Cita urbana

Un espectacular ‘mapping’ sobre la Casa Batlló cerrará el festival Offf de creatividad digital

Tras la exposición sobre la obra de Gaudí, la pieza, con autoría del cotizado Refik Anadold, se subastará en Chrisitie’s de Nueva York con un precio de salida de entre un millón y dos millones de euros 

Simulación del mapping 'Casa Batlló: Living Architectura' de Refik Anadol

Simulación del mapping 'Casa Batlló: Living Architectura' de Refik Anadol

Natàlia Farré

Natàlia Farré

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Quizá el nombre de Refik Anadol no diga mucho a los legos en arte digital pero el creador cotiza al alza. Ahí están los 5 millones de dólares (4,7 millones de euros) que se pagaron por su pieza ‘Machine Hallucinations’ en una subasta en Sotheby’s el pasado octubre. Y ahí están las cifras del precio de salida, entre un millón y dos millones de dólares (entre 950.000 y 1,9 millones de euros), de su siguiente obra en aparecer en puja el próximo 10 de mayo, en la sala Christie’s de Nueva York. La pieza en cuestión, ‘Living Architecture: Casa Batlló’, es un espectáculo multimedia que tiene a la arquitectura de Antoni Gaudí como base de la creación y al edificio que el genial modernista levantó para el industrial Josep Batlló como lienzo. Vamos, que la obra se ha creado para ser proyectada sobre la fachada de la casa del paseo de Gràcia y así se hará este sábado antes de poner rumbo a EEUU. El ‘mapping’, que promete ser espectacular, tendrá cinco pases y, por supuesto, podrá verse desde la calle a las 21.30, 22.00, 22.30, 23.00 y 23.30 horas. 

La vistosa proyección pondrá el colofón al festival Offf (del 5 al 7 de mayo en el Museu del Disseny) y será el único NFT (Non Fungible Tokens) que se subastará después junto a piezas de Andy Warhol, Vincent Van Gogh y Basquiat. Ambas cosas guardan relación. El festival es una de las citas mundiales por excelencia sobre creación digital y un NFT es lo que ha conseguido dar unicidad, originalidad y valor a las obras de arte digitales susceptibles de ser copiadas y replicadas infinitamente. Vamos, es un archivo digital único generado por medio de ‘blockchain’, la misma tecnología que está detrás de las criptomonedas, que certifica la propiedad y la originalidad de una obra. Simplificando (mucho): la diferencia entre tener un NFT o una pieza no NFT es como tener un óleo original de Picasso, por poner un ejemplo, o una copia gráfica del lienzo. 

Una pieza de Temi Cooker, artista que participa en el festival Offf.

Subasta récord

El tema puede parecer complejo, que lo es, pero está revolucionando el mundo del arte desde febrero del año pasado, cuando Beeple –el tercer artista vivo con una obra vendida más cara en subasta tras Jeff Koons y David Hockney- logró 69,3 millones de dólares (65,8 millones de euros) por el collage digital ‘Everydays: the first 5000 days’, la primera pieza certificada vía NFT en venderse en una puja. Así que con el mercado del arte digital en auge, no es de extrañar que una de las novedades de la actual edición del festival Off –con este sumará 21 encuentros- sea la inauguración de Ouche, una plataforma de NFT con diferentes colecciones artísticas que la cita pone en marcha con vocación de permanencia para vender y comprar arte digital. “No es un ‘marketplace’ es una galería de arte con todas las características contemporáneas y toda la lógica del NFT”, apunta Pep Salazar, director del festival Offf. 

Una pieza de Musketon, en la exposición 'Roads Not Taken' del festival Offf.

Del Flash al metaverso

La primera exposición de esta galería virtual responde al nombre de ’Roads Not Taken’ y presentará obra de nueve artistas –los consagrados Brendan Dawes, Boldtron y Six N. Five, entre ellos- y de todas las técnicas –de imagen en movimiento a diseño gráfico-. Y la compra, por supuesto, será en criptomoneda. Aunque las obras podrán disfrutarse también en el mundo presencial en la exposición que acogerá el Museu del Disseny mientras dure el festival. La muestra es una de las pocas actividades abiertas al público de un encuentro –“fiesta de la creatividad digital”, lo define Salazar- que pone el foco en las nuevas tendencias que surgen del talento de los creadores digitales y en las nuevas herramientas y tecnologías que estos utilizan: “Hace 20 años, cuando empezábamos hablábamos del Flash, la herramienta revolucionaria del momento que permitía comprimir videos en las webs rudimentarias que funcionaban con módems de 64Kbps, ahora hablamos de metaverso, realidades virtuales y realidades aumentadas”, resume Salazar. 

El festival –al que acuden profesionales de 50 países- es para iniciados pero sus talleres, conferencias, sesiones creativas y masterclass se podrán seguir desde la Fun Zone, un espacio habilitado en el exterior del Museu del Disseny con pantallas que transmitirán el encuentro en ‘streaming’.