Estudio del Institut d’Estudis Regionals i Metropolitans

Las playas de la Barcelona metropolitana suman 10 millones de visitantes anuales que gastan 60 millones

Cada bañista gasta de media cinco euros en una jornada en la arena y el dinero acaba en la restauración, el comercio y el aparcamiento, principalmente

Playa de la Pineda de Castelldefels

Playa de la Pineda de Castelldefels / JORDI COTRINA

Toni Sust

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Las playas del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) son visitadas cada año por 10 millones de personas que generan un gasto, directo e indirecto, de casi 60 millones de euros durante la temporada de baño, es decir, de mayo a septiembre, en los municipios que las albergan. Estos son los datos principales que arroja un estudio encargado por el AMB al Institut d’Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona (IERMB): ‘El impacto socioeconómico de las playas metropolitanas’, presentado este viernes por Albert Gassull, director de Espacio Público del AMB; Elena Domene, jefa del área de Sostenibilidad Urbana del IERMB, y Vittorio Galletto, jefe de Economía Regional y Urbana del IERMB.

Las playas con más visitantes en verano son las que en el estudio se agrupan bajo el epígrafe AMB nord, Sant Adrià, Badalona y Mongat, y AMB sud ll, Gavà y Castelldefels. Las que presentan más densidad, es decir, más bañistas por metro cuadrado, son las del sur de Barcelona: la playa de la Barceloneta, la del Somorrostro, la de Sant Miquel y la de Sant Sebastià.

Alimentación, 35 millones

Un 89,5% de los visitantes de las playas metropolitanas son residentes en alguno de los 36 municipios que integran el Área Metropolitana. Según el estudio, la proximidad es el principal elemento que determina la elección de una playa como destino, algo que se da especialmente en el caso de las playas del sud de Barcelona, playas urbanas a las que uno puede acudir en transporte público. No es lo mismo poder ir en metro a la playa que tener que organizar un desplazamiento familiar más complejo. El segundo factor es la calidad medioambiental, algo que según el informe influye de forma especial en las visitas a las de Mongat, Badalona y Sant Adrià de Besós.

El informe detalla el impacto económico en cuanto a gasto y destino de los recursos. El sector de la alimentación se lleva cerca de 35 millones de los 60 millones totales. Una cantidad, la de los 35 millones, que se reparten restaurantes, quioscos de playa y supermercados. Cerca de 16 millones recaen en el comercio, y otros cinco en el aparcamiento y el transporte público. Espectáculos, museos, bibliotecas se llevan tres de los 60 millones de euros anuales.

Como ha explicado Galletto, por primera vez, el verano pasado se hizo una encuesta de gasto por persona en una jornada de playa. Se llegó a la conclusión de que la cantidad es de 4,9 euros por persona y día. Como base, se utilizó una semana de julio. La conclusión fue que el gasto en las playas es de 2,2 millones de euros por semana, un resultado, ha subrayado Galletto, que podría ser algo más elevado que la cifra real por la semana elegida.

La conclusión, según el técnico, es que el impacto directo del gasto en las playas es de 38,6 millones de euros, que de forma indirecta supondrían un gasto añadido de 20,5 millones, hasta sumar cerca de 60: 59,1 millones.

“Cuando alguien entra en un bar y paga 10 euros, ese es el impacto directo. Pero una parte de ese dinero servirá para comprar material, pagar a proveedores, que a su vez comprarán material a otros proveedores. El gasto inicial se va trasladando por varios sectores económicos y los efectos secundarios son el impacto indirecto”, ha explicado Galletto, que ha precisado que esa derivada se analizada mediante un modelo “clásico”, el de las tablas input-output.

Aparcamiento, compra de productos

El gasto en las playas es distinto y se determina, lógicamente, por las posibilidades que encuentra el bañista de gastarlo. Las que registran una aportación menor son las de El Prat y Viladecans, excepto en aparcamiento, porque hay menos oferta comercial. En esas dos playas, como en las de Sant Adrià, Badalona y Montgat, en lo que se gasta más es en aparcamiento.

En las de la parte norte de Barcelona el mayor gasto es en actividades de ocio y culturales y en las del sud de la ciudad encabeza la lista la compra de productos, tanto de playa como de otro tipo. En Gavà y Castelldefels, aparcamiento y actividades de ocio están en lo más alto de la lista.

Qué valor tiene una playa

El estudio del IERMB tiene una segunda pata a simple vista más compleja, que es la de concluir cuál es el valor de las playas, si bien en este caso no se han tenido en cuenta las de Barcelona ciudad, que se agregarán en futuros estudios. “¿Cómo valoras un espacio natural?”, se ha preguntado Elena Domene, que ha explicado que mediante el método del coste del viaje, que se utiliza para “dar valor a lo que no tiene valor de mercado”, se llega a una conclusión. Se analiza el coste de acudir a la playa y la gente que va.

“Cuanto más dinero gasta alguien en una playa y más tiempo pasa en ella, más la valora”, ha añadido Domene. Según el cálculo del informe, las playas del AMB, sin la Barcelona ciudad, tienen para un valor de uso de 27 euros por persona, lo que arroja un total de 121,7 millones de euros. Una valoración, ha recalcado la experta, similar a la de las playas de la Costa Brava.