Nuevo sistema puerta a puerta

BCN cifra en un 76% el reciclaje en Sant Andreu y acepta flexibilizar la recogida

La oposición reclama más diálogo con los vecinos al gobierno de Colau, que se compromete a encontrar soluciones ante la profusión de quejas

Barcelona 25.05.2021. nueva recogida de basuras puerta a puerta en el barrio de Sant Andreu. En  la imagen, bolsas de basuras tiradas en la calle Socrates. Foto Laura Guerrero

Barcelona 25.05.2021. nueva recogida de basuras puerta a puerta en el barrio de Sant Andreu. En la imagen, bolsas de basuras tiradas en la calle Socrates. Foto Laura Guerrero / Laura Guerrero

Toni Sust

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Las quejas vecinales que ha desatado la puesta en marcha del sistema de recogida de basura puerta a puerta en Sant Andreu del Palomar han dado pie este martes a un debate sobre la cuestión en la comisión de Ecología del ayuntamiento. Un debate sobre la basura más limpio de lo esperado. La oposición ha centrado sus críticas en la falta de diálogo, en la necesidad de ofrecer más información a los ciudadanos que de golpe han visto como se les reclamaba pasar de depositar la basura en un contenedor a hacerlo de forma separada, por días, en función del residuo. El resultado visual ha sido demoledor: mucha basura en la calle.

El concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, ha comparecido para dar cuenta del proceso. De entrada, se ha centrado en el lado bueno del asunto. En Sant Andreu el porcentaje de recogida selectiva era del 37% y en la primera semana del puerta a puerta subió a un 65%; en la segunda, a un 70%, y ahora está en un 76%, En Barcelona, el porcentaje global es del 38,8%, cuando según los criterios de la debería haber alcanzado un 50% hace un año. La recogida puerta a puerta cuenta con un 79% de participación en Sant Andreu, ha relatado. Con el sistema de contenedores, ha recordado, se alcanzó un 40%, un porcentaje que quedó allí congelado, que dejó de incrementarse. Con el puerta a puerta se ha llegado a un 58% en Sarrià.

Poniéndose la vena antes de la herida, Badia ha entonado a continuación un discurso lleno de complicidad con las quejas de la oposición, que en general no ha criticado el sistema sino su aplicación. Badia comparecía a petición de Junts, el grupo más crítico con la gestión de este asunto, y se habían presentado dos iniciativas sobre el tema: una del PP abogando por suspender el puerta a puerta temporalmente, que no ha prosperado, al recibir el no de Barcelona en Comú, el PSC y ERC, y otra de ERC que solicitaba incrementar la información a los vecinos y aceptar la posibilidad de flexibilizar los horarios de recogida en algunas zonas, aprobada con el apoyo de todos los grupos menos Ciutadans, que se ha abstenido. En la actualidad, la fracción orgánica se recoge tres veces por semana, los residuos reciclables, dos, y el papel y el cartón y el resto, una vez a la semana.

Diálogo y cambios

Badia ha recordado que el sistema ya está vigente en 235 municipios catalanes, que suman a 600.000 vecinos. Municipios, ha admitido, que no pueden compararse con Barcelona, pero, ha precisado, sí con Sant Andreu. Haciendo balance de las tres semanas de aplicación del nuevo sistema en Sant Andreu, el concejal ha subrayado que el proceso es “complejo” y que implica un cambio de hábitos significativos. Ha cifrado en 170 las bolsas de basura que se depositan de forma errónea por parte de gente que quiere aplicar el puerta a puerta y en unas 100 las que simplemente se abandonan en la calle.

“Hay muchos elementos que vamos detectando y mejorando”, ha dicho. Entre los problemas que se han dado ha citado la necesidad de ofrecer más información sobre el miedo a plagas, los conflictos con los horarios de algunos vecinos, el paso de camiones por calles estrechas (en octubre habrá camiones nuevos, ha subrayado), la afectación potencial que puede suponer para los invidentes la colocación de los residuos: “Queremos mejorar la comunicación, con encuentros de carácter más abierto a los vecinos. Seguramente nos ha faltado un encuentro presencial”.

Volver al pasado

Por Junts, Francina Vila ha subrayado que existe una “sensación de falta de diálogo”, ha pedido revertir los efectos negativos del nuevo sistema y ha advertido: “No tienen derecho a devolver la ciudad al pasado”. El concejal de ERC Max Zañartu también ha denunciado falta de diálogo, pese a admitir: “El modelo nos gusta, pero es necesaria más mano izquierda, más empatía”. Algo que su propuesta defendía. “Habrá que redoblar la limpieza y la desinfección”, ha añadido.

Por Ciutadans, Celestino Corbacho ha considerado que el cambio en la recogida es inevitable, pero ha criticado “la gobernación de cómo se ha organizado el modelo”. En su opinión, el puerta a puerta tiene que convivir con los contenedores: “Que no sea tan potente la sustitución”. El concejal del PP Óscar Ramírez ha apostado por paralizar la puesta en marcha, pensando en que el verano, con el calor, es un periodo especialmente sensible en lo que atañe a los residuos. Y ha recordado que en octubre llega la segunda fase del puerta a puerta en Sant Andreu: “Será peor que ahora”. “Lo que puede funcionar en Sarrià puede no funcionar en Sant Andreu. Quizá debió hacerse de forma más progresiva”, ha advertido Ramírez.

Un Manuel Valls conciliador ha considerado que pese que el esfuerzo en reciclar más es imprescindible quizá se ha ido demasiado rápido y con menos información de la necesaria: “No se puede correr en busca del titular”. Valls ha citado un punto innovador del sistema: en Sant Andreu hay bolsas con un chip que identifica al usuario, algo que no se aplica en Sarrià. La concejala no adscrita Marilén Barceló ha denunciado: “La improvisación ha generado malestar. Hay que improvisar un poco menos”.