Gran operativo policial

Detenido en Barcelona uno de los traficantes más buscados del mundo

Cae en una operación de la Guardia Civil un hombre marroquí que dirigía desde el barrio de Poble Sec un entramado mundial de tráfico de hachís y cocaína

El helicóptero que ha irritado a numerosos vecinos de madrugada seguía la redada con una cámara térmica

Detención de Fikri Amellah, supuesto líder narco del Estrecho, en la calle Blasco de Garay de Barcelona, el pasado día 14.

Detención de Fikri Amellah, supuesto líder narco del Estrecho, en la calle Blasco de Garay de Barcelona, el pasado día 14. / Jordi Otix

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Guillem Sánchez
Guillem Sánchez

Redactor

Especialista en Sucesos, tribunales, asuntos policiales y de cuerpos de emergencias

Escribe desde Barcelona

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Juan José Fernández

La Europol hacía años que sabía de la existencia de una organización dirigida por un esquivo ciudadano marroquí capaz de mover sigilosamente grandes cantidades de hachís y cocaína. Pero no lograba dar con él. Lo que permitió ubicarlo finalmente fue una investigación que agentes de la Guardia Civil libraron hace año y medio contra el conocido ‘clan de los Castaña’. Al seguir la pista de su principal suministrador de droga, dieron con un individuo de máximo interés también para policías de Bélgica y Francia. Al descubrir la relevancia del investigado, las pesquisas pasaron enseguida a manos de la UCO (Unidad Central Operativa) y su avance puso la lupa sobre un grupo de ciudadanos marroquís afincados en el barrio de Poble Sec de Barcelona, concretamente en domicilios como el 1o 1a del número 9 de la calle de Blasco de Garay. Desde allí, uno de los traficantes más buscados del mundo dirigía su organización criminal de tráfico de hachís y cocaína sin levantar ninguna sospecha. 

Detenido en el Poble Sec de Barcelona uno de los traficantes de droga más buscados del mundo. / JORDI OTIX / VÍDEO: GUILLEM SÁNCHEZ

Helicóptero con cámara térmica

Este domicilio y otros situados muy cerca -en el cruce entre calle de Blai y Blasco de Garay- han sido el foco principal de un despliegue del instituto armado que ha comenzado a las seis de la madrugada y ha contado con un helicóptero que grababa desde el aire, con su cámara térmica, cómo se desarrollaba todo. Desde la comandancia de Sant Andreu de la Barca, sede principal del instituto armado en Catalunya, seguían en directo las imágenes que enviaba la aeronave observadores de cuerpos policiales de los distintos países implicados en dar caza al sospechoso. Este ha sido el motivo que ha obligado al helicóptero a situarse tan cerca de las casas de los vecinos del Poble Sec y romper así el sueño de medio vecindario que ha expresado airadamente su malestar a través de las redes sociales.

Importación de droga

Según las fuentes consultadas por este diario, la fortaleza de esta organización residía en dos aspectos. El primero era su capacidad para importar droga, tanto hachís procedente de Marruecos como cocaína traída desde América, e introducirla en Europa a través de España. Para esta finalidad, la ubicación de Barcelona resulta idónea. La segunda era el control de muchos negocios legales para blanquear el dinero negro generado con la compraventa de droga. Según los vecinos, varios de los arrestados en Poble Sec, de origen marroquí, poseían restaurantes. Uno de los registros más largos se ha llevado a cabo en la heladería Tropicana, que hace poco tiempo fue adquirida por esta red. Oficialmente, la Guardia Civil confirma que ha habido 17 detenidos este martes: 15 en Catalunya y 2 en Galicia. Los 15 ‘catalanes’ se reparten entre Cerdanyola y Barcelona. Los ‘gallegos’ han caído en Vigo. Casi todos son de origen marroquí. 

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El epicentro de la operación estaba junto a este domicilio. Los hombres de confianza del líder también residían cerca de él, gestionando presuntamente los establecimientos dedicados al blanqueo de capitales. Según fuentes policiales, dar con él ha resultado tan complicado debido a la discreción que había impuesto en la organización, una vida espartana que no levantara sospechas, sin opulencias que llamaran la atención. 

Los vecinos que han convivido con uno de los traficantes más buscados del mundo no lo habían notado. Sabían solo que en el 1º 1a había un “piso de árabes” y que eran tranquilos, que no se metían en líos.