LA CIUDAD DESIGUAL

La brecha digital (también) va por barrios

14.000 barceloneses sufren todavía exclusión digital en la capital del móvil, lo que les dificulta el acceso a cada vez más derechos

El plan 'Connectem' reparte 400 ordenadores, conexiones a internet y formación digital a familias vulnerables de Trinitat Nova

Lidia Fernández

Lidia Fernández / JORDI COTRINA

Helena López

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Sonríe con los ojos sobre su mascarilla roja. "Es el primer ordenador de mi vida", le explica agradecida y contenta a la chica que le entrega dos cajas, una con un portátil y otra con un ruter. La barcelonesa Lidia Fernández tiene solo 30 años, pero jamás hasta este viernes había tenía un ordenador propio. De hecho, el portátil que sostiene en sus manos no es solo para ella; es también -y casi sobre todo- para su hijo, de seis años, y su sobrino, el hijo de su hermana, de nueve, de quien la joven es tutora legal. Su familia pasó prácticamente todo el duro y largo confinamiento solo con su móvil, hasta que hacia el final de la cuarentena Save the Children les entregó una tablet para los niños. "Crecí en Aldeas Infantiles SOS, viví allí entre 1999 y 2007 y sí había ordenadores, claro, pero teníamos uno para 40", recuerda la mujer, una de las 400 vecinas -el 80% son mujeres- de Trinitat Nova que participa en el proyecto piloto municipal 'Connectem', que ha puesto a disposición de 400 vecinos de este barrio de Nou Barris 400 ordenadores, conexiones a internet y formaciones en tecnología de este barrio vulnerable.

"Internet es la puerta de entrada al resto de derechos, el de la salud, la educación...", sentencia el comisionado de Innovación Digital, Administración Electrónica y Buen Gobierno Michael Donaldson Carbón, quien destaca que una encuesta realizada este año para evaluar la exclusión digital en la ciudad señala que el 8% de los hogares todavía no disponen de ningún tipo de conexión a internet, y que, de ellas, el 28% es por una cuestión económica. En números absolutos serían unas 14.000 personas desconectadas en la capital del móvil, que se concentran, como casi todas las desigualdades, en barrios concretos, como Trinitat Nova, de ahí que este proyecto piloto, en que tan importante como la entrega de los dispositivos es asegurar la buena conexión y saber usarlos, se lleve a cabo aquí. "El 99% de la población tiene un 'smartphone', pero con un 'smartphone' no puedes hacer un currículum", añade el comisionado rompiendo prejuicios.

Sira Saho, vecina de Trinitat Nova.

Sira Saho, vecina de Trinitat Nova, con su nuevo ordenador. / JORDI COTRINA

La entrega de los ordenadores y la explicación del proyecto -gestionado en coordinación con el Institut Escola Trinitat Nova y los servicios sociales- se hace por turnos. Este viernes son una veintena de personas -la inmensa mayoría madres- en la sala de actos del flamante 'casal' de barrio. Una de ellas es la luchadora Lidia.

Confinados con cuatro adolescentes

Otra es Sira Saho, de 37 años y madre de cuatro niños de 16, 15, 12 y 11. Cómo vivió el confinamiento encerrada con cuatro chicos adolescentes es algo que solo ella sabe. "En el colegio nos dieron una tablet por familia, pero una para los cuatro. Se la iban pasando, como mi móvil, que iba también de mano", rememora esta madre, que explica que para hacer los deberes se descargaba los correos electrónicos en su teléfono y copiaba los ejercicios en un papel para que sus hijos lo hicieran a mano. "Así practicaban caligrafía", le echa humor la mujer, quien también quiere aprovechar la entrada en el proyecto para reaprender a usar el ordenador ella misma. "Yo me saqué el curso de auxiliar administrativa con 18 años, pero hace ya tanto tiempo que ya no me acuerdo de nada y necesitaré la formación", apunta. De hecho ese es uno de los objetivos que persigue el programa. Usar el interés de las madres por ofrecer lo mejor a sus hijos como gancho para ayudarlas a ellas.