Pleno municipal

El adiós del Hermitage divide a los socios del gobierno de Colau

Janet Sanz se felicita por haber descartado el proyecto y cree que no habrá consecuencias judiciales para el consistorio

Collboni afirma que el PSC no renuncia a que la ciudad acoja el museo, cuyos promotores reclamarán una indemnización

El proyecto del Museo del Hermitage.

El proyecto del Museo del Hermitage. / EL PERIÓDICO

Toni Sust

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Son varias las cuestiones sobre las que los socios del gobierno de Ada Colau, Barcelona en Comú y el PSC, mantienen un desacuerdo total. Son tantas, que antes de reeditar su pacto de gobierno acordaron convivir con el desacuerdo, es decir, que esas diferencias de opinión no fueran motivo de ruptura en este mandato. Una de esas cuestiones es el proyecto del museo Hermitage, que los ‘comuns’ han visto siempre con recelo, cuando no con malos ojos, y que los socialistas, en cambio, defienden.

El caso es que a efectos de la posición del gobierno en su conjunto, que es la que pesa, el rechazo se oficializó y el consistorio renunció al proyecto y con el tiempo primó como alternativa la nueva sede del Liceu en el puerto.

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En este contexto se ha conocido este viernes la decisión de los impulsores del Hermitage de tirar la toalla, informa El País, y centrarse en reclamar una compensación por el dinero invertido y por el lucro cesante, lo que ya no se ingresará porque el museo no tomará cuerpo en Barcelona. Una reclamación que podría superar los 100 millones de euros.

Adiós, franquicia

La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha comparecido ante los medios para mostrar la tranquilidad del gobierno ante el anuncio. De hecho, la concejala ha comentado el asunto por la parte contraria, elogiando el proyecto del Liceu y recalcando que es mucho mejor para Barcelona. “El tiempo nos ha dado la razón. Valía la pena esperar a un proyecto que fuera de consenso y tuviera la potencia del que ha propuesto el Liceu”.

En contraste, ha minimizado la oferta del Hermitage: “El tiempo nos ha dado la razón en que no era necesario conformarse con la propuesta de una franquicia no enraizada en el territorio, que no suscitaba consenso y que no era viable con los datos de los proyectos presentados”.

“Judicialmente, podemos estar tranquilos. Las cosas se han hecho correctamente. En el gobierno hay diferencias, no somos el mismo partido. Pero como gobierno hemos determinado los pasos a tomar. Luego cada partido puede defender lo que cree”, ha afirmado la teniente de alcalde. Alusiones que venían al caso porque al principio del pleno el primer teniente de alcalde y jefe de filas del PSC en el consistorio, Jaume Collboni, ha advertido de que su partido no renuncia a algunos proyectos, entre los que ha destacado el Hermitage.

Desacuerdo

El pleno ha acogido otro debate sobre una cuestión en la que los socios no acaban de ir a la una: la apuesta por la celebración los Juegos Olímpicos de Invierno del 2030. La presidente del grupo de Junts, Elsa Artadi, ha presentado una proposición que reclama que el ayuntamiento apoye la decisión que se tome en la consulta a la población en el Alt Pirineu y el Aran.

En realidad, el debate sugiere que las posiciones sobre los juegos han llevado a los partidos a mantener hasta tres o cuatro posiciones distintas. Por un lado están los que quieren que se celebren y los que no. Y entre los primeros, los que reclaman que Barcelona y Catalunya apoyen más la colaboración con Aragón y tengan claro que es España quién pide los juegos. El PP, Ciutadans y Valents (nueva denominación de Barcelona pel Canvi) han incidido en este argumento. Collboni se ha sumado a esta tesis al abogar por trabajar junto a “los hermanos de Aragón”.

Nieve artificial

La proposición de Junts ha sido aprobada con el apoyo de ERC y el de Ciutadans; el rechazo de PP, Valents y la concejala no adscrita –que han recelado de que el Govern quiera ir por su lado- y la abstención del PSC –que no se ha entendido mucho- y Barcelona en Comú. El partido de Colau tira pelotas fuera con este tema y ni lo rechaza del todo ni lo respalda: “Si el Pirineu vota que sí, Barcelona estará allí”, ha dicho el teniente de alcalde Jordi Martí”. Como la alcaldesa hizo esta semana, Martí ha sugerido que el cambio climático lleva a pensar que en 2030 hará más calor que frío. El concejal ha recordado que el 20% de las pistas catalana están cerradas y que muchas de las que abren lo hacen gracias a la nieve artificial.

Luego se ha debatido otra proposición sobre los JJOO, de Valents, que instaba al gobierno local a apoyar la candidatura olímpica, que también ha prosperado con al apoyo del PSC, PP y Ciutadans y la abstención de Junts, ERC y Barcelona en Comú. Votaciones y matices que tienen bastante más relación con el slalom político que con el gigante.