Previsiones 2022

El estreno de un megacrucero de gas alienta la reactivación del puerto de Barcelona

El Costa Toscana iniciará rutas desde la ciudad justo cuando se planea suavizar los protocolos para viajeros

La capital catalana cuenta con 800 escalas reservadas, como en prepandemia, aunque con la incertidumbre de la guerra

BARCELONA 07/03/2022 Barcelona Presentación de un nuevo crucero, propulsado por gas natural licuado, en el muelle adossat. En la foto el crucero Costa Toscana. FOTO de RICARD CUGAT

BARCELONA 07/03/2022 Barcelona Presentación de un nuevo crucero, propulsado por gas natural licuado, en el muelle adossat. En la foto el crucero Costa Toscana. FOTO de RICARD CUGAT / RICARD CUGAT

Patricia Castán

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El nuevo buque insignia de Costa Cruceros, el Costa Toscana, ha zarpado este lunes del puerto de Barcelona simbolizando un paso adelante en la recuperación de esta actividad turística por partida triple. Primero, porque coincide con inminentes cambios en los protocolos sanitarios en los puertos españoles, que en breve supondrá recuperar aforos (hasta el 95%) y poder realizar test 24 horas antes del viaje, dando impulso a estos viajes. También porque devuelve los grandes estrenos a la capital catalana, que siempre ha acogido a barcos de última generación recién construidos. Y tercera, porque suma a las filas barcelonesas un nuevo crucero propulsado por gas natural licuado (GNL), esencial en la reducción de emisiones contaminantes, como paso previo a la electrificación de todo el puerto en 2030.

El nuevo barco de 185.000 toneladas, 337 metros de eslora, 17 puentes y un máximo de 6.730 pasajeros (en plena ocupación) ha lucido en solitario en el Moll Adossat, que poco a poco va recuperando actividad, aunque enero y febrero son tradicionalmente meses de mínimo movimiento. En breve no será necesario hacer el test de antígenos in situ, lo que implicará agilizar los embarques y el acceso de viajeros, ni habrá cuarentas para contactos de positivos. Del mismo modo, los cruceros solo tendrán que dejar un 5% de su espacio para ubicar a posibles contagiados en ruta, lo que llevará prácticamente a aforos normalizados. De momento se mantienen las mascarillas y distancias.

Ese impulso invitaría a pensar en un regreso rápido a la normalidad, siempre y cuando la pandemia no dé nuevos sustos. Sin embargo, la temporada regresa con tanto "optimismo como incertidumbres", explica a este diario la responsable de Cruceros del Port de Barcelona, Mar Pérez. Las navieras ya han puesto rumbo a la plena recuperación de las rutas, hasta el punto de que el puerto catalán tiene unas 800 escalas (sobre todo de inicio y/o final de ruta, lo que es importante en términos económicos para la ciudad) reservadas, casi como en prepandemia. La gran duda es cuál será la respuesta de los viajeros tras tantos meses de cierre o restricciones, pese a que las incidencias en el puerto de Barcelona y en itinerarios de la zona han sido mínimas, y sin cancelaciones.

Evolución y pandemia

Cabe recordar que el balance de 2019 fue de casi 3,2 millones de movimientos de usuarios (que no equivale a personas, porque quienes comienzan y finalizan ruta se computan doblemente), mientras que en 2021 fue de 520.000, en un año de oferta más que diezmada y barcos con aforo recortado. La demanda de los cruceristas dependerá también de un nuevo elemento en juego como es el conflicto bélico, que además de alterar rutas en el Mediterráneo oriental (podrían desviarse al occidental) puede hacer que miles de estadounidenses decidan suspender sus vacaciones en el mar en el viejo continente, por evitar lo que para ellos es proximidad con la guerra.

En este escenario resulta imposible prever cuántos pasarán por Barcelona, sostiene Pérez, que mantiene el reto estratégico de seguir ganando pasajeros con embarque (se dejan unos 230 euros diarios en la ciudad), frente a los que solo hacen escalas de unas horas y desembolsan una media de 57 euros, según un estudio económico. Los primeros favorecen también una inmersión más sostenible en términos turísticos, en la línea con lo que defiende el ayuntamiento de Barcelona.

En este sentido, el Costa Toscana se adentra en las nuevas consignas de la naviera italiana, que aboga por "experiencias más integradas" en los destinos, con más horas de atraque y visitas con guías especiales que ahonden en algún aspecto destacado de cada área. El barco, a la última tecnológicamente, es en sí un pequeña 'smart city' sembrada de paneles y tablets donde preparar las visitas y organizar la vida a bordo sin ningún papel de por medio, ha subrayado Luigi Stefanelli, director general de la marca en España y Portugal . El combustible GNL supone eliminar las emisiones de óxidos de azufre y reducir el 85% las de óxidos de nitrógeno y el 20% de las de CO2, defienden.

Cambios hacia la sostenibilidad

En cuando a vida a bordo, su intención de sostenibilidad se traduce en cubrir todas sus necesidades de agua desalando la marina, se realiza al 100% la recogida selectiva de residuos, se utiliza un sistema de "minimización" de consumo energético para ascensores, lavanderías y demás, y se participa en el programa 4goodfood para reducir el desperdicio de alimentos. Un repertorio de medidas que, junto al diseño, diferencian a los nuevos cruceros de los tradicionales.

Lo que no puede faltar son los elementos que ansían los viajeros: en este caso, un interiorismo colorista que homenaje a la Toscana y sus rincones, 11 restaurantes de todo tipo (incluido uno con menús de tres chefs con estrella Michelin, entre ellos Ángel León), 13 piscinas e hidromasajes, 19 bares-lounge, teatro, casino, cine... Y la idea de más simultaneidad de actividades para mejorar los flujos de pasajeros.

El buque recorre puertos de Italia, Francia y España, y en Barcelona iniciará rutas hasta mayo y a partir de octubre. Junto a otros dos Costa sumarán un total de 148 escalas en la capital catalana este año.

Otras novedades del año serán la llegada del Wonder of The Seas (Royal Caribbean) y las primeras escalas en la ciudad de los cruceros de Virgin y Ritz Carlton. Además, otro gigante como MSC Cruceros mantendrá a Barcelona como uno de sus destinos clave, con oferta todo el año y una terminal propia en marcha.

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