Movilidad

El 45% de los motoristas no respetan los pasos de peatones en Barcelona

Barcelona, una ciudad de motos mal aparcadas

Según un estudio del RACC, el 47% asegura que ir en moto por la ciudad es peligroso, aunque un 26% tienen una actitud irresponsable

motos barcelona

motos barcelona / Ferran Nadeu

Carlos Márquez Daniel

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Las motos por Barcelona es una de las imágenes que más sorprenden al turista. Las ve pasando por Provença en la Sagrada Família, en paseo de Gràcia junto a la Pedrera o la Casa Batlló, rodeando el Camp Nou o circulando ante la puerta del parque Güell. Motos por todas partes. O esa es la sensación, porque representan tan solo el 6,2% de los desplazamientos (unos 450.000) pero siempre abren el semáforo, son correosas, más ruidosas que el resto, imprevisibles. Solía decir Manuel Haro, exjefe de la unidad de investigación y prevención de accidentes de la Guardia Urbana, que hay dos tipos de motoristas: los que se han caído y los que se van a caer. Los protagonistas lo tienen claro, pues según una encuesta del RACC, casi el 50% consideran peligroso ir en moto por la ciudad. Pero ojo, el 26% pilotan con el riesgo por bandera. Y el 45% no se detienen en los pasos de peatones. El hambre y las ganas de comer.

Accidente, con dos motos implicadas, en la calle de la Diputació

Accidente, con dos motos implicadas, en la calle de la Diputació / Ferran Nadeu

El RACC ha presentado este jueves un estudio sobre este modo de transporte que concentra el 36% de los accidentes con víctimas. Es decir, que en base a su porcentaje respecto al total de desplazamientos, el riesgo de sufrir un siniestro en moto multiplica por seis el del resto de vehículos a motor. Solo el patinete, que ha disparado su uso y las caídas, se acerca, a esos registros. Si se toma como base del análisis las víctimas mortales, el 51,4% de las personas que han perdido la vida en un siniestro de tráfico desde 2010 iban sobre una moto. Recuerden que suponen el 6,2% de los desplazamientos, y aún así son uno de cada dos fallecidos.

Mucha exposición

Muchos son los elementos que propician esta situación. En las más de 13.000 observaciones realizadas por el automóvil club (ahora 'mobility club' porque los tiempos obligan a adaptarse) en 11 puntos calientes de la ciudad se detectan comportamientos inquietantes. Aunque el problema de la moto, tenga ella o no la culpa, es que las consecuencias siempre le van a ser muy negativas por su elevado grado de exposición. Algo que también sucede con la bici y el patinete, aunque la menor velocidad, en estos casos, reduce la gravedad de las lesiones.

Motos mal aparcadas en una manzana del Eixample. Deberían estar en paralelo a la calzada y no en batería. Y el motorista de la foto debería ir arrastrando la moto por la acera

Motos mal aparcadas en una manzana del Eixample. Deberían estar en paralelo a la calzada y no en batería. Y el motorista de la foto debería ir arrastrando la moto por la acera / Danny Caminal

El porcentaje medio de indisciplina de los motoristas es del 26%, pero el detalle arroja actitudes preocupantes. El 44,9% de las motos no cede el paso en los pasos de peatones, el 44% circulan por las rondas entre carriles y el 36,7% hacen zig-zag para ir ganando terreno. También el 35,6% van por el carril bus y el 28,2% no activan el intermitente antes de girar. Alrededor del 10% (algo por encima o algo por debajo) invaden el carril bici, circulan en sentido contrario para llegar a la cabecera del semáforo o arrancan antes de que el semáforo esté en verde. Este último punto, habida cuenta de que el 37% de los siniestros se producen en los cruces, es especialmente relevante.

Las alternativas

En la encuesta del RACC realizada a 600 personas llama la atención el medio de transporte que los entrevistados aseguran que usaban antes de la moto. Se entiende un poco mejor al comprobar que el 70% de los participantes son menores de 40 años. Así, las cosas, según el estudio, el 78% provienen del transporte público, por solo un 18% del coche y un 23% que iban a pie (suma más de 100 porque era una pregunta de multirespuesta). De hecho, un porcentaje muy similar (75%) señalan el bus y el metro como la mejor alternativa, por un 13% que dicen la bici y un 18% (los que lo dejaron son los que quizás lo recuperarían), el automóvil.

Respecto a ese 47% de entrevistados que sostienen que ir en moto por Barcelona es muy (22%) o bastante (25%) peligroso, el estudio incluye cuáles son algunas de las las razones que generan ese abultado porcentaje. Los entrevistados podían elegir distintas opciones, y el elemento de la ciudad que más inquietud les genera son los carriles bici bidireccionales, cada vez más en desuso por parte del ayuntamiento. El 53% cree que los giros en los que hay uno de estos viales dobles son muy arriesgados. También para los ciclistas y usuarios de patinete, que en 54% también creen que son un punto negro. Tampoco gustan a la moto (el 54% los ven peligrosos) los cojines berlineses, esas protuberancias de caucho colocadas en el suelo para forzar la reducción de velocidad. Ahí les ha dado la razón el presidente del RACC, Josep Mateu, que considera que cambian la trayectoria de la moto y ponen en peligro a los motoristas.

Motocicletas circulando en Barcelona

Motocicletas circulando en Barcelona / Ferran Nadeu

Preguntados sobre su actitud a veces irresponsable, los motoristas se excusan, en un 42% de los casos, en el poco civismo del conjunto de los usuarios de la vía pública. Es decir, me porto mal porque creo que el resto hacen lo mismo. En un mismo grado está la voluntad de llegar deprisa a los sitios y, en menor medida, los hábitos incorrectos que se generan cuando hay atascos. El RACC también ha recogido su opinión sobre las decisiones municipales en materia de movilidad. Mientras la zona de bajas emisiones parece sentar bien al colectivo (la aprueban el 53%), la política de ir eliminando carriles es lo que menos gusta (reprochada por el 59%).

Las sanciones por aparcar mal en acera no gustan al 54%. Y es curioso, porque basta con darse una vuelta por el Eixample para comprobar que la inmensa mayoría de las motos están siempre mal estacionadas en las zonas reservadas al peatón. al tratarse de aceras de menos de seis metros, deberían estar en paralelo a la calzada, pero están casi todas en batería. Para ello, el RACC pide más plazas en calzada, pues en números redondos, tocan a 3,3 motos por plaza (un total de 82.000 en toda la ciudad).