Invierno estival
1 de enero y día de playa en Barcelona con calor de récord
El Observatori Fabra registra la noche más cálida de su historia de esta fecha, con 16 grados, y la temperatura más alta en un mes de enero: 22,1
Las playas de Barcelona, el primer día del año. /
Por qué confiar en El Periódico Las playas de Barcelona han sido este primer día de 2021 una insólita pasarela de moda, tanto de abrigos y jerseis, más en la mano que puestos, como de camisetas estivales de manga corta y bañadores. Hasta los 22 grados se han encaramado las temperaturas en las horas más soleadas del día, eso después de que el Observatori Fabra registrara dos récords sin antecedentes en sus 107 años registros. La mínima nocturna en los termómetros de esa estación meteorológica de referencia fue en el tránsito de 2021 a 2022 de 16 grados, algo mucho más que insólito. El anterior récord de Nochevieja calurosa fue la de 1961, con 11,2 grados, y antes de esa fecha había que remontarse a los años 1926 y 1931, con 9,6 grados. De día también se batió un récord, aunque en este caso por muy poco. El térmometro subió hasta los 22,1 grados en el Observatori Fabra, una cifra sin antecedentes en un mes de enero. El dato más parecido se registró en 2016, cuando el 8 de enero la temperatura fue de 21,8 grados.
El 1 de enero de 2022 pasará a la historia (a la espera, claro, de lo que suceda en años venideros) como un día excepcional. Las celebraciones de Nochevieja, como consecuencia del toque de queda, fueron comedidas. En las playas, cuando cerraron los locales a la una de la madrugada, hubo algunas celebraciones espontáneas, pero nada desproporcionado en comparación con lo sucedido en otros momentos de 2021. Lo sorprendente ha venido después, tras amanecer.
En el centro de la ciudad y la costa, fruto de la inversión térmica, la temperatura no fue tan alta como en el Observatori Fabra. La mínima en algunos de esos lugares rondó los 8 grados. Pero a la que la irradiación solar comenzó a aumentar, justo ahora que el día comienza ya a percibirse más largo, la sensación de calor aumentó y lo que podía haber sido una mañana de calles desiertas como consecuencia de los lentos despertares terminó por convertirse en una jornada muy atípica de 1 de enero en las playas.
Agua del mar a 15 grados
En esta jornada suelen ser célebres los primeros baños que en muchas ciudades organizan algunos clubs náuticos, que ya fueron suspendidos en algunos casos hace un año por la pandemia. Ese primer baño tenía en esta ocasión menos mérito. El agua estaba, cómo no, fría, a 15 grados, pero el paisaje playero parecía indicar lo contrario. Cientos de personas ocupaban la arena, la mayoría vestidas de tobillos a cuello, pero conforme avanzaban las horas y aumentaba el calor era cada vez más fácil descubrir a alguien con bañador y, llegado el momento, dándose un chapuzón en el mar.
El pronóstico del tiempo es que este episodio de calor tiene los días contados y que a media semana, cara a la jornada de Reyes, las temperaturas volverán a ser las propias de esta época del año.
