Transporte público

Así serán los nuevos vagones del metro de Barcelona

Los 50 nuevos trenes de las líneas 1 y 3 del subterráneo empezarán a desplegarse por la red entre mayo y junio. Serán más accesibles y sostenibles, e incluyen la tecnología para funcionar sin maquinista

Carlos Márquez Daniel

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Basta con leer cualquier etiqueta de ropa o de electrodoméstico para darse cuenta de que todo, o casi todo, está fabricado muy lejos de casa. Por eso sorprende que los nuevos vagones del metro de Barcelona los estén ensamblando personas con nombres tan familiares como Gerard, Jordi, Óscar, Víctor, Pedro, David o Josep. Forman parte de la cadena de montaje de la planta que Alstom tiene a 20 minutos de Barcelona, en Santa Perpètua de Mogoda, donde la empresa francesa construye el futuro suburbano de la capital catalana después de ganar, en julio de 2019, el mayor contrato de la historia del subterráneo de la ciudad: Ni más ni menos que 50 trenes para las líneas 1 y 3. Sostienen que son más accesibles y digitales, y que permitirán avanzar en la eliminación del amianto en la red de transporte público bajo tierra.

Visita a la fábrica de Alstom donde se fabrican los nuevos trenes del metro de Barcelona

Visita a la fábrica de Alstom donde se fabrican los nuevos trenes del metro de Barcelona. /

Una visita de obra de esta magnitud es sin duda otro síntoma de la recuperación de cierta normalidad. La presidenta de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), Laia Bonet, ha comandado la comitiva que a primera hora de lunes ha partido hacia estos enormes hangares que son un gigantesco Lego de construcción de vagones en siete minuciosas fases. Acompañaba a la también concejala de Movilidad el presidente y consejero delegado del Grupo Alstom en España y Portugal, Leopoldo Maestu, que ha explicado que la comanda de la empresa pública de transportes ha sido "un salto en los diseños de metro", puesto que los requerimientos de TMB "han permitido dar un salto cualitativo en la fabricación". En cuanto a tecnología y, sobre todo, en lo que hace referencia a la accesibilidad de las personas con algún tipo de discapacidad.

Junto a la ONCE

Barcelona ya es una de las ciudades con el metro más accesible de Europa (cerca de 95% de las estaciones lo son) y ahora, señalan fuentes de la firma, se da un paso más allá adaptando el vagón para que todos los viajeros puedan desplazarse con comodidad. La Fundación ONCE, de hecho, ha colaborado con TMB para que ningún colectivo quede fuera del suburbano. Las puertas y los pasillos serán más amplios, los cuatro espacios para personas con movilidad reducida estarán sensorizados y sus puertas más cercanas tendrán apertura automática en todas las paradas. Los nuevos vagones también incluyen videovigilancia en tiempo real, puntos de recarga USB (ahora solo están disponibles en la L2) y pantallas que permitirán aportar más información que la que se ofrece ahora, como información sobre la localización de los ascensores de la siguiente estación.

Usuarios del metro de Barcelona

Usuarios del metro de Barcelona / JORDI OTIX

Los 50 nuevos trenes empezarán a circular en junio y el despliegue se realizará por fases, con dos unidades por mes, uno para la L3 y otro para la L1. En verano de 2023, un año antes del centenario de la inauguración de la primera línea de metro en Barcelona, deberían estar todos ya circulando. Al margen de la tecnología y la accesibilidad, la retirada de las viejas series 2.000, 3.000 y 4.000 (los nuevos son los 7.000 y 8.000) permitirá eliminar la presencia de amianto en el material móvil de la red de metro. Y también, ha destacado Bonet, hay buenas noticias para el medio ambiente, puesto que esta inversión de 318,85 millones de euros reducirán 17.000 toneladas de CO2, gracias a su menor necesidad de mantenimiento, a un ahorro de 6% del consumo energético y a la recuperación de la energía que generen los propios trenes.

Alstom ganó el concurso público en julio de 2019. La comanda inicial era de 42 trenes por un importe de 268 millones de euros, pero según señala un portavoz de TMB, el propio contrato permitía ampliar el pedido en un 20%. De ahí salen esos ocho nuevos trenes -la ampliación se firmó en diciembre de 2020- para llegar a los 50 que saldrán de esta enorme fábrica sita en Santa Perpètua de Mogoda. Los 42 iniciales se destinaban a la retirada de las series 3.000 y 4.000 y los ocho restantes permiten jubilar las series 2.000 y dejar dos más ampliar la flota de la L3.

¿Sin maquinista...?

El medio centenar de trenes encargado a Alstom también llegarán con importantes cambios en la cabina, que según explica un portavoz de TMB, se diseñó junto a los sindicatos de la empresa de metro para que fueron lo más prácticos, cómodos y eficientes posible. A preguntas de los periodistas, el director del suburbano, Oscar Playá, ha explicado que las locomotoras que están en fabricación incorporan la tecnología que permitiría que funcionaran sin maquinistas. "Pero eso es algo -se ha apresurado a aclarar- que ahora no está en cartera". Y si lo estuviera, con el Mobile World Congress a la vista, no sería un buen momento de anunciarlo.

Todo esto sucede en un momento de franca y progresiva recuperación del uso del transporte público tras casi dos años de ciertas penurias que han ido de más a menos. El 2020 se cerró con una pérdida del 50% del pasaje, mientras que 2021 terminó con un crecimiento del 27,6%, pero al 68% de la operatividad de 2019, cuando se batió el récord de validaciones con 627,3 millones de viajes. A largo plazo, TMB trabaja con el objetivo de que en 2025, el 65% de los desplazamientos por la ciudad se realicen en transporte público, un 10% más que antes de la pandemia.

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