Tom Holland, el tesoro de Barcelona

Esto no es una crítica de cine, que para eso ya están profesionales como Quim Casas. Es, sencillamente, la constatación de que no todo es nefasto para Barcelona, pese a que tantos, de futbolistas a ministros del PSOE, vean a la capital catalana en decadencia. Y no una decadencia cualquiera: dicen que está peor que Madrid, y eso duele especialmente en el eterno clásico entre las urbes.

Estaban los barceloneses preocupados, detenidos en alguna esquina mirándose los zapatos mientras pensaban qué habrán hecho mal, o si todo esto es solo culpa del independentismo, o de Ada Colau, o de ambos, cuando llegó Tom Holland con su sonrisa, su aureola de actor del momento, con la imagen de ser el novio de Zendaya, la actriz del momento. Llegó con 'Uncharted', una película rodada en gran parte en Barcelona en la que los protagonistas buscan un tesoro. La ciudad ha encontrado el suyo en el propio Holland.

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Holland y el Mobile

Y con todo ello, sí, se desata una alegría que algunos juzgarán provinciana, pero es que pintaba que la ciudad bajaba a tercera división, y el apoyo del último Spider-Man resulta reconfortante. No tanto como la constatación de que el Mobile World Congress no se ha ido todavía, pero no deja de ser un espaldarazo.

Sí, Holland también es amable con Madrid, y no desdeña un guiño a Andorra al exhibir su amistad con el 'youtuber' El Rubius. Pero en estos momentos es el 'barcelonés' famoso más barcelonés de los que no son barceloneses que tenemos a mano.

A la vista de todo lo anterior, este diario acudió este viernes a una conocida sala para asistir a la primera sesión comercial de la nueva película de Holland, 'Uncharted', que es la base de esta crónica provinciana, porque el film está repleto de escenas de la ciudad. El asunto estribaba en ver cómo el público vivía ese compartir su localidad en unas imágenes que verá todo el mundo. No hubo llenazo, pero sí bastante público, la mayoría jóvenes, los reconoces porque hablan a gritos, y algunos mayores, apreciables porque buscan su asiento con la linterna del móvil encendida.

Murmullos y aplausos

Al final, hubo algunos aplausos. Y se escuchó un murmullo moderado cuando el principio, en las escenas iniciales rodadas en Nueva York, aparece la primera cita a Barcelona, a una cruz labrada en la ciudad, y a la familia Moncada, presunta financiadora en esta ficción de la expedición de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.

En gran parte, las escenas barcelonesas de 'Uncharted' discurren en el Gòtic, que es una película en sí mismo, ya que el barrio fue parcialmente reconstruido cual decorado cinematográfico por gente que creyó que así era más bonito, aunque resultara algo falsificado. La diferencia con las películas es que el escenario se quedó y en las últimas décadas ha sido motivo de asombro para tantos visitantes que ignoran la verdad.

Holland pasó esta semana por la capital catalana con motivo del estreno de 'Uncharted' y dejó en instagram un mensaje para sacarnos las lágrimas. Junto a una foto suya en la ciudad, escribió: "Mi casa fuera de casa. Força Barça". ¡Toma, futbolista! ¡Toma, ministro del PSOE! Es cierto que un perico podría ahora sentirse parcialmente dolido o solo parcialmente alegre de la devoción barcelonesa de Holland, pero es momento de aunar esfuerzos para combatir la mala imagen.

Los Moncada leen EL PERIÓDICO

La mitad inicial de ‘Uncharted’ recorre Barcelona, en gran parte Ciutat Vella, la iglesia de Santa Maria del Pi, decisiva en la trama, y Santa Maria del Mar, la plaza de Sant Felip Neri, el Born. También aparece la Sagrada Família, se diría que antes de que fuera coronada con la estrella. De entrada, hay una persecución unos cientos de metros por encima de la fuente de Montjuïc, en el techo del pabellón de la Reina Victòria Eugènia.

La familia Moncada, que de existir seguro que estaría financiando a algún alcaldable para las elecciones de 2023, merece un párrafo aparte. Aparecen el hijo, papel que interpreta Antonio Banderas, y el padre, a cargo de Manuel de Blas. Es llamativo donde tienen el despacho: en el Born, por encima de las ruinas descubiertas. Al que quizá no le gustaría la recreación sería al exdirector del Born Centre Cultural que convirtió las ruinas en museo, Quim Torra, después presidente de la Generalitat. Porque la película exhibe la marca Barcelona, y el contexto español, pero Catalunya no existe en ella.

Pasando un segundo de la crónica provinciana al autobombo corporativo, cabe comentar que durante una de las escenas en el despacho del Born, padre e hijo se pasan un ejemplar de EL PERIÓDICO.

Ocho millones para la ciudad

No es fácil vaticinarlo, pero no sorprendería que, de triunfar mundialmente, la película acabe trayendo más turistas a Barcelona. Es algo que quizá el gobierno de Colau no hubiera visto con buenos ojos en 2015, cuando iniciaba su andadura. Pero ahora, pasados los años y con la pandemia, no se deja nada en el plato.

Lejos de mostrar resquemor, el ayuntamiento ha destacado los lugares en los que se rodaron escenas de ‘Uncharted’ y ha ofrecido el dato de cuánto ha ingresado la ciudad por el rodaje: ocho millones de euros. En definitiva, que no se trata de acomplejar a ningún madrileño, pero aquí tenemos playa y a Tom Holland.

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