Proyecto del consistorio

Arrancan las obras para convertir el recinto industrial de Can Batlló en un parque

El espacio tendrá con 26.000 metros cuadrados de vegetación, áreas de recreo, zonas para perros y un espacio para huertos urbanos

Las obras durarán alrededor de 14 meses y contarán con un presupuesto total de 24,8 millones de euros

Render de la zona ajardinada de Can Batlló

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Barcelona empieza la metamorfosis para transformar el antiguo recinto de fábrica de Can Batlló, en el distrito barcelonés de Sants-Montjuic, en un espacio verde. Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona, este domingo ha arrancado la primera fase de las obras con la actuación en un área de 26.000 metros cuadrados y con un presupuesto de 12,3 millones, de los que 5,2 los aportarán los propietarios de fincas colindantes.

El consistorio ha explicado que las obras en este parque del barrio de La Bordeta se prolongarán catorce meses y se desarrollan en el lado sur del recinto. El proyecto prevé la plantación de un bosque y la construcción de un camino de agua que recorrerá todo el espacio y cuyo trazado definirá los distintos espacios. Este riachuelo será un elemento paisajístico que recorrerá todo el parque, desde su comienzo junto a la calle de Constitució hasta la Gran Via.

Pero no todo será transformación. El proyecto, de hecho, plantea mantener el patrimonio industrial de la zona, con la integración de las fachadas de las antiguas naves industriales, así como espacios existentes como el destinado a perros, huertos comunitarios y zonas de juegos infantiles. Las fachadas de los bloques fabriles se utilizarán como elementos de decoración en el jardín y en su interior se instalarán pistas deportivas y juegos infantiles, además de ser zonas de tránsito.

Espacio popular y sostenible

Según explica el Ayuntamiento, el proyecto responde al resultado de la consulta popular hecha en el pasado mandato municipal. El objetivo, argumentan, es convertir ese espacio "en un referente de sostenibilidad, vida comunitaria y espacio ciudadano", además de "mitigar los efectos del cambio climático y la disminución de la contaminación atmosférica y acústica". Este aspecto, de hecho, destaca como una de las claves en el diseño de este espacio, con "una estrategia clara para promover al máximo sistemas de captación de energía y los mecanismos necesarios para el drenaje de la lluvia".

Las obras ahora en marcha, impulsadas por el Institut Municipal d’Urbanisme (IMU), afectan aproximadamente a la mitad del espacio de zona verde del parque, que suma unos 47.000 metros cuadrados, e implican la demolición de dos bloques de la antigua fábrica, de los que solo se mantendrá la fachada. La ejecución del total de obras previstas en el parque tiene un presupuesto que ronda los 24,8 millones.

Nuevas instalaciones

Los árboles que conformarán el bosque previsto se plantarán a lo largo de las fachadas que dan al parque de los edificios de las calles Parcerisa y Constitució, lo que servirá también para reducir el impacto acústico y solar en los inmuebles colindantes. En las paredes, además, se instalarán sistemas que permitan el crecimiento de plantas trepadora para generar espacios de sombra.

La explanada central del parque se ha diseñado como un gran prado arbolado, en el que confluyen caminos, y con una vegetación baja que permitirá la visualización de las fachadas de diversas naves, para recordar así el origen industrial del recinto. Las plantas que se colocarán serán autóctonas para facilitar su mantenimiento, además de arbustos, vivaces y césped natural.

En la zona central se creará también un área de recreo para perros de 645 metros cuadrados. En el entorno de la masía de Can Bruixa se situarán los huertos urbanos, con una superficie prevista de 1.110 metros cuadrados, cerca de los edificios de la calle Constitució.

El consistorio también recuerda que más adelante, en la segunda fase de las obras de este parque, también está prevista la instalación de 3.520 metros cuadrados de placas fotovoltaicas y que el recinto tendrá tres grandes zonas de infiltración para favorecer que el agua recogida se filtre en el subsuelo. En la segunda fase del proyecto también se creará otra área de juegos infantiles junto a la futura escuela de la calle Parcerisa, un "skatepark", un anfiteatro y una fuente ornamental.