BATALLA PERDIDA

Barcelona empieza la demolición de la Illa de les bugaderes de Horta pese a la oposición vecinal

El barrio llevaba meses en pie de guerra para evitar el derribo de tres casas rústicas de la conocida como ‘Illa de les bugaderes' y sus característicos huertos, de las que finalmente solo se salvará una

Las dos casas sentenciadas en la Baixada de Can Mateu no forman parte del famoso conjunto protegido de la calle de Aiguafreda, pero sí de la memoria de las clases populares del enclave 

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barcelona/documentacion Fotos 1-118358057.jpg / Laura Guerrero

Helena López

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Las casitas bajas con sus pozos de la calle de Aiguafreda, en Horta, son uno de aquellos rincones de 'la Barcelona escondida' millones de veces retratados, en el 'top ten' de todas las listas de lugares "auténticos" que no hay que perderse de la ciudad. Un enclave singular que, afortunadamente, está protegido. El problema viene cuando se abre un poco el foco. Las casas que lo rodean, que a ojos de los vecinos conforman el conjunto de la memoria del lugar, no lo están. Y, no solo no están protegidas, sino que llevaban tiempo sentenciadas y esta semana ha empezado la demolición de dos de ellas, pese a la tenaz campaña para evitarlo impulsada por los vecinos del barrio, quienes recogieron miles de firmas en su defensa.

El barrio entendía aquel espacio, conocido como 'illa de les bugaderes' como un todo; pero el consistorio, no, por lo que, pese a que el gobierno municipal sí ha modificado el plan inicial tras escuchar a los vecinos -finalmente conservarán una de las tres casas afectadas- no ha aceptado rehacerlo completamente y proteger el conjunto, ya desaparecido.

La defensa que el vecindario hacía de las casas próximas al conjunto de Aiguafreda, ya en plena demolición, no se centraba en el valor arquitectónico de las masías ni el ecológico de sus huertos, que también. Se trataba, trata, todavía, de una defensa emocional. Aquí se se hacen presentes los dos siglos en los que las mujeres de Horta se dejaron las manos y la espalda lavando la ropa de las familias adineradas de Barcelona en los lavaderos del barrio. Una reivindicación en la que se entremezcla la reivindicación de la memoria popular de las mujeres y la reivindicación identitaria de un oficio invisibilizado en la historiografía tradicional por su condición femenina, estrechamente ligado a este territorio durante los siglos XIX y primera mitad del XX (y cuya memoria fue recuperada años más tarde por sus hijas y nietas).

Oficios tradicionales

Cuando desde el Grup d'Estudis de la Vall d'Horta i la Muntanya Pelada El Pou hizo saltar las alarmas de que el proyecto de urbanización de la Baixada de Can Mateu, entre las calles Llobregós y Granollers, suponía la desaparición de esas tres masías, el barrio se activó y no solo mostró su rechazo al proyecto sino que presentó alternativas. Desde la asociación de vecinos señalaban que la zona está rodeada de colegios y "los huertos podían usarse para proyectos educativos vinculados a la historia de Horta y las tres casas afectadas a explicar los oficios tradicionales vinculados al territorio",  señalaban.

Pese a que las excavadoras ya están trabajando en el lugar, fuentes municipales consideran que desde el ayuntamiento "se ha sido sensible a las demandas de las entidades", por lo finalmente han indultado una de las tres construcciones, que ahora se procederá a catalogar como edificio de interés patrimonial.