Ciutat Vella ganará 70 pisos públicos por el traslado de cinco sedes municipales

El concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, ha anunciado este martes una operación “con un horizonte de siete u ocho años” que servirá para ganar vivienda pública. El plan incluye el traslado de 700 empleados municipales al edificio que está en Via Laietana, 8-10, que antiguamente albergaba juzgados de primera instancia y que lleva más de 15 años vacío. El ayuntamiento compró en su día gran parte de ese espacio a la Generalitat.

El traslado permitirá liberar las cinco sedes en las que ahora desempeñan su labor esos trabajadores, que están en distintos puntos del Gòtic. Una vez vaciadas, en ellas se construirán cerca de 70 viviendas protegidas. “Al final de esta operación tendremos un CAP nuevo para los vecinos del Gòtic que duplicará o más la dimensión actual, en la plaza de Pi Sunyer, lo que precisará del traslado de los trabajadores municipales que están allí”, ha relatado.

El concejal aludía con esta frase al hecho de que además de los empleados de las cinco sedes, que están adscritos a diferentes servicios de las gerencias de las áreas de Economía, Recursos y Promoción Económica y de Seguridad, también irán a Laietana, 8-10 los de la Gerencia de Prevención y Seguridad que actualmente están en un edificio de la plaza de Pi Sunyer. Cuando la gerencia lo abandone, eso permitirá ceder parte del espacio al nuevo Centro de Atención Primaria (CAP) Gòtic, el elemento más prioritario de esta operación.

9.000 metros cuadrados

El consistorio está ultimando los pliegos de condiciones para la licitación de las obras de adecuación que serán necesarias en el inmueble de Laietana, 8-10, que suma 9.000 metros cuadrados. La previsión es que las obras empiecen en 2024. Atiendo al cálculo de Rabassa, el proceso se puede prolongar hasta 2030, pero lo que es seguro es que se dará prioridad a liberar espacio para el CAP Gòtic, dado que la necesidad de más espacio de atención sanitaria para los vecinos es una necesidad rotunda desde hace años.

El consistorio anunció a finales de 2020 que el CAP Gòtic se trasladaría a la plaza de Pi Sunyer. En su emplazamiento actual, en el pasaje de la Pau, con unos 1.000 metros cuadrados, y una ciudadanía asignada de cerca de 15.000 barceloneses, se ha visto desbordado, y alguno de sus servicios se ha tenido que trasladar al CAP Drassanes. Mientras espera trasladarse a su sede definitiva, donde contará con cerca de 2.500 metros, el CAP ganó un espacio anexo el año pasado con nueve consultas en la plaza de Joaquim Xirau.

Cinco edificios en el Gòtic

Las cinco sedes que quedarán vacías en el Gòtic están situadas en los números 7, 15 y 32 de la calle de Avinyó, en Ciutat, 3 y en Paradís, 14. Una vez el personal se vaya a Laietana, 8-10, deberán ser acondicionados para acoger vivienda protegida. Rabassa ha afirmado que serán “más de 70” las viviendas ganadas en esos inmuebles para el parque de vivienda de la ciudad, que pese a haber crecido considerablemente en estos años necesita todavía muchos más activos para responder a la necesidad de la ciudadanía.

En total, los cinco edificios suman 5.600 metros cuadrados que serán destinados a vivienda y otros 1.500 en los bajos de los inmuebles que servirán para alojar allí locales comerciales. El consistorio subraya que la operación supondrá un beneficio significativo para el comercio y la restauración del entorno de Laietana, 8-10, por la presencia de 700 personas más, y que incrementará la oferta de vivienda pública en Ciutat Vella, en la que la presión inmobiliaria es elevada.

El ayuntamiento advierte de que el nuevo edificio de servicios municipales será un ejemplo de eficiencia, sostenibilidad y accesibilidad, y de que su entrada en funcionamiento supondrá redoblar la apuesta por revitalizar el espacio después de la conversión del antiguo edificio de Correos en un centro de innovación digital para empresas tecnológicas.