneses tiene cooperativas agroaliamentarias

El 25 % de los municipios de Barcelona cuenta con cooperativas agroalimentarias de consumo, según un estudio publicado por la Diputación de Barcelona. El informe 'Las semillas de la cooperación' pone de manifiesto que en la demarcación de Barcelona hay cooperativas y asociaciones agroalimentarias en 78 de los 311 municipios, con un total de 8.800 miembros. Además, más de la mitad de las cooperativas y asociaciones de productores se encuentran en municipios con poca población.

En la provincia de Barcelona, hay un total de 146 iniciativas relacionadas con el apoyo a la producción y el consumo de alimentos de proximidad, 44 de las cuales se concentran en el Barcelonès y el 77 % son impulsadas por grupos de consumidores. Otras comarcas, después del Barcelonès, con más entidades impulsadas por productores son el Maresme y Osona, con siete cooperativas y asociaciones cada una. El informe destaca también que la ciudad de Barcelona concentra la mitad de cooperativas y asociaciones de consumidores con 31 iniciativas de un total de 63, pero solo una cooperativa está dedicada a la producción de alimentos.

Del conjunto de 73 cooperativas y asociaciones agroalimentarias creadas en las comarcas de la provincia de Barcelona en la última década, siete han contado con el apoyo de la Diputación de Barcelona en el marco de la estrategia BCN Smart Rural. De ellas, tres están relacionadas con la producción de alimentos y la cuarta con el consumo. El resto de iniciativas se dedican a la preservación de semillas autóctonas y al fomento de la producción sostenible y el autoconsumo, según el modelo de vivienda cooperativa.

Entre 2012 y 2022 se han creado 25 iniciativas de productores y 32 de consumidores en toda la provincia de Barcelona, además de constituirse 16 cooperativas y asociaciones que ofrecen diversos servicios a los agricultores y a los grupos de consumidores. Según la Diputación, la provincia de Barcelona está viviendo un "auge" del cooperativismo de consumo y este dinamismo se percibe sobre todo entre los consumidores de la capital catalanas y su región metropolitana.

Según afirma Sònia Callau, responsable de la Dirección Territorial Agraria de la Diputación de Barcelona, «el estudio demuestra que el consumo responsable de alimentos es una tendencia creciente. La ciudadania se está organizando de forma decidida en favor de un modelo de consumo más responsable y consciente: las personas consumidoras quieren saber quién produce los alimentos que comen, de donde vienen y cuál es su huella ecológica".