Tras los problemas de Gràcia y Sants

Barcelona estudia ajustes en la Mercè para evitar un alud de botellones

Batlle apuesta por ampliar horarios de terrazas y del metro para "buscar espacios de descompresión"

Botellón en Sants el pasado fin de semana, durante su fiesta mayor.

Botellón en Sants el pasado fin de semana, durante su fiesta mayor. / Manu Mitru

Patricia Castán

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Las imágenes de botellones y descontrol nocturno de los últimos fines de semana de fiesta mayor en Gràcia y Sants han puesto en guardia al Ayuntamiento de Barcelona cara a los festejos de la Mercè. El teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, ha lamentado este lunes la "explosión de incivismo" registrado en Sants desde el viernes, a la par que ha reivindicado ampliar otras vías de ocio nocturno para frenar la actividad ilegal y ha anunciado que estudiarán posibles ajustes en la fiesta de la ciudad, que comienzan el próximo día 23.

En plena polémica por los crecientes botellones que han acompañado al final del toque de queda, el edil es partidario de "descomprimir" la situación de aglomeraciones en puntos calientes, replanteando "la actividad nocturna". De momento, pone sobre la mesa una posible ampliación de las terrazas de los bares para que los jóvenes tengan otras opciones de socializar después de las 00.30 horas más allá de las concentraciones sin control en plazas, fiestas y playas, donde se consume alcohol pese a la prohibición en las ordenanzas municipales. Con el mismo objetivo de fomentar los "espacios de descompresión", es partidario de prolongar el horario del metro. Defiende hacer un ajuste que abarque a distintos ámbitos y no solo el policial con la vista puesta en las inminentes decisiones del Procicat.

Ante la proximidad de las fiestas de la Mercè, del 23 al 26 de septiembre, ha enfatizado que este año se programarán actividades con aforos limitados e inscripciones previas para descongestionar la afluencia en cada espacio. Pero tras los incidentes de los últimos fines de semana, Batlle ha llamado hoy al teniente de alcalde de Cultura, Jordi Martí, para plantear si se debería hacer algún un ajuste en los dispositivos previstos. Está previsto analizar la organización y los espacios de fiesta para que puedan ser seguros e introducir cambios si fuera necesario, han agregado fuentes municipales.

Llamamiento al civismo

El responsable municipal de Seguridad ha admitido que ha sido "un fin de semana complicado", aunque enfatizando que las mismas situaciones se producen en otras ciudades de España, Catalunya y el área metropolitana de Barcelona.

Para Batlle, los responsables de esta situación son "los que provocan los altercados", por lo que ha hecho un llamamiento al civismo, tras expresar su preocupación por las aglomeraciones y altercados que se produjeron sobre todo en el parque de la Espanya Industrial las noches del jueves, viernes y sábado pasados.

Pese a todo, ha concluido que no sucedió "nada especialmente grave" y defendido que el dispositivo de la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra estaba correctamente dimensionado, con un balance de cerca de 1.000 sanciones.