Educación

El Ayuntamiento de L'Hospitalet pide al Govern "una solución" ante el cierre de la Acadèmia Cultura

El Govern no asumirá las obras de rehabilitación para que el centro concertado del barrio de Collblanc-Torrassa pase a integrarse en la red pública

Acadèmia Cultura de L'Hospitalet

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El Periódico

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El Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat ha pedido a la Conselleria d'Educació que "dé una solución" al personal y familias de la Academia Cultura, en el barrio de Collblanc-Torrassa, ante la nueva notificación, por parte del centro educativo, de que no puede asumir seguir abierto. En un comunicado este martes, el consistorio ha explicado que se trata de un centro concertado de Primaria y ESO que ya anunció a mediados del pasado curso que se veía abocado a cerrar, pero al final se logró la continuidad un año más.

Ahora, ante el anuncio de que el Govern no asumirá las obras de rehabilitación para que pase a ser un centro público, el gobierno municipal ha trasladado su apoyo a la comunidad educativa en una reunión con presencia de dos concejales este martes, a la que la Generalitat, afirman desde el ayuntamiento, no ha asistido. La Conselleria, según el Ayuntamiento, propone recolocar a los 330 alumnos a centros públicos de la zona educativa: los 223 de primaria se trasladarían a los módulos que actualmente ocupa la Escola Ernest Lluch (y durante el primer semestre de 2022 se trasladarían a un nuevo edificio) y queda por definir la escolarización de los 107 estudiantes de ESO.

En cambio, el consistorio ha criticado que la Generalitat "no propone ninguna alternativa" para el personal: pese a haberlo pedido en una reunión con el 'conseller' Josep Gonzàlez-Cambray, la Conselleria replicó que no prevé recolocar a los 25 docentes y que la titularidad del centro deberá asumir las indemnizaciones. Tampoco autoriza el pase del centro a la red pública porque el edificio reúne las condiciones suficientes para superar el estudio técnico: hay problemas de accesibilidad, salidas de emergencia que no funcionan, fibrocemento con goteras y numerosos espacios sin ventilación. Esas obras de reforma tienen un coste de tres millones de euros.

El Ayuntamiento también ha recordado que fue él quien negoció en 2021 con el Arzobispado de Barcelona --propietario del edificio-- una salida para que el centro siguiera en activo un curso más. Ahora ha puesto a disposición de la Generalitat varios solares repartidos en barrios de la ciudad para construir nuevos equipamientos educativos. La alcaldesa Núria Marín ha recordado, a través de su cuenta de Twitter, que el Govern "debe cumplir sus compromisos y dar cobertura a las necesidades educativas del barrio". También el sindicato CCOO ha asegurado que las dificultades del edificio no son excusa "para enviar 30 trabajadores al paro y dispersar 300 alumnos incrementando las ratios".