Guardia Urbana y Mossos se desplegarán contra las fiestas ilegales de Nochevieja en Barcelona

El toque de queda ha hecho variar todo el operativo previsto inicialmente por el Ayuntamiento de Barcelona para la Nochevieja. Sin campanadas ni celebración popular en la avenida de Maria Cristina y sin ocio nocturno, la prioridad será el control de posibles fiestas ilegales en el espacio público o en interiores, donde no se pueden reunir más de 10 personas. La Guardia Urbana implantará dispositivos para garantizar que la ciudadanía no esté en la calle después de la una de la madrugada y para velar por el civismo y la seguridad, informan fuentes municipales.

Las diversas patronales del ocio han alertado de la previsible proliferación de botellones y fiestas ilegales que tendrá lugar esta noche, al estar prohibida la actividad del ocio nocturno.

Los Mossos perseguirán las fiestas ilegales y los botellones en Nochevieja

Con el reto de un nuevo Fin de Año con restricciones, la policía municipal reforzará su presencia en los espacios públicos "realizando funciones de proximidad y prevención, para hacer cumplir las medidas de seguridad sanitaria, especialmente a partir del 1.00 horas con el inicio del toque de queda", ha precisado el consistorio. El ayuntamiento ya reforzó un 15% los operativos desde el inicio de la campaña navideña.

La Guardia Urbana reforzará el dispositivo específico por el control de fiestas ilegales que incluye la monitorización de las redes sociales para detectar posibles convocatorias. En domicilios particulares se atenderán las quejas vecinales ante fiestas que generen molestias y excedan el límite de 10 personas reunidas. Otro foco de atención serán los establecimientos de convivencia, para que cumplan con la normativa de cierre y horario legal de venta de alcohol.

Plazas y playas

Los agentes priorizarán la vigilancia y el control de calles y playas con un refuerzo del servicio en horario nocturno, coordinado con los Mossos d'Esquadra, que ayer ya informaron de su operativa. Como siempre, habrá especial atención a las llamadas zonas calientes, como el centro de la ciudad, el litoral y diversas plazas.

Según enfatiza el ayuntamiento, el dispositivo tiene el objetivo de velar por el "cumplimiento de las medidas adoptadas por las autoridades competentes en relación a la COVID-19", así como controlar el uso intensivo de los espacios públicos y "corregir el consumo de alcohol de forma colectiva a la vía pública" --o sea, los botellones-- y el consumo de sustancias estupefacientes en el espacio público.

También se perseguirá la venta ambulante no autorizada y se combatirán comportamientos que generen molestias al vecindario y conductas que comporten una alteración de la convivencia y/o la degradación del espacio público.

La llegada de turistas por Fin de Año también ha incrementado los robos en los puntos más concurridos, por lo que los agentes realizarán funciones de prevención de seguridad ciudadana y actuaciones "destinadas a evitar la comisión de actos delictivos", así como conductas que provoquen alteraciones del orden público. También se encargarán de las funciones de proximidad, auxilio y asistencia a los ciudadanos, y la vigilancia general de los espacios públicos.

Transportes Metropolitanos de Barcelona ha prolongado la circulación de Metro, FGC y TRAM hasta las dos de la madrugada el viernes y vigilias de festivo.