Nueva luz sobre Barcelona

La Sagrada Família culmina con éxito la colocación de su nueva estrella luminosa

El elemento se ha instalado con suma cautela debido a sus más de cinco toneladas y se inaugurará e iluminará el 8 de diciembre. Los vecinos la consideran una "anécdota" y siguen a la espera de una decisión final sobre la fachada de la Glòria, en la calle de Mallorca

La Sagrada Familia corona la torre de la Virgen con una estrella de doce puntas

La Sagrada Familia corona la torre de la Virgen con una estrella de doce puntas. /

Carlos Márquez Daniel

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Pasadas las 10.30 horas, la grúa ha cedido cable justo encima de la torre de la Virgen María, la que será, tras la de Jesús, que todavía debe levantarse, la segunda columna más alta de la Sagrada Família. Ha soltado alambre para depositar, con extrema suavidad y cautela, la nueva estrella que estrenará iluminación el 8 de diciembre, coincidiendo con el día de la Inmaculada. Desde la calle, respiración contenida por parte de los visitantes y vecinos, que con la mano sobre la frente para evitar el sol, han seguido la maniobra. Disparidad de opiniones: me gusta, no me gusta. Pasa un poco como con el templo en sí. En cualquier caso, otro paso más en la eterna construcción de la basílica. Este, algo más simbólico que cualquier piedra, por la concordia que destila el nuevo elemento, tal y como ya anunció en su presentación hace tres semanas el cardenal arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, que habló de “hecho histórico” después de un año “de oscuridad y lucha incansable”.

Un total de 12 puntas, un diámetro de 12,5 metros, un peso de 5,5 toneladas, a una altura de 138 metros y con un coste aproximado de 1,5 millones de euros. Y capaz de soportar impactos de elementos que se acerquen a 100 kilómetros por hora. La estrella se inaugurará el 8 de diciembre con una serie de actos que se prolongarán hasta entrado el mes de enero. Durante la presentación de este evento quedó clara la vocación del templo de convertir la estrella en símbolo de concordia y maridaje de la basílica con el barrio y con la ciudad. Habrá 'castellers', conciertos, pasacalles, misas, concursos escolares, danzas populares, 'trabucaires' y exposiciones. Es decir, un esforzado intento de que la Sagrada Família no sea percibida por la ciudadanía como un mero monumento para turistas. La estrella, con forma de dodecaedro, está construida con vidrio texturizado con una estructura de acero inoxidable en las aristas. Los cristales se verán iluminados por el sol durante el día y, durante la noche, la luz surgirá del interior, desde los focos instalados en la base.

La Sagrada Família, con la estrella ya colocada en la torre de la Virgen.

La Sagrada Família, con la estrella ya colocada en la torre de la Virgen María / JOAN CORTADELLAS

"Aire vecinal"

No están tan de celebración, ni mucho menos, en la asociación de vecinos de la Sagrada Família. Su veterano responsable de temas de urbanismo, Juan Itxaso, sostiene que el tema de la estrella no les genera ni frío ni calor, que es una mera "anécdota" que tapa asuntos mucho más importantes. Y que lo intentos de confraternizar con el barrio no llegarán "con actos con aire vecinal". El tema que más les ocupa y les preocupa sigue siendo el de siempre: la fachada de la Gloria, en la calle de Mallorca, en concreto, el futuro de las dos manzanas, hasta la calle de Aragó, afectadas por la monumental escalinata y la avenida que debería dar acceso a la entrada principal de la basílica. Curiosamente, o no tanto, esta delicada cuestión quedó al margen del acuerdo alcanzado entre el patronato del templo y el gobierno de Ada Colau en octubre de 2018, por el cual se regularizaba el permiso de obras a cambio de que el arzobispado invirtiera 36 millones de euros en la zona en los próximos 10 años.

La estrella, colocada en la torre de la Virgen de la Sagrada Família.

La estrella, colocada en la torre de la Virgen de la Sagrada Família / JOAN CORTADELLAS

"Nos venden ese acuerdo como si la Sagrada Família nos hiciera un favor, pero en el fondo se trata simplemente de que cumplan lo que establece la ley catalana de Movilidad, es decir, que están obligados a pagar el mantenimiento del entornos de la basílica". Itxaso recuerda que el pacto entre el templo y el ayuntamiento contemplaba la creación de una comisión de seguimiento sobre las obras. Se queja de que todavía no se haya celebrado una sola reunión, de que nadie les diga nada. De que sigan como hace 30 o 40 años: sin saber qué sucederá en la ladera mar del monumento. "Nuestra sospecha -comparte- es que no tienen ninguna intención de pactar nada con los vecinos. Creo que la idea del patronato es tirar adelante con las obras y dejar esto para el final. Así podrán decir que ya lo tienen todo terminado y que ya no pueden dar marcha atrás". Por eso los vecinos han reclamado al consistorio, sin suerte, que detenga el proyecto constructivo (que ya ha tenido un obligado parón con la pandemia) hasta que se resuelva el futuro de la fachada de la Gloria.

Los vecinos no saben

Lo único que aprobó el pleno del ayuntamiento en febrero de 2019 fue el voladizo enorme destinado a ser punta de lanza de la futura escalinata, elemento que queda fuera del plan especial urbanístico. Es decir, es como entrar en un banco con una media en la cabeza y una bolsa en la mano con el símbolo del dólar impreso e intentar no dar sensación de que se viene un atraco. No saben qué pasará con los 3.000 vecinos teóricamente afectados. No saben si la propuesta vecinal de los tiempos del alcalde Xavier Trias de reducir de 900 a 150 el número de viviendas afectadas sigue en pie. Lo único que saben, dice este líder vecinal, es que "la Sagrada Família lleva más de 130 años actuando de espaldas al barrio, con total opacidad y ganando mucho dinero".

Tampoco saben, ni ellos ni el propio patronato, cuando terminarán las obras. Esteve Camps, presidente delegado del patronato, dijo hace unas semanas que a finales de 2022 se podrá aventurar una nueva fecha de conclusión del templo. Antes de la pandemia se hablaba de 2026. A día de hoy, los ingresos por la venta de entradas están un 40% por debajo de los meses anteriores a la pandemia. "No tenemos una bola de cristal sobre el regreso del turismo", detalló. Itxaso, en cambio, no parece tener tanta prisa ni echar tanto de menos a los forasteros. "En verano teníamos cerca de 15.000 visitantes al día, es insostenible... No estamos en contra del turismo, pero sí en contra de la cantidad ingente de turistas".