Barceloneando
Los JJOO, la CUP y Kilian Jornet
Los vientos de Glasgow azotan la ciudad dándole vueltas a la candidatura olímpica del 2030. ¿Qué diría Antonio Franco, el gran periodista catalán al que recuerdan sus más estrechos colaboradores?
Si en algo pondríamos de acuerdo a la mayor parte de los barceloneses es que los Juegos Olímpicos de 1992 marcaron un antes y un después. El éxito organizativo fue de tal magnitud que la marca Barcelona dio la vuelta al mundo y se vivió una época de esplendor de la que ahora solo queda el recuerdo. Digo esto porque esta semana se ha presentado la Plataforma Stop JJOO y como principal valedor estaba, vía telemática, el ultrafondista y esquiador de montaña Kilian Jornet. A Jornet aquellos juegos le pillaron con 5 años, no obstante, sorprende que tras casi 10 años residiendo en Noruega se posicione con tanta rotundidad contra la candidatura Pirineos-Barcelona 2030.
Quizá el problema es que nadie le ha explicado que las actuales normas que impone el COI para poder celebrar unos Juegos son muy estrictas respecto a la sostenibilidad y el modelo económico. El propio miembro del COI Juan Antonio Samaranch explicaba hace unos días que no se tienen que construir ni instalaciones ni infraestructura nuevas para celebrar unos juegos. O sea, que no está previsto levantar ningún trampolín como aseguró la alpinista Araceli Segarra. A Jornet, que está considerado por el Consejo Superior de Deportes deportista de alto rendimiento (DAN), le gustaría competir en unos Juegos, pero no acepta el actual modelo. Está en su derecho, como lo están los miembros de la Plataforma o los de la CUP que exigen al Govern que retire cualquier partida económica a cambio de aprobar los Presupuestos. En fin, lo que tiene que hacer el Gobierno, el Govern y el COE es explicar claramente el proyecto. Quizá entonces hasta Jornet cambie de opinión y Pirineos-Barcelona 2030, como ocurrió en el 92, sea una candidatura del agrado de casi todos. De lo contrario será no al aeropuerto, no a los Juegos y no a todo…
La bandera del 2030
Hoy domingo se colgará una bandera en el antiguo mástil de la escuela Pedagògium de la plaza del Sol del barrio de Gràcia. No será una bandera cualquiera y no responderá a ninguna tendencia política. La iniciativa parte de Flag Lab que han trazado un proyecto con vocación de ciudad y de creación cultural. La idea es colgar ocho banderas hasta junio del 2022 que apelen a los valores reflejados en la agenda 2030 respecto a la sostenibilidad, fin de la pobreza y la acción por el clima. Flag Lab ha firmado un acuerdo con la escuela Eina y la Fundación Suñol.
La cigüeña de Emilio
El Colegio de Periodistas otorgó a título póstumo este lunes el Premio Oficio de Periodista a Antonio Franco. Un premio que llega tarde, aunque el resultado final acabó en un emotivo y merecido homenaje. Hablaron cuatro periodistas, además de Emilio Pérez de Rozas. Emilio, que era hermano de Carlos y como Carlos era hermano de Antonio, también era hermano del homenajeado y dejó claro que Antonio fue un tipo irrepetible. Un día ‘papá Pérez de Rozas’ le dijo a Emilio cuando era pequeño: ‘No sabes la suerte que has tenido que la cigüeña no te haya dejado en el portal de al lado’. ‘Y sí, fue una suerte porque así pude coincidir con Antonio´. Explicó el propio Emilio. Xavier Vidal-Folch dijo de Franco que fue el ‘gran director’ tras la dictadura y que trataba a todo el mundo con respeto. Josep Cuní, que agradeció su amistad, destacó su rigor tan simpático como contundente. Joan Tapia, que fue su principal competidor cuando ejercía de director de 'La Vanguardia', habló de su innata intuición periodística y Neus Tomàs, ahora directora adjunta de Eldiario.es, explicó que conoció a Franco hace años en una manifestación contra el racismo, subrayó también la valiosa aportación de impulsar la edición de EL PERIÓDICO en catalán y recordó que este país no le ha hecho justicia. Pues sí, tiene razón. En este país solo nos acordamos de los grandes cuando no están.
Manel Fuentes, solidario
Un apunte final para destacar el concierto que este miércoles ofreció Manel Fuentes en la Sala Luz de Gas. No fue un concierto más de su Bruce Spring’s Team. Fue un concierto para ayudar a la sala en su compromiso con la música en directo. Como el propio Springsteen, Fuentes lo dio todo y, además, pagó de su bolsillo a los músicos. Al final, Fede Sardá subió al escenario en otra noche para recordar tras un año y nueves meses cerrados. Que no pare la fiesta.
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