GALARDONES

Premi Ciutat de Barcelona para la joven militancia cultural de 'La Trini'

La asociación Maletas Viejas, organizadores del potente 'El Charco, el festival de las afueras' y del exitoso L'Orgull de la Trini, levantará el próximo día 15 la prestigiosa 'B' en la categoría de Culturas Populares y Comunitarias

Associació Maletas Viejas a la Trinitat Vella Foto cedida   ja està canviada, la de les escales és la bona

Associació Maletas Viejas a la Trinitat Vella Foto cedida ja està canviada, la de les escales és la bona / Maletas Viejas

Helena López

Helena López

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Por 'El Charco, el festival de las afueras', pero no solo. También por 'L'Orgull de La Trini' y por 'El joves fan coses'. Maletas Viejas recibirá el próximo 15 de febrero en la sala más noble del consistorio el Premi Ciutat de Barcelona en la categoría de Culturas Populares y Comunitarias por su impagable papel como agitadores culturales en Trinitat Vella. Merecido reconocimiento a una entidad que nació en enero del 2018 del empeño de dos chavales, Dani Ruiz y María Martínez, con ganas de crear y disfrutar de las propuestas culturales que les gustaban -fueran las que fueran- sin tener que salir del barrio. ¿Por qué no?

Aunque intentan rehuir de las etiquetas, Maletas Viejas se definen como una "asociación de jóvenes de Trinitat Vella que crea cultura desde la periferia". Esa ha sido desde el primer día su razón de ser, con una rica y diversa programación atravesada por ese orgullo de barrio que llevan por bandera y con una mirada marcadamente feminista y sensible a realidades históricamente invisibilizadas. No en vano uno de sus actos estrella es L'Orgull de La Trini.

La cofundadora de la entidad, María Martínez, tiene hoy 22 años. Igual que Dani, tenían 18 cuando empezó esta aventura que en solo cuatro años no solo ha llenado de cultura -Cultura- calles, plazas, balcones, equipamientos y comercios del barrio -lo suyo es reivindicar y revolucionar cada rincón- sino que se ha logrado ser refugio y trampolín para chavales hasta entonces desapegados del tejido asociativo del barrio y hacerse nada más y nada menos que con uno de los galardones más prestigiosos de la ciudad.

"Es una situación extraña. Por un lado nos están premiando por dinamizar culturalmente Trinitat Vella, pero por el otro, el mismo ayuntamiento nos han multado por organizar otro acto cultural en el barrio", apunta la joven activista cultural con una mezcla de emociones en el estómago.

Maletas nació para que los jóvenes tuvieran más cerca lo que en otros lugares estaban viendo y en su barrio no pasaba

María recuerda que Maletas nació para que los jóvenes tuvieran más cerca "lo que en otros lugares estaban viendo y en su barrio no pasaba". Empezaron creando una minúscula compañía de teatro en el Espai Via Barcino, Señoras Bien, pero en seguida vieron que la sed que tenían de implicarse en el barrio trascendía a lo que podían llegar con un grupo de teatro. "Queríamos hacer más cosas", resume la joven. No en vano uno de sus proyectos estrella es el aplaudido documental 'Els joves fan coses'.

Uno de los actos que María recuerda con más cariño de la primera edición del festival multidisciplinar El Charco fue la ruta de teatro por los balcones de casas del barrio que les gustaban -"para mover a la gente de la plaza y que se atrevieran a pasar por todas partes"-, en la segunda edición organizaron 'microteatro' en los comercios: "En la carnicería de la Montse, en el bar del Santana...", enumera.

Premiados, pero sin local

Si Maletas Viejas se hizo 'grande' a partir de una formación de monitores en el barrio, donde María y Dani conocieron a otros jóvenes a los que explicaron el proyecto y se fueron animando entusiasmados; a partir de Maletas nació la asociación de jóvenes de La Trini. Se reúnen todos los martes por la tarde en la plaza. "Lo hacemos allí para ser visibles y accesibles, pero también porque no tenemos local", aprovecha para reclamar Martínez.

"Lo del premio ha sido una súper motivación para la tercera edición de El Charco", apunta radiante Nadia Vázquez, también de 22 años. "Me gusta estar involucrada en cosas del barrio; cosas que igual yo sola no haría. Somos una pequeña familia", concluye emocionada.

Social y comunitario

Para Rocío Gómez, otra de las exultantes miembros de Maletas Viejas, la entidad es "un espacio muy necesario en la Trini". "A mí lo que me atrapa de Maletas es la labor educativa, social y comunitaria. Ver que la gente responde, que se interesan. La Campaña de Reyes de este año ha sido muy bonita. Es algo que hay que hacer y que tenemos que hacer los jóvenes", reflexiona. Y David Ramírez, otro de los motores de Maletas, subraya también el hecho de lograr que gente que hasta el momento no se involucraba en el barrio se vinculara a él. "Crear espacios con otras miradas. Con una mirada feminista y LGTBI. El primer Charco tuvo como hilo conductor la mujer en la periferia", reivindica.

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