El nuevo tramo de colector de la Diagonal hasta Girona estará acabado el 21 de diciembre

El colector de aguas que discurre por la Diagonal, obra del siglo XIX, se vio desbordado hace tiempo. Su función es recoger y transportar aguas residuales y pluviales que vienen de los barrios del lado montaña de la Diagonal. Construida de forma tradicional, con un ancho máximo de 5,6 metros y una altura de hasta 3,6 metros, su capacidad se ha quedado pequeña y ello lleva, en función de las precipitaciones, a que en ocasiones la canalización se sature y el agua acabe sobresaliendo en algunos tramos. Y había que arreglarlo.

Para evitar que el agua emerja por los imbornales y las tapas de la alcantarilla, para acabar con esos episodios que inundan la superficie, el consistorio empezó a construir un nuevo colector, de 3 metros por 3,5, que discurre en paralelo al existente. Es decir, la infraestructura se desdobla y multiplica por dos su capacidad. El viejo colector tiene un caudal máximo de 96 metros cúbicos por segundo, capacidad que una vez funcione el nuevo ascenderá a 160 metros cúbicos por segundo. El desdoblamiento, el nuevo colector, tiene que llegar hasta la plaza de Francesc Macià. Pero lo hará de forma escalonada en función de otra infraestructura, la del tranvía.

El ayuntamiento ha organizado para este miércoles una visita en el tramo de nuevo colector que va de paseo de Sant Joan a Girona, 309 metros de obra, que según los datos municipales están completadas en un 72% a estas alturas. El presupuesto es de 7,7 millones de euros y estaba previsto que estuviera finalizado en enero de 2022.

Labio de presa

El proyecto es de la empresa municipal Barcelona Cicle de l’Aigua (BCASA) en colaboración con la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), y la ejecuta BIMSA, también empresa municipal, cuyo director técnico, Paco Alcañiz, ha adelantado esa fecha final, y ha asegurado que el 21 de diciembre el colector estará acabado y preparado para acoger el agua que su homólogo del XIX no pueda asumir. La obra, ha explicado Alcañiz, es técnicamente sencilla, más allá de que suponga una afectación al tráfico en un punto muy frecuentado.

En estos momentos ya está hecho el cajón central del colector nuevo, el que va en paralelo al antiguo. Ahora la obra tiene que seguir por sus dos extremos. Hacia el sur, se el agua del colector se dirigirá a una gran cámara que está en el paseo de Sant Joan.

Para facilitar su paso, y evitar que se generen turbulencias, se hará lo que se conoce como labio de presa, una bajada de 10 metros de desnivel en curva hacia la derecha, del cajón de Diagonal a la cámara de Sant Joan. En el otro extremo del cajón, hacia la calle de Girona, se está trabajando en una cámara que distribuya el agua entre el colector ya existente y el desdoblado. Un tercer colector de tamaño más reducido ha sido replicado a unos metros de su emplazamiento original para dejar espacio al nuevo cajón.

Alcañiz ha explicado que la obra evitará inundaciones y supondrá mejoras para zonas del barrio de Gràcia -las calles de Milà i Fontanals, Bailén y Girona eran las más afectadas por esas inundaciones-, y en el Fort Pienc, en la parte de abajo del circuito.

El nuevo colector está preparado para episodios de precipitaciones de gran volumen, un fenómeno que por ahora solo se da una vez cada 10 años y que está vinculado con el cambio climático, por lo que el consistorio parte de la previsión de que podría producirse con mayor frecuencia en el futuro.

La Diagonal seguirá cortada

Alcañiz ha recordado que la Diagonal seguirá cortada, porque en cuanto se acabe la obra del colector empezará la ampliación del tranvía hasta Girona. El paseo de Sant Joan, en cambio, podrá recuperar la normalidad a final de año o principios de 2022. El nuevo colector de la Diagonal irá ganando tramos en dirección a Francesc Macià en función del tranvía. Las obras de prolongación hacia Girona deben iniciarse en otoño y concluir durante el tercer trimestre de 2023.

Además del de la Diagonal, el ayuntamiento afronta otras dos obras clave en el frente de los colectores, en el contexto del Plan Director Integral de Saneamiento de Barcelona (PDISBA): la ampliación del eje drenante de la calle de Vilà i Vilà, para acabar con inundaciones en el Raval, el Poble Sec y Sant Antoni, que ya está completada en dos de sus tres fases, y la construcción de un deposito de retención de agua pluvial en la avenida de Prim, todavía por iniciarse.