L'Olla del Rei: donde la naturaleza se abre paso en Castelldefels

El ecologista Ramon Sanahuja condensa lo sucedido en los últimos 20 años en L'Olla del Rei en una frase: “la naturaleza recuperó lo que era suyo”. Así, casi como un milagro, en una zona de dunas -se agacha y lo muestra cogiendo la tierra con la mano y dejándola caer- crecen altivas un pequeño grupo de orquídeas, una de las (desconocidas) joyas de este espacio natural clave para la biodiversidad de Castelldefels. Una zona húmeda de un gran valor ecológico, cuya laguna fue creada en 1998 en el entonces flamante Campus del Baix Llobregat de la UPC y que rápidamente se llenó de plantas, pájaros, anfibios y réptiles.

“La explosión de vida ha sido brutal”, explica emocionado el activista, uno de los miembros más activos de la plataforma ecologista y vecinal Salvem l’Olla del Rei, que persigue proteger esta zona de bosques de ribera y lagunas interconectadas, calificada como Important Bird Area(IBA).

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72 especies

Cuentan -los ornitólogos, no son habladurías- que es frecuentados por 72 especies de pájaros, entre ellos 22 especies protegidas como el ‘blauet’, icono de la plataforma. Basta con pasearse un rato por allí para confirmar que no exageran. El canto de las aves es fácil de escuchar cuando los aviones dan tregua.

Nada más empezar el paseo por el bosque de ribera junto a Sanahuja, se cruza en la escena un conejo, casi como en Alicia y el País de las Maravillas. Los activistas tienen muy claro su objetivo: la modificación del PGM para blindar los terrenos y que dejen de ser urbanizables, evitando que se pueda construir en ellos ni ahora ni nunca. Su actual batalla es que el enclave sea declarado ZEPA (Zona de Especial Protección para los Pájaros).

La primera gran victoria del colectivo fue precisamente evitar la construcción de un gran edificio que ya había empezado a construirse: la ampliación del Institut de Ciències Fotòniques.

"Nos enteramos de que iban a construir cuando vivimos ya las máquinas aquí. Había unas 50 personas trabajando, ya. Pero nos organizamos. Escribimos correos en inglés a todos los investigadores del centro, donde trabajan científicos de muchísimas nacionalidades, explicándoles los valores ornitológicos del espacio en el que pretendían a construir y un día nos juntamos un buen número de vecinos y ocupamos las obras para denunciarlas. Y, no sabemos cómo, pero cogieron las máquinas y se fueron por dónde habían venido", recuerda con merecida épica Sanahuja.

En el lugar en el que lograron detener la construcción, los vecinos hicieron una pequeña balsa con la intención de recuperar las ranas de reineta que bautizaron como Bassa de la Reineta. Una forma constructiva de celebrar su victoria. En el cartel que colocaron para señalizarla, una curiosidad: "¿Sabías que el sapo corredor en condiciones extremas puedo completar la metamorfosis en solo 24 días?".

El Ayuntamiento de Castelldefels pidió en octubre del 2018 al doctor Joan Pino un informe sobre los valores naturales de los humedales que confirma todo lo defendido por los ecologistas. El enclave es un tesoro (que la actual crisis climática hace más necesario proteger que nunca). Además de las aves, el director del CREAF destaca también la presencia de "especies relevantes de plantas con las raíces dentro del agua pero hojas aéreas" y los árboles de los alrededores del estanque.

En el paseo, el activista señala todo lo bueno, que es mucho, y también lo malo (que luchan por cambiar), como el mal estado en el que se encuentran algunas zonas "por dejadez municipal", subraya. Al lugar también van jóvenes a hacer botellones, como delatan los cristales rotos, las botellas de plástico, las bolsas de patatas y las cajas de tabaco vacíos en alguno de los rincones del bosque, que indignan a los ecologistas.

También hay ruinas desde hace lustros allí tiradas, que enojan sobre manera a los miembros de la plataforma, que regularmente organizan brigadas de limpieza del territorio. "Una vez llevamos todos los residuos recogidos a la plaza del ayuntamiento y montamos una exposición con ellos", recuerda.

Otra de las batallas de la plataforma es la lucha contra la contaminación del estanque en episodios de lluvia o avería. "A pesar de las promesas, los vertidos de aguas residuales siguen matando día tras día. Los vertidos de aguas residuales en L'Olla son un delito ambiental y exigimos responsabilidades", subrayan en su manifiesto.

Desde el Ayuntamiento de Castelldefels apuntan que se encuentran "en fase de modificación del planeamiento urbanístico de la zona, junto con las instituciones competentes, como el Incasol y la Dirección General de Universidades (Generalitat) y que han creado una Comisión técnica de desarrollo de la zona, que sigue la directriz principal de preservar y proteger L'Olla del Rei como un espacio singular, un trabajo que se está haciendo en colaboración con diferentes colegios profesionales".

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