Urbanismo

L'Hospitalet reactiva el PDU Granvia-Llobregat y su clúster biomédico

La nueva propuesta, en fase de participación ciudadana, reduce en 70.000 metros el techo edificable, que sería exclusivamente para actividades económicas, docentes y servicios y lo sitúa todo por debajo de la Granvia

Tras las dos sentencias judiciales contrarias, el proyecto refuerza su impacto supramunicipal por una actividad económica que podría llegar a suponer el 1,82% del PIB catalán, según un estudio de la UB

Barcelona 7-04-2022 Barcelona. Terrenos donde construiran un cluster biomedico asociado al hospital de Bellvitge (aparece de fondo en la mayoría de imagenes). Actualmente son campos de cultivo de alcachofas, dónde se encuentran algunas masias que el plan de edificación contempla conservar. AUTOR: MANU

Barcelona 7-04-2022 Barcelona. Terrenos donde construiran un cluster biomedico asociado al hospital de Bellvitge (aparece de fondo en la mayoría de imagenes). Actualmente son campos de cultivo de alcachofas, dónde se encuentran algunas masias que el plan de edificación contempla conservar. AUTOR: MANU / MANU MITRU

José Carlos Sorribes

José Carlos Sorribes

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El 7 de octubre de 2020, el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya anuló el Plan Director Urbanístico (PDU) Granvia-Llobregat, un proyecto que el Ayuntamiento de L’Hospitalet consideraba capital para el futuro de la segunda ciudad de Catalunya, en concreto para una gran remodelación de su puerta sur. Once meses después el Supremo tampoco admitió el recurso que presentaron el propio consistorio, la Generalitat y el consorcio implicado. Fueron dos reveses judiciales seguidos, pero no por ello ha cejado en su empeño el gobierno municipal de Núria Marín de dar un nuevo impulso a su ambicioso plan. Además de relevantes cuestiones urbanísticas en una zona que abarcaba a 105 hectáreas, incluye la creación de un clúster de investigación biomédica. La presencia del Hospital de Bellvitge, el campus de Ciencias de la Salut de la Universitat de Barcelona (UB), deI Institut d'Investigació Biomèdica de Bellvitge (Idibell) y del Hospital Duran i Reynals, sede del Institut Català d'Oncologia (ICO), son argumentos de peso para un proyecto que los tribunales echaron atrás, principalmente, más por cuestiones de forma que de fondo. Se trataba de un aspecto competencial. L’Hospitalet había buscado de compañero de viaje a la Conselleria de Territori y los tribunales entendieron que debía ser el Área Metropolitana de Barcelona (AMB).

“¿Qué haciamos tras esas sentencias? ¿Esperar el doble recurso de casación? Era la primera opción, aunque iba a llevar su tiempo. La segunda suponía no hacer nada e intentar hablar con la AMB, pero ellos no hacen planes directores con un ayuntamiento, sino el suyo propio. Y la tercera, la más práctica, era reiniciar el proceso aprovechando lo que teníamos. Fundamentalmente debíamos justificar aún más el impacto supramunicipal del PDU, mucho más allá del local”, recuerda Fran Belver, el primer teniente de alcalde de L’Hospitalet de Llobregat. La decisión fue rápida. En diciembre de 2020, un mes después de la sentencia del Supremo, llevaron el nuevo plan a Territori con una ordenación distinta y con un refuerzo de la declaración de interés territorial. Un estudio encargado a la UB ha puesto cifras al impacto económico del PDU Gran Via-Llobregat. A pleno rendimiento, dice ese informe, supondría una facturación de 6.800 millones anuales, el 1,82% del PIB de Catalunya. “El desarrollo del techo previsto justificaba la teoría de que el impacto iba más allá de la propia ciudad de L’Hospitalet”, sentencia Belver. Es uno de aquellos llamados proyectos de país, como siempre han repetido desde el consistorio y que el propio Govern de Pere Aragonès suscribe.

Recoger las alegaciones

El patrón del nuevo plan director difiere del anterior. No oculta el ayuntamiento que ha querido recoger las alegaciones presentadas previas al fallo judicial. Ahí entraba en juego Can Trabal, la masía ubicada en uno de los sectores del plan, y cuya preservación fue la bandera del impacto ambiental que esgrimían los opositores al plan, fueran de grupos políticos o de entidades sociales. Se ha eliminado un sector próximo a la masía, con la rebaja de 70.000 metros de suelo edificable, y se mantiene la cualificación de zona verde, admitiendo a precario el uso agrícola de la masía, vinculada al Parc Agrari del Baix Llobregat. “Tiene la calificación de zona verde desde 1976 y se ha permitido el uso agrícola”, recuerda Belver. Se mantendrá el 85% de uso agrícola (se cultivan básicamente alcachofas) y el 15% restante de sus 28 hectáreas se destinarán a un parque público, junto a las instalaciones deportivas que actualmente se hallan en el Tenis Gran Via, y que se reubicarán. “Toda la edificabilidad quedaría por debajo de la Gran Via, como se pedía en las demandas que se presentaron vía contencioso. La alejamos del Hospital de Bellvitge y de las viviendas del barrio”, puntualiza el primer teniente de alcalde. Esa edificabilidad se concreta en 400.000 metros destinados a actividades económicas y docentes (universitarias y posuniversitarias) como el gran paquete, junto a otras partes destinadas a comercial y restauración, residencial no permanente (hoteles) y residencias de estudiantes. En ningún caso, subraya el ayuntamiento, se trata de construcción de vivienda.

Barcelona 7-04-2022 Barcelona. Terrenos donde construiran un cluster biomedico asociado al hospital de Bellvitge (aparece de fondo en la mayoría de imagenes). Actualmente son campos de cultivo de alcachofas, dónde se encuentran algunas masias que el plan de edificación contempla conservar. AUTOR: MANU MITRU

Una imagen de parte de la zona en la que estará el futuro PDU Granvia-Lobregat. / MANU MITRU

Mejorar el acceso al parque fluvial del Llobregat

La reactivación de la puerta sur de la ciudad contempla también la creación de dos zonas verdes en los dos lados de la Granvia para mejorar con pasarelas, y un paso inferior, el acceso al parque fluvial del Llobregat. También el soterramiento de parte de esa gran arteria de entrada a Barcelona, por la que pasan cada día 115.000 vehículos, de los que 20.000 se quedarían en superficie. “Vamos a una movilidad mejorada y sostenible”, recalca Belver. La remodelación de toda la zona, que supondrá una inversión de 202 millones de euros, llegará también a partir de un concurso de ideas internacional para fijar la volumetrías y una imagen global cara a las obras.

Hoy, el nuevo proyecto del PDU Granvia-Llobregat está en la fase de participación ciudadana que plantea la ley de urbanismo, que no estaba vigente con el anterior. Comisión politécnica con grupos políticos y entidades, proceso participativo en el Consell de Ciutat y en el distrito 6 (Bellvitge) y mesas de debate (dos este mes de abril) son los foros que deben pulir un año de gestiones y de aprobación. Las obras se licitarían en 2023, en paralelo a las del otro gran proyecto que afronta L’Hospitalet: el soterramiento de las vías del tren. Y a principios de 2024, según Fran Belver, deberían empezar los trabajos para hacer de lo que hoy es una zona de uso diverso (descampados, cocheras de TMB, parking del Duran i Reynals), semivertedero) un polo de desarrollo económico de la segunda ciudad de Catalunya. 

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