¿Qué 10 cosas debes saber para visitar la Sagrada Família de Barcelona?

Horarios y entradas

Durante todo el añol la basílica se puede visitar de 9 a 18 horas y los domingos, de 10.30 a 18 horas. De marzo a octubre, se amplía el cierre a las 19 horas todos los días y, de abril a septiembre, está abierto hasta las 20 horas. Las entradas pueden adquirirse online en <strong>su web</strong> y cuestan entre 26 euros (incluye visita, app Sagrada Família y audio guía descargable) y 30 euros (visita con guía). El acceso es gratuito para menores de 11 años y discapacitados. También hay precios especiales para grupos, ofertas especiales y jornadas de puertas abiertas coincidiendo con celebraciones como las fiestas de la Mercè.

Fachada del nacimiento

Representa las primeras semanas de la vida de Jesús y está presidida por la alegría. Si miramos atentamente entre las puertas veremos el pesebre con todos los personajes habituales del mismo. En la parte inferior de las columnas hay dos tortugas, pero son diferentes: una es de agua (la que mira hacia el mar) y la otra, de tierra (dirigida a la montaña). Está dividida en tres puertas que representan respectivamente la esperanza (izquierda), la caridad (central) y la fe (derecha).

La basílica

La parte interior representa un bosque repleto de árboles de piedra. La idea de Gaudí era que el edificio se sostuviera mediante columnas que los representaran, con su tronco y sus ramificaciones y los característicos 'trencadissos' con colores verdes y dorados como reflejo del color de las hojas y la luz del sol. Hay columnas de cuatro tipos según el peso que sostienen: beige (piedra arenisca, la más débil), gris claro (granito), negro (basalto) y granate (pórfido, el más resistente).

Las esculturas interiores

Gaudí pensaba que la mejor manera de atraer al público para que entrara en su iglesia era que las esculturas estuvieran en el exterior, para que llamaran la atención. Por ello, en el interior tan solo hay cuatro repartidas por este espacio: las de José, María, Jesús y Sant Jordi, la única de ellas que es figurativa. Igualmente pueden verse los nombres de los santos en las vidrieras de colores.

El altar

Está flanqueado por dos grandes columnas dedicadas a San Pedro y San Pablo. Pero lo que más sorprende es la figura suspendida en el aire de Cristo crucificado, inspirada en la catedral de Mallorca, del mismo autor. Es un baldequino (pabellón que cubre el altar) en cuya parte superior podemos divisar las espigas de trigo y las uvas, en clara referencia al pan y el vino de la eucaristía.

La sacristía

En su interior, el Camí de la Litúrgia, se encuentran diversas velas, bancos y otros objetos litúrgicos que se utilizan en las misas que se llevan a cabo. Pero si vamos hasta el fondo descubriremos los objetos más curiosos: dos grandes armarios de madera (nueva) con la forja original donde los sacerdotes guardan el vestuario, así como cálices y otros elementos eclesiásticos. También es recomendable contemplar su espectacularidad desde el exterior.

La fachada de la Pasión

Repasa los hechos acaecidos desde la última cena hasta la resurrección y predomina la tristeza. Aquí hay tres detalles en los que debemos fijarnos. El primero es el criptograma, una especie de sudoku muy curioso en el que, lo mires como lo mires, siempre suma 33 (como los años de Cristo cuando fue crucificado). Las cifras de cada columna sumadas en horizontal, en vertical, las cuatro esquinas, los cuadrados centrales… Un prodigio de la matemática. La columna de la flagelación del centro, creada por Subirachs conserva un rastro del pasado ya que, en su interior, se halló un fósil de una palma que se dejó visible, ya que es un símbolo del martirio. Por último, en la parte superior central, hay dos soldados con forma de chimenea (en referencia a La Pedrera) y una escultura (de lado) que representa al mismísimo Gaudí.

La escuela

Cuando se inició la construcción, aquella zona era tan solo un campo en las afueras de la ciudad y Gaudí pensó en construir una escuela sencilla para los trabajadores de la obra y los niños de los alrededores donde los conocimientos teóricos eran tan importantes como los prácticos. Pero con él nada era simple. Los ladrillos están dispuestos de manera vertical, tanto las paredes como el techo son ondulados y se soporta sobre una única viga. En su interior se ha reproducido cómo era un aula de aquella época.

Las torres

El proyecto final (aún no acabado) contempla la construcción de 18 torres (ahora solo hay la mitad). Doce estarán dedicadas a los apóstoles, cuatro a los evangelistas, la de la Virgen María y la de Jesús, la más alta, que medirá más de 172 metros coronada por la cruz. Por ahora la más vistosa construida es la de María, de 127 metros, que contiene unas estrellas que representan la corona, el fuste es el manto de la Virgen y en lo alto se halla la recién instalada estrella, de forja y texturas de vidrio que se ilumina de noche y, de día, recibe el reflejo del sol.   

El museo

En el museo, en la planta inferior podremos descubrir múltiples informaciones sobre la construcción del edificio con documentos gráficos, planos o esbozos. Pero lo más importante es fijarse en las maquetas originales. Muchas de ellas se quemaron parcialmente durante el incendio en el estudio del arquitecto pero la mayoría han podido ser reconstruidas. Por ejemplo, podemos ver la de la parte superior de la sacristía, la reproducción del edificio completo que se creó para la Exposición Universal de Bruselas de 1910, los capiteles de las columnas o la curiosa maqueta polifunicular con unos saquitos de arena para calcular el peso de las estructuras.