Huelga de limpieza en Barcelona: La CGT mantiene sus paros del 24 al 29 de abril

La huelga de limpieza y recogida de basuras en la ciudad de Barcelona continúa. Pese al acuerdo alcanzado al filo de la madrugada del viernes entre UGT, sindicato mayoritario, y las cuatro empresas licitadoras del servicio, la CGT mantiene en pie su convocatoria. La central considera insuficiente los incrementos salariales pactados por el otro sindicato y llama a los 4.000 trabajadores de los servicios de alcantarillado, recogida de contenedores y barrido de calles a parar desde el domingo 24 de abril y hasta el viernes 29. El Departament de Treball ya fijó los servicios mínimos para las cinco jornadas de paros y, a menos que las partes lleguen a un acuerdo en las próximas horas, la capital catalana sufrirá incidencias en sus servicios de limpieza desde el domingo por la noche.

La amenaza de la primera huelga de la limpieza en Barcelona desde el 1982 sigue bien viva, pese a que tras el acuerdo de UGT el seguimiento y fuerza de la protesta promete ser menor. Desde la CGT han tachado de "traición" el acuerdo firmado 'in extremis' entre la central mayoritaria y las licitadoras FCC -la mayoritaria-, Corporación CLD Servicios Urbanos de Tratamiento de Residuos, Urbaser y Prezero. Este contempla incrementos salariales del 6,6% acumulado por lo que respecta al 2019, 2020 y 2021, a los que cabe sumar otro incremento fijo del 2,5% para este 2022, que podría llegar hasta el 4% dependiendo de cómo acabe el año el IPC. El principal motivo de los sindicatos para ir a la huelga fue que los salarios llevaban sin actualizarse desde hace cuatro años.

La inflación -y la consecuente merma para el poder adquisitivo de los trabajadores- está azuzando diversos conflictos laborales. Dicho indicador está actualmente en el 9,8%, aunque las previsiones para el resto del año es que se vaya moderando. El FMI anticipa que acabará en la media del año en el 5,3% y otras casas, como Funcas, anticipan que superará el 7%. Y la CGT considera que en cualquiera de los escenarios que contempla los trabajadores perderán poder adquisitivo este año con ese tope del 4% de incremento salarial. "Como siempre, el empobrecimiento recae sobre los currelas que somos los que mantenemos la economía para que las empresas sigan teniendo sus beneficios a cascoporros", afirma la central en una circular remitida a la plantilla.

Además de las reivindicaciones salariales, desde la CGT critican que el acuerdo de UGT no contempla otros puntos de la protesta, como la conversión a indefinidos de una parte de la plantilla, que actualmente opera con contratos temporales, ni tampoco la redefinición de varias categorías profesionales.