Entrevista

Malika Favre: “He convertido a la Mercè en la reina de Barcelona, la he empoderado”.

Malika Favre

Malika Favre / Ferran Nadeu

Natàlia Farré

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Hija de padre francés y madre argelina, Malika Favre (1982) es la flamante ilustradora del cartel de la Mercè de este año. Tras estudiar diseño en Londres y ejercer allí durante 16 años con trabajos para 'The New Yorker', 'The New York Times', 'Vogue', 'Vanity Fair'... antes de la pandemia decidió instalarse en  Barcelona buscando sol y calidad de vida. Afirma que pasea por la ciudad siempre mirando hacia arriba, fascinada por los detalles que esconden fachadas y balcones. Apunta que lo suyo es el pop-art y el op-art, y que el cartel es un homenaje a la ciudad. Ahí están sutilmente representados el ‘panot’, la sardana, el escudo, las torres de la Sagrada Familia y los mosaicos hidráulicos del Eixample. Las primeras 15.000 copias regaladas por el ayuntamiento se han agotado. Habrá más. 

Se declara enamorada de Barcelona, ¿qué tiene la ciudad que le gusta tanto?

¡Muchas cosas! Me cautiva su arquitectura, hay tanta historia en Barcelona cuando caminas por la calle, en las paredes, en las puertas, en los balcones… La gente lo ve cada día y lo encuentra normal, pero no lo es, no todas las ciudades son así. Y para mí, como artista, es una inspiración constante. También me entusiasma su luz. La luz te da sombra y yo trabajo mucho con luces y sombras. Barcelona tiene la luz perfecta. Es una maravilla. Y el aire del mar y la gente, me encanta la gente, tengo muchos amigos ya de antes de mudarme. Me enamoré de Barcelona por todo esto. Es una ciudad que me inspira. También hay un poco de caos, por eso también me gusta, da energía. 

Hasta hace poco venía de visita, ahora vive aquí. ¿Sigue cautivada? 

No tengo las mismas sensaciones de antes de instalarme, por supuesto, entre otras cosas porque me he dado cuenta de cómo funciona la Administración y de la burocracia. En este aspecto la diferencia con Londres es brutal, pero al final te acostumbras. Pero no la veo peor. No digo que la ciudad esté perfecta pero yo nunca voy a barrios saturados como el Gòtic. 

¿Demasiados turistas?

¡Hay mucha gente que puede decir que yo soy parte del problema! Sí que hay mucha gente borracha en la calle. Creo que no hace falta atraer a los turistas con gintónics a 2 euros, porque la riqueza visual, histórica y arquitectónica de Barcelona ya es lo suficientemente atractiva de por sí.

"No hace falta atraer a los turistas con gintónics a 2 euros, porque la riqueza visual, histórica y arquitectónica de Barcelona ya es lo suficientemente atractiva de por sí"

Habiendo vivido tantos años en París y Londres, ¿no le queda pequeña la ciudad?

Cuando llegué pensé ‘Oh, es un pueblo’, pero comparado con Londres, que es gigante, pero ahora ya no lo pienso. Cuando me di cuenta de que por mi trabajo podía vivir en cualquier parte del mundo, también me di cuenta de que donde quería vivir era en Barcelona. En Londres hay demasiada presión y demasiada lluvia. Aquí hay más sol, más amigos a los que ver y más vermuts que tomar. Me encanta. 

En las redes afirma que el encargo del cartel de la Mercè fue un regalo de bienvenida.

En septiembre de 2019 caminando por la calle vi el cartel de Maria Corte por toda la ciudad y gigante. Me flipó. No hay muchas ciudades que utilicen tanta ilustración como Barcelona. Pensé ‘que bueno, es la fiesta de la ciudad y molaría hacer el cartel’ pero no me imaginé que dos años después me llegaría el encargo. Cuando me lo propusieron fue increíble y tuve claro que lo haría. 

"El cartel lleva los símbolos de Barcelona en toda su imagen: en la corona, en el vestido, en los pendientes... Es un homenaje a la ciudad y a la Mercè"

Ha logrado lo imposible, que guste a todo el mundo.

¡No lo esperaba! Estaba preparada para las críticas, ya que me habían advertido de que pasaría. Es normal que la gente opine, pero que no haya generado polémica es increíble. El secreto es que a la gente le gusta la belleza y el cartel es bonito. Mi trabajo siempre ha sido muy estético, pero aunque la estética es importante, no puede ser vacía, tiene que tener una historia detrás, y este tiene mucha simbología de Barcelona. Es un homenaje. Yo quería hacer un homenaje a la Mercè. Dibujar un personaje que hablara del pasado y a la vez fuera moderno. Esta mujer es un símbolo, es la Mercè y es Barcelona. 

La figura está llena de simbología de la ciudad. 

Lleva Barcelona en toda su imagen: en la corona, en el vestido, en los pendientes…. No me gusta explicarlo porque los símbolos son obvios, aunque están un poco escondidos, se ven. La gente hace muchas hipótesis: que la luz es el mapa de Catalunya; el pelo, una referencia al caballo de Botero; los ojos son de Rosalía… Es divertido. Lo que sí es cierto es que el vestido, que es casi de ‘haute couture’, lo dibujé a partir de los mosaicos hidráulicos que he visto en pisos de amigos. El resultado es una reina mediterránea. La Mercè, como Virgen, siempre se representa como una figura protectora de la ciudad, con la mirada baja y muy en el papel de madre; y yo la he querido convertir en la reina de Barcelona, le he levantado la cabeza y la mirada, la he empoderado. La he hecho menos Virgen y más reina.