Urbanismo

Barcelona se fija por fin en el litoral de la Mar Bella ninguneado por los Juegos

El consistorio aspira a dejar redactado el proyecto para conectar más y mejor un nuevo paseo marítimo con el Mediterráneo. Costará unos 40 millones pero dependerá de la voluntad del futuro gobierno

Carlos Márquez Daniel

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Que Barcelona dejó de darle la espalda al mar con los Juegos del 92 es algo de sobra conocido. Lo que no se comenta tanto, además de las formas, de cómo se echó por tierra parte de la historia de Barcelona, es que ese ponerse de cara no fue del todo homogéneo. La transformación se centró básicamente en la parte central de la ciudad, desde la playa de Sant Sebastià hasta la Mar Bella. Porque no todo era adecentar los arenales. También estaba la relación entre los barrios y el Mediterráneo, el sorteo de la Ronda Litoral, el generar nuevas zonas de asueto. Y ahí quedó un boquete, entre la Mar Bella y Llevant, justo antes del Fòrum, zona que también volvió a la vida gracias a un gran acontecimiento, en este caso el Fòrum del 2004. El consistorio quiere terminar el mandato con un un proyecto que "pague esa deuda de 30 años". La idea es dejar el boceto para que el próximo gobierno lo ejecute por un coste aproximado de 40 millones de euros.

Imagen aérea (virtual) del futuro paseo entre la Mar Bella y el Fòrum

Imagen aérea (virtual) del futuro paseo entre la Mar Bella y el Fòrum / Ajuntament de Barcelona

La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha presentado este jueves el plan, acompañada de los correspondientes 'renders' (imágenes virtuales) que ayudan a hacerse una idea pero no tienen en cuenta todo lo que debe suceder antes para que ese imaginario se vuelva una realidad. El próximo gobierno debe hacer suyo el dibujo. Pero eso no es lo más complicado, puesto que luego debe comprometer el dinero vía presupuesto municipal. Aunque no sería necesario hacerlo de golpe. Conocedora de lo difícil que resulta arañar nuevas inversiones, la concejala de los 'comuns' ha señalado que la obra podría ejecutarse en tres partes: de Bac de Roda a Selva de Mar, desde aquí hasta Josep Pla y el remate hasta alcanzar superar desaprovechada losa del Fòrum.

Del muro a la grada

La filosofía del proyecto tiene mucho ADN de Barcelona en Comú, puesto que, tal y como ha definido Sanz, la idea es "dejar de lado macroproyectos y el turismo masivo", fenómenos que ha calificado de "depredadores", quizás en referencia al frustrado Hermitage de la nueva bocana. El diseño preliminar elimina el muro que separa la playa de lo que ahora es un enorme aparcamiento, que se cerró durante la pandemia y ya no volverá a abrir. El desnivel se salvará con un sistema de gradas que servirán para colocar vegetación y fusionar más y mejor el paseo con la playa, que pasará a tener una segunda línea de arena para descomprimir y ordenar mejor las actividades. Cerca de 800 árboles, promete el consistorio, que avanza que también habrá un nuevo paseo de 12 metros de anchura y un carril bici.

El nuevo paseo que irá junto al mar

El nuevo paseo que irá junto al mar / Ajuntament de Barcelona

Es, según la teniente de alcalde, "el último tramo de la costa barcelonesa que quedaba por dignificar", aunque quizás olvida que el Morrot, la parte marítima de Montjuïc, espera desde hace siglos un plan que permita, entre otras cosas, conectar Drassanes con los barrios de la Marina. Eso, quizás, también para el próximo mandato.