Nueva cita

Miles de universitarios estadounidenses llegan a Barcelona de fiesta

Los asistentes al Abroadfest relevarán a los congresistas del Mobile para asistir a cuatro días de festival nocturno en la ciudad

Es uno de los mayores encuentros internacionales de estudiantes, que por novena vez vienen a pasar sus vacaciones semestrales

Participantes de anteriores ediciones de Abroadfest, en el momento de registrarse, en Barcelona.

Participantes de anteriores ediciones de Abroadfest, en el momento de registrarse, en Barcelona.

Patricia Castán

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El azar del calendario ha querido que la misma semana Barcelona sea escenario de dos acontecimientos internacionales muy dispares pero que vuelven a colocar a la ciudad en el punto de mira. Como ya sucedió hace algunos años, el ejército de delegados del Mobile se marchará justo cuando ya hayan aterrizado varios miles de universitarios estadounidenses dispuestos a celebrar intensamente sus vacaciones semestrales en el singular Abroadfest, que por novena edición convierte a la capital catalana en su sede europea. Las corbatas convivirán un par de noches en la ciudad con el despliegue juvenil (de 19 a 24 años), que ya ha agotado las entradas para tres de las cuatro noches del festival.

El Abroadfest fue inventando por antiguos estudiantes con ganas de festejar el ecuador de curso. Tiene su versión original en Miami, y a ultramar prima el clima y el ambiente mediterráneo de Barcelona. Durante años ha arraigado hasta contabilizar unos 10.000 participantes estadounidenses (en un 90%) llegados de diversos países europeos donde realizan sus Erasmus o formación en el extranjero. La cifra final de viajeros es casi imposible de cuantificar porque muchas veces aprovechan este descanso para reunirse en la metrópolis catalana con sus familias, o incluso llegan con compañeros de curso de universidades de todo el viejo continente.

Su rastro local es fácil de seguir: en las terrazas y restaurantes de todo el litoral, en rutas de bares y tapas por Ciutat Vella y el Eixample, y en las discotecas locales. No obstante, se les presupone un nivel cultural y adquisitivo alto (como para estudiar en el extranjero) que implica un notorio impacto económico. Los organizadores estimaron 22 millones de euros en una de las últimas ediciones prepandemia. Robert Massanet, al timón del montaje, subraya que más allá de ir de fiesta el festival ha promovido siempre una inmersión "en la ciudad, su cultura y gastronomía", con propuestas y experiencias que muchas veces integran a sus familiares, relata. El gasto por persona y día, fuera de la programación del festival, es de entre 200 y 300 euros, según sus datos. Por las noches, muchos eligen los privados más caros de los clubs.

Cultura y gastronomía de día

La web de la organización promocionaba esa experiencia global en anteriores ediciones, aunque esta vez el evento se ha orquestado en solo tres semanas, una vez reabrió el ocio nocturno. "A todos los inscritos les hemos facilitado directamente información sanitaria, de alojamiento, espacios culturales y restaurantes", añade, en plena contrarreloj para recibir a los participantes, que han empezado a llegar este lunes, pero en su mayoría lo harán el miércoles, cuando se montará el dispositivo de recepción en la sala Sutton. Allí se celebrará una preparty esa noche.

En esta ocasión, los hoteles recomendados y que elegirán muchos asistentes serán el W, el Hilton Diagonal y el Melià Sarrià, además de muchos apartamentos de Airbnb. Las pocas entradas que quedan son para el Sant Jordi Club, el jueves, mientras que ya se ha colgado el lleno para viernes (mismo espacio, hasta medianoche, para 4.000 personas) y sábado (Shöko). El cartel incluye a Tchami, Sam Blacky, Malaa, Acraze, Meduza, R3hab y Nicky Romero, entre otros, subrayan. Y el reto será que la diversión transcurra con civismo, tras muchos meses de calma.

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