Una residencia y varios hoteles se desdoblan como nido de artistas en Barcelona

Tras la tempestad sanitaria, económica y social se ha iniciado una calma, aún muy provisional, que también en Barcelona ha llevado a muchos profesionales a reinventarse y a muchos negocios a ampliar miras y potenciar más sus recursos hacia la llamada responsabilidad social. El turismo es uno de ellos, y más en concreto la hotelería. Estancias largas tipo apartamentos, ‘coworkings’ o más actividades para los barceloneses han sido algunas de sus nuevas cartas. Pero tampoco faltan otras iniciativas más singulares, apostando de pleno por la cultura, como la que propone la cadena Onix Hotels al desdoblarse como nido de artistas desde sus alojamientos.

Fuentes del grupo explican que con sus hoteles abiertos al 50% a la espera de la evolución de la pandemia, y el Unite Hostel de la Vila Olímpica aún cerrado, han comenzado a potenciar esa alianza creativa en su único establecimiento operativo de momento al cien por cien, que es su residencia de estudiantes, inaugurada en 2004 y muy arraigada en el ámbito universitario. Para añadirle un reclamo y a la vez apoyar el Plan de Derechos Culturales que presentó el ayuntamiento en primavera han apostado por introducir -como un ciclón- el arte en sus espacios, y a los artistas en sus habitaciones.

Se trata de un “proyecto pionero y singular por su enfoque integral, que combina el alojamiento y el apoyo a la creación, a través del impulso de intervenciones murales, residencias artísticas y exposiciones”, cuenta su directora de márketing, Laura Torrent. También se profundiza, agrega, en el trabajo comunitario, educativo, de reflexión y difusión del arte, al acercarla “al conjunto de la ciudadanía y a los clientes nacionales e internacionales de la cadena”, mediante ‘workshops’ con los autores, clases de muralismo u otros eventos que van más allá de las exposiciones.

Primer paso en la Sagrada Família

En el caso de la residencia de la calle de Sardenya, quieren que sea un polo de atracción cultural para sus jóvenes alojados, pero también para los barceloneses que visiten las obras creadas in situ o las exposiciones, talleres y demás iniciativas que se desarrollen en este edificio del barrio de la Sagrada Família o en sus otros establecimientos.

En concreto, la cadena está acogiendo a los artistas residentes de B-Murals, un centro especializado en arte urbano en el espacio cultural de la Nau Bostik en la Sagrera. El resultado de estas estancias artísticas se palpa en el espectacular mural que ya luce su azotea de la Residencia Onix. Su autor y primer invitado ha sido Julian Manzzelin, alias @chu_doma, artista argentino internacional que pintó el mural para los Youth Olympic Games en 2019 en su país, y que ahora debuta en la capital catalana dando vida al Roof Top en lo más alto del inmueble, donde ha pintado unos 200m2 de pared, e impartido un taller para los propios residentes y otros alumnos de diferentes universidades de diseño. Allí se ha alojado más de un mes para dar rienda suelta a su talento, con la colaboración de estudiantes de escuelas especializadas como la Massana.

El contrato de tres años firmado entre la cadena implicará que contar continuamente con un par de creadores vinculados con B-Murals alojados, que dejarán su sello (en murales o exposiciones temporales). El próximo reto son las columnas del enorme Unite Hostel, tan pronto levante la persiana. La lista de nombres propios será variada, desde talentos consagrados hasta incipientes.

Cualquiera puede acceder gratis a visitar las obras, aunque habrá que registrarsde desde su Instagram (@Residenciaonix, @Onix_hotelsbcn y @Unitehostelbcn).

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