Apertura de puertas

Homenaje a Ricardo Bofill en su estudio-taller de Sant Just

Familiares y amigos del arquitecto, fallecido el día 14, acuden a La Fábrica en una visita libre para conocer su lugar de trabajo y profundizar en su obra con fotografías, maquetas de proyectos y proyecciones de entrevistas

El Periódico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El emblemático estudio de Ricardo Bofill ha abierto esta mañana sus puertas en una celebración de recuerdo y homenaje tras su fallecimiento, a los 82 años, el pasado 14 de enero. Uno de sus dos hijos, el también arquitecto Ricardo Bofill, y compañeros de profesión como Fermín Vázquez y Daniel Mòdol han acudido a primera hora al acto, que permanecerá abierto hasta las seis de la tarde de mañana jueves. Ha congregado a familiares, amigos y allegados que para entrar en el espacio han debido hacer una inscripción previa y disponer del pasaporte covid.

El taller conocido como La Fábrica ofrece una visita libre para conocer su espacio de trabajo y profundizar en su obra con fotografías, maquetas de sus proyectos y proyecciones de entrevistas del insigne arquitecto con reconocimiento en todo el mundo. No podía haber mejor lugar para el homenaje, un espacio que Bofill descubrió en 1973 y que se convirtió en algo más que un sitio para elaborar sus proyectos.

El propio arquitecto había dejado constancia de ello por escrito: "Actualmente aquí vivo y trabajo mejor que en cualquier otro lugar. Este es para mí el único sitio donde puedo concentrarme y asociar ideas de la manera más abstracta. Tengo la impresión de vivir en un universo cerrado que me protege del mundo exterior y el día a día. La Fábrica es un lugar de trabajo por excelencia. Aquí la vida transcurre como una secuencia continua, con muy poca diferencia entre el trabajo y el ocio. Tengo la impresión de vivir en el mismo entorno que originó la Revolución Industrial en Catalunya".

La seducción del espacio también llegó a los vecinosque la han visitado aprovechando el homenaje. Mariona Salas, de Sant Just Desvern, vive en un bloque de pisos al lado de La Fábrica. "Cuando supimos que abrían las puertas corrimos para buscar entradas", ha explicado a la agencia ACN sobre su curiosidad de conocer por dentro un espacio tan presente en su vida. Otra vecina de Sant Just, Montse, también ha recordado que es un lugar que los vecinos de Sant Just tienen muy presente. "Todos hemos venido de pequeños a jugar en las afueras del taller de Ricard Bofill".