Análisis

La reducción del tráfico durante la pandemia adultera los resultados de la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona

Tráfico en la Ronda Litoral de Barcelona

Tráfico en la Ronda Litoral de Barcelona / El Periódico

Verificat

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Hace más de un año y medio que la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Barcelona está en funcionamiento y el 15 de septiembre se cumplirá un año desde que el Ayuntamiento empezó a aplicar sanciones a los vehículos que no seguían las restricciones. Se trata de una área urbana donde, desde enero de 2020, determinados vehículos no pueden acceder porque son considerados demasiado contaminantes. Nos habéis preguntado a través del consultorio de Instagram de Verificat si la ZBE ha servido para reducir el nivel de contaminación en la ciudad, tal como pretendía. Las emisiones se han desplomado en el último año, pero esta bajada está más relacionada con la reducción del tráfico a causa de las restricciones por la pandemia que con la ZBE.

Con la declaración del estado de alarma en marzo del 2020, el Ayuntamiento de Barcelona retrasó la entrada en vigor de las sanciones que estaba prevista para el 1 de abril y, finalmente, las multas por incumplir las restricciones se empezaron a poner a partir del 15 de septiembre, hace casi un año. Durante este tiempo, el tráfico en la ciudad no ha sido el mismo que antes de la pandemia de la covid-19 y las emisiones de contaminación llegaron a mínimos históricos, según el informe anual de la Agencia de Salud Pública. Por eso, como los datos de contaminación de 2020 fueron anómalos y en 2021 se han mantenido algunas restricciones de movilidad, la comparativa con las emisiones del 2019 queda desvirtuada.

Xavier Basagaña, doctor en Bioestadística por la Universidad de Harvard e investigador del ISGlobal que ha participado en el primer informe de evaluación de la ZBE en la calidad del aire, afirma a Verificat que gran parte de la reducción de las emisiones ha sido debida a las restricciones de movilidad y que estas han tenido incluso un mayor impacto que el previsto en un principio por la ZBE. Cuando se puso en funcionamiento esta medida, se pretendía reducir los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) un 15%, pero finalmente esta reducción ha sido “más importante si miramos datos del 2019 al 2020 o de los primeros meses de 2019 y los mismos del 2021”. Entre los meses de septiembre y noviembre de 2020, cuando ya no había confinamiento y se habían empezado a aplicar las sanciones, las emisiones de NO2 se redujeron un 25% respecto a la media de los mismos meses de 2015 a 2019.

Otra razón para atribuir en gran parte la reducción de emisiones a las restricciones es el hecho que en zonas externas a la ZBE también se han visto caídas importantes de los contaminantes, según afirma Basagaña.

Si miramos los niveles de contaminación de los primeros cinco meses del 2021 y los comparamos con el mismo periodo del 2019, en la estación de tráfico situada en el Eixample de Barcelona vemos que la contaminación se ha reducido con la pandemia y todavía no ha vuelto a los niveles anteriores. Por ejemplo, las emisiones de NO2 en mayo de 2021 fueron un 35% más bajas que las del mismo mes de 2019. 

¿Cómo se mide la calidad del aire?


Dos de los principales indicadores que miden la polución de los vehículos son el dióxido de nitrógeno (NO2) y las partículas contaminantes (PM 2.5 o PM 10, en función de su grosor). El Plan de mejora de la calidad del aire de Barcelona estima que un 60% del NO2 que respira la ciudadanía es emitido por el tráfico rodado. Y un estudio realizado por el Barcelona Supercomputing Center va más allá y calcula que un 20% de la contaminación del aire por NO2 en Barcelona se debe al exceso de emisiones de los vehículos de gasolina.

El límite legal de la UE y la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para proteger a la población de los efectos nocivos para la salud del NO2 es de 40 microgramos por metro cúbico al año. En el caso de las micropartículas (PM10), el límite de la UE está en 40 µg/m³ y el de la OMS, en 20.

En Barcelona, en 2020, las emisiones de dióxido de nitrógeno bajaron de 47 µg/m³ de NO2 en febrero a 19 µg/m³ en abril, durante el primer estado de alarma. Pero después del verano, las emisiones volvieron a aumentar hasta situarse en 46 µg/m³ de NO2 en noviembre. En 2019 la media mensual de NO2 se encontraba por encima de estos niveles.

Los efectos de estos contaminantes en la salud ya están demostrados con estudios científicos, como el que realizó el ISGlobal posicionando Barcelona como la sexta ciudad europea con mayor mortalidad asociada al dióxido de nitrógeno a principios de 2021.

El tráfico no ha vuelto a los niveles prepandemia y las emisiones tampoco


Según el informe que evalúa la ZBE durante su primer año, la reducción total del tráfico (en vehículos por kilómetro recorrido) de 2020 respecto a 2019 ha sido del 26,7%. En algunos puntos, como el Eixample, en pleno estado de alarma, en abril, esta reducción era de un 80%. Pero, a partir de julio de 2020 volvió a aumentar, a pesar de no llegar a las cifras anteriores a la pandemia. De hecho, en julio de 2021 el nivel de tráfico en días laborables continuó siendo un 8,2% más bajo que antes de la pandemia y esto facilitó que los niveles de contaminación fueran comparativamente más bajos, según el informe mensual que hace Barcelona Contaminación.

¿Cómo funciona la ZBE y quién no puede circular?


La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) es una área de Barcelona delimitada por la Ronda de Dalt en el oeste y por la Ronda Litoral al este, a partir de las cuales los coches más contaminantes no pueden acceder a la ciudad de lunes a viernes entre las siete de la mañana y las ocho de la tarde, a excepción de algunos casos específicos. Aun así, las dos rondas no entran dentro de esta área y, por tanto, no están afectadas por las restricciones. En total, es una superficie de 95 kilómetros cuadrados y es la única zona de bajas emisiones activa actualmente de España, después de que la de Madrid (de 5 kilómetros cuadrados) quedara anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid el verano pasado y el Tribunal Supremo haya desestimado el recurso contencioso-administrativo presentado por Ecologistas en Acción.

A la ZBE de Barcelona, a fecha de hoy, tienen restringida la entrada aquellos coches de gasolina anteriores a la norma Euro 3 (matriculados antes del 2000) y los de gasóleo anteriores a la norma Euro 4 (habitualmente registrados antes del 2005 o 2006, según la norma), así como las furgonetas matriculadas antes del 1994 y las motocicletas previas al 2003. Los vehículos que de momento han tenido el acceso restringido a la ZBE representan alrededor del 70% del parque circulante, según el estudio de evaluación de la ZBE. Los vehículos pesados como los camiones también tenían que tener la movilidad restringida a partir de este verano, pero finalmente se ha decidido ampliar la moratoria hasta el 1 de enero de 2022 para los camiones y autocares pequeños y hasta julio de 2022 para los autocares de transporte colectivo.

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