Sector clave

Un libro recoge las vivencias del comercio barcelonés en pandemia

'Comerç de Barcelona, sempre a prop' ofrece testimonios de los afectados y relata el importante papel de las tiendas de proximidad a lo largo de la crisis sanitaria, así como sus nuevos retos de recuperación

Clientes en un comercio de Barcelona.

Clientes en un comercio de Barcelona. / MANU MITRU

Patricia Castán

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Cuando Carlos Frasno, propietario del pequeño súper Los Maños en el barrio del Clot, evoca el inicio de la crisis del coronavirus, le vienen a la cabeza las colas silenciosas de clientes a las puertas de su negocio. Ese miedo mudo aún le hiere, como la imagen de sus estanterías vacías como si se acercase el fin del mundo, hasta el punto de tener que cerrar una tarde por semana para limpiar a fondo y reponer género. No olvida tampoco el esfuerzo radical que supuso atender las comandas de compradores fieles por teléfono, a domicilio y con días de retraso por no dar abasto. Como él, otros vendedores y representantes del comercio de barrio desgranan con sus testimonios en el libro 'Comerç de Barcelona, sempre a prop' lo vivido por el sector desde esa trinchera que eran los mostradores de la ciudad.

Numerosas voces de los establecimientos activos durante la pandemia hablan de momentos de desconcierto, angustia o ignorancia ante una crisis sin precedentes. Carme Montemar, titular de Molsa, de alimentación, fruta y verduras en el barrio del Congrés, alude al "desasosiego" de empezar a despachar durante el confinamiento "sin mascarilla" hasta que un cliente le proporcionó una. Pudo así estar al pie del cañón, en un momento en que tener una tienda cerca de casa era tan importante como contar con el suministro de luz o agua, explica el autor del volumen editado por el área de Comercio del Ayuntamiento de Barcelona, el periodista Rafael Pradas.

Todos a una

Para arrojar algo de luz, algunos representantes del comercio se tuvieron que convertir en «intérpretes del BOE». Jesús Mir, dinamizador de Sant Genís dels Agudells, recuerda que durante el confinamiento inicial trabajaron sin tregua para apoyar, informar y reconducir los momentos de confusión. La farmacéutica de Gràcia Adela García pone en valor el papel de estos establecimientos para brindar apoyo y servicio a domicilio de las personas mayores, amén de estar en primera línea de fuego; para Neus Sala, de la tintorería Net i Polit de Sant Andreu, la dificultad añadida era económica, con toda una clientela que dejaba de necesitar trajes a punto, o con los restaurantes cerrados y sin manteles que limpiar.

En la presentación del libro este lunes, Pradas ha defendido el doble papel del comercio de proximidad de Barcelona en su doble acepción, tanto por la cercanía de los domicilios, como por el calor del trato y "asesoramiento personal". Algo que no permite internet, pese al indudable despegue de la compra online durante la crisis.

En este sentido, la concejala de Comercio, Montse Ballarín, ha destacado que la pandemia ha traído colateralmente una aceleración del proceso de digitalización, donde el consistorio ha facilitado ayudas económicas. También ha significado una mayor "conexión con los vecinos" y una clara voluntad de "sumar" para salir adelante. Para el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, las tiendas de la ciudad no solo suponen riqueza económica y empleo, sino que estructuran a las comunidades y son "base de convivencia".

La obra repasa también los retos de la vuelta a la normalidad en el sector, los efectos de la caída del turismo para comercio y restauración y las esperanzas de todos de salir adelante pese al sinfín de persianas aún bajadas.

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