HISTORIAS METROPOLITANAS... 8

Can Zam: 45 años de lucha vecinal por una Santa Coloma más verde

Las imágenes de la manifestación de 1976 contra la edificación en el parque forman parte de la memoria colectiva de la ciudad, igual que las de la acampada por el mismo motivo en 2002

Casi en 2022, la Plataforma en defensa de la Serra de la Marina i Can Zam sigue en pie de guerra en la defensa del gran parque "verde y frondoso que la Santa Coloma necesita"

SANTA COLOMA DE GRAMENET 22/12/2021 Barcelona. Històries Metropolitanes 8 Santa Coloma de Gramenet Parlem amb la plataforma en defensa de Can Zam. FOTO de ZOWY VOETEN

SANTA COLOMA DE GRAMENET 22/12/2021 Barcelona. Històries Metropolitanes 8 Santa Coloma de Gramenet Parlem amb la plataforma en defensa de Can Zam. FOTO de ZOWY VOETEN / ZOWY VOETEN

Helena López

Helena López

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Una de las imágenes icónicas de la lucha vecinal de Santa Coloma es un carro tirado por un burro y seguido por decenas de vecinos entrando en los terrenos de Can Zam en la histórica manifestación de 1976. Reivindicaban un gran parque y evitar que allí también se construyeran más pisos. 45 años después, Josep Pitarque, Carles Valls, Antoni Sancho, Miguel Ordóñez y Antonio Molina, miembros de la Plataforma per a la Defensa de la Serra de Marina i Can Zam, pasean por esas mismas tierras para rememorar las victorias logradas -algo que nunca está de más- y repasar las no pocas asignaturas pendientes. Tienen claro que no se rendirán hasta que Can Zam sea “el parque urbano verde y frondoso que Santa Coloma necesita”, empeño que les ha movido -y de qué manera- durante las últimas décadas. Tan míticas como las fotografías de la manifestación del 76 son las grabaciones de la acampada del 2002 para evitar, de nuevo, la construcción de pisos. 

La cita es en el cruce entre la avenida Pallaresa -donde se levantan desafiantes los polémicos edificios Cúbics- y la calle de Víctor Hugo, arteria que cruza la integridad del espacio peleado. Los vecinos no han elegido el lugar al azar. “Aquí es donde empieza el parque que por el que batallamos, el parque de 30 hectáreas”, empiezan la ruta insistiendo en la reivindicación de fondo que es que ayuntamiento y AMB reconozcan el parque como toda la pastilla -las 30 hectáreas recogidas ya en el Pla Popular- y trabajar a partir de ahí espacio por espacio.

Miembros de la Plataforma Serra de la Marina i Can Zam pasean por el parque, este miércoles.

Miembros de la Plataforma Serra de la Marina i Can Zam pasean por el parque, este miércoles. / ZOWY VOETEN

La primera parada -y reivindicación- del paseo es la Masia de Can Zam. La última en activo que queda en toda la ciudad, que desde los movimientos sociales piden al consistorio que la compre para preservarla y abrirla al vecindario (hoy por hoy está semioculta desde la calle tras un muro). "Ya han reservado una partida presupuestaria para hacerlo, pero veremos", sentencian al respecto con un punto de esperanza. El primer paso está dado.

"En una gran primera lucha, en los setenta, se logró que no se edificara, pero con el paso de los años cada vez que hacía falta un equipamiento en la ciudad lo ponían aquí, y fueron llenando los terrenos", prosiguen los activistas vecinales al pasar junto al IES Puig Castellar, el primero que se construyó en la ciudad. "En un primer momento no había ningún problema en que levantaran aquí equipamientos. En muchas ocasiones eran instalaciones muy reivindicadas, el problema fue concentrarlos todos aquí sin tener un proyecto único de parque. Este puede ser un parque equipado, no pedimos que quiten los equipamientos que ya hay, pero debe entenderse como tal", señalan.

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Chavales haciendo una clase de educación física en el parque de Can Zam, en Santa Coloma, con el característico barrio de Les Oliveres al fondo. / ZOWY VOETEN

Uno de los temas más preocupantes para los vecinos movilizados es la actual gran zona de conciertos, estos días ocupada por una carpa de circo. Espacio primero célebre por acoger los macroconciertos organizados por Justo Molinero o, actualmente, el Barcelona Rock Fest. "Nos venden que es para proyectar la imagen de Santa Coloma al mundo y resulta que el festival se llama Barcelona Rock Fest", ironizan insistiendo en que su reivindicación no es que no se programen actos culturales en el parque sino el formato de los mismos. "Se pueden hacer conciertos, pero no de un formato tan bestial; programar actos a una escala más humana", sentencian.

La respuesta municipal

Fuentes municipales señalan que "el espacio baldío" que sirvió en su día para almacenar los materiales para las obras de la L9 del metro es objeto de un "proyecto inicial de mínimos" incorporado en el Pacto Local para la reconstrucción social, económica y cultural de Santa Coloma, firmado por todas las fuerzas políticas del consistorio en verano de 2020. "No es pues un proyecto definitivo, es un proyecto que pretende mejorar la seguridad y accesibilidad, así como incrementar el espacio verde. Por ello, se plantarán más de 80 árboles, habrá zonas de recreo y se instalará alumbrado público", señalan desde el equipo de gobierno, que añaden que "este no es el único proyecto que se pondrá en marcha en 2022 en la zona para mejorar la biodiversidad y la calidad ecológica del parque de Can Zam". La misma voz municipal anuncia también que el próximo año se pondrán en marcha las obras del Refugio de Biodiversidad del río Besòs, que finaliza precisamente a la altura de Can Zam en su primera fase.

Desde alcaldía insisten también en que estas actuaciones responden al proceso participativo en el que más de 5.000 personas expresaron su opinión, un proceso muy cuestionado por la plataforma, que critica que lo que el ayuntamiento vende como un proceso participativo abierto no es otra cosa que una "encuesta interesada enviada a determinados grupos de población" y lamentan que el consistorio no tuviera en cuenta las alegaciones presentadas el pasado mes de julio por 23 entidades del municipio.

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