Comercio

El puente en el centro de Barcelona: "Vendemos más que antes del covid"

Las grandes tiendas del paseo de Gràcia y Portal de l'Àngel registran un aumento de ventas durante el puente, mejorando incluso las cifras anteriores a la pandemia

Barcelona  6/12/2021  Compras puente de diciembre  FOTO: JORDI OTIX

Barcelona 6/12/2021 Compras puente de diciembre FOTO: JORDI OTIX / JORDI OTIX

Elisenda Colell

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Es imposible seguirle el ritmo. En menos de un minuto la abordan tres clientes y un compañero. Que si el cheque regalo no funciona, que si no hay una talla más grande, que si se puede entrar en el probador, que si hay que bajar al almacén... Es la encargada de la tienda de ropa Pull&Bear en el Portal de l'Àngel, y va de arriba a abajo sin descanso. "Lo de este puente está siendo una locura, incluso estamos vendiendo más que en 2019", se sincera. Como esta, las grandes tiendas del centro comercial de Barcelona vuelven a vivir un puente frenético de compras, y son varios los que admiten que incluso están mejorando los datos de la Navidad anteriores a la pandemia. Sin embargo, los comercios más pequeños se lo miran cabizbajos. "Hay mucha más gente por la calle, pero comprar... poco".

"Llevamos toda la semana en positivo", explica desde la caja registradora Verónica Martínez, encargada de una de las varias tiendas de Mango en el paseo de Gràcia. Estar en positivo para esta tienda significa que superan los ingresos que habían hecho el diciembre de 2019. Un registro que llevan hora a hora. "Este fin de semana ha ido muy bien... pero en realidad llevamos un mes y medio muy bueno", dice. Una comparativa de ventas, al alza, que confirman varias tiendas del eje comercial. El encargado de una famosa cadena de ropa interior en el mismo paseo de Gràcia confirma que ellos también están superando la facturación de 2019. "El puente está siendo muy fuerte", explica. En el Pull&Bear de Portal de l'Àngel, incluso, ponen cifras. El domingo cerraron caja con 10.000 euros más que el mismo día de hace dos años, antes de la pandemia.

La vuelta del turismo

Parte de este éxito se explica por la vuelta del cliente internacional que acostumbra a pasear y comprar por los ejes comerciales más céntricos. "Clientes de Marruecos, Alemania, Egipto, Estados Unidos, México... les echábamos de menos y están empezando a venir. Si no fuera por ellos no tendríamos estos datos de ventas", cuenta Martínez. "Se vuelven a oír idiomas", bromea otro dependiente. "Las Navidades anteriores todos los clientes eran gente de aquí, ahora ya vamos oyendo otros idiomas, pero sobre todo europeos. Y son los que compran más", añade. Una premisa que repiten muchas otras tiendas de la zona. Una dependienta señala también el regreso del cliente oriental. Aunque el público francés y del norte de Europa es bien recibido en todos los comercios consultados.

La Rambla, el lunes, llena de paseantes.

La Rambla, esta tarde llena de paseantes. / JORDI OTIX

Algunos trabajadores de estas grandes tiendas también creen que el efecto navidad pospandémica ha tenido que ver. "El año pasado la gente no quería salir a comprar, hacía lo mínimo e iba con miedo, piensa que estaba prohibido entrar en los probadores", explica la empleada en el Portal de l'Àngel. "Ha habido un efecto rebote de 2020, la gente no se gastó el dinero la Navidad pasada y ahora se mantiene el pulso de las Navidades como antes", agrega el dependiente de la tienda de ropa interior.

"Este fin de semana ha ido muy bien... pero en realidad llevamos un mes y medio muy bueno"

"A ver, nosotros nos ganamos la vida con los clientes internacionales pero funcionamos distinto, nuestros clientes quieren poca gente en la tienda, una atención personalizada...", cuenta una dependienta de una lujosa tienda en el paseo de Gràcia. "Nosotros no estamos como en 2019 ni de coña, pero si es verdad que esta mañana he tenido una venta de 2.000 euros, hago cuatro así y ya tengo el día hecho", sonríe. En este caso, explica, la mayoría de clientes son rusos y alemanes. Los primeros no han vuelto. Los segundos, apenas un 20%. "Nos hemos reenfocado a la población local... pero claro, ahora con el puente están en la segunda residencia", cuenta.

También Carmen está con los brazos cruzados en una zapatería de la calle de Pelai. "Bien no nos va, ya lo ves, está vacío", suelta. Según ella, el problema es que la gente no tiene dinero. "Pasan, miran... pero no compran, y esto es porque ha bajado el poder adquisitivo, van a lo barato", sigue. También lo achaca las compras en internet, que solo han hecho que crecer. Y hace una descripción muy precisa. "Hay mucha gente en la calle... pero llevan pocas bolsas".

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