Marion Sánchez: "Barcelona podría ser líder en sostenibilidad"

Marion Sánchez, 41 años, nació y creció en Perpiñán, Francia. Junto a su marido, ha vivido en París, Nueva York, Washington DC y Dubái. Al ser de Perpiñán, siempre ha tenido presente a Barcelona y la crisis del covid-19 aceleró su traslado a la ciudad, donde aterrizó con su marido y sus tres hijos a principios de año. Marion ha trabajado en asuntos públicos (Banco Central y Fondo Monetario Internacional) durante más de 15 años como gestora y asesora. Decidió orientar su trayectoria profesional hacia el sector del impacto en las inversiones y, gracias al 'networking' de Barcelona Global, se incorporó rápidamente a la Fundación Ship2B.

 ¿Por qué escogió Barcelona? Elegimos Barcelona esencialmente por razones familiares. Después de varios años de desplazamientos al extranjero, queríamos asentarnos con nuestros hijos y darles estabilidad, al menos hasta el final del instituto. Al ser los dos de Perpiñán, Barcelona era un buen lugar para evolucionar como familia, ya que proporciona tanto la increíble calidad de vida de la que disfrutábamos cuando éramos niños como una ciudad internacional y un centro económico. 

¿Qué aspectos de la ciudad destacaría como positivos? Más allá de la calidad de vida ligada a la ubicación de Barcelona, me gusta la energía de la ciudad. Es vibrante tanto a nivel social como cultural y profesional. Además, tanto la comunidad internacional como la local nos han acogido muy bien. Aprecio mucho este dinamismo, la multiculturalidad y el fácil acceso a la gente.

¿Qué aspectos de la ciudad deben mejorar? Considero que los procesos administrativos son más engorrosos que en otros lugares, en especial la parte técnica. Como el uso del inglés no está muy extendido entre los servicios tanto públicos como privados, los trámites pueden ser realmente lentos y agotadores. También -aunque en este aspecto tenemos una experiencia más limitada-, los salarios no parecen ajustarse a la evolución del coste de vida.

¿Cuáles son los puntos fuertes de la ciudad que le permitirán superar la crisis del covid-19? La situación de Barcelona (montaña, mar, sol) debería tener aún más valor con esta crisis, en un momento en el que la gente tiene más en cuenta su calidad de vida. Además, el nivel de las infraestructuras clave (sanidad, transporte, educación) han ayudado y deberían seguir ayudando a la ciudad a superar la crisis.

¿A qué retos cree que se enfrentará la ciudad una vez que la emergencia sanitaria haya remitido? Los retos económicos que ya están ahí se harán todavía más evidentes, siendo las desigualdades exacerbadas un tema preocupante. Sería clave una rápida estrategia público-privada para acelerar la transformación de Barcelona en un 'hub' de negocios y conocimiento.

¿Qué espera de Barcelona en los próximos años? Creo que Barcelona podría ser una ciudad líder en sostenibilidad. Su situación la hace especialmente vulnerable a los problemas del cambio climático (subida de las aguas, incendios forestales). Esto debería aumentar la voluntad de los agentes públicos y privados de estar a la vanguardia de la preservación del medio ambiente y de innovar.

¿Cuál siente que es tu ciudad? ¿Qué es lo que más echa de menos? Es una pregunta difícil. Tengo que reconocer que me he sentido bien en Estados Unidos, tanto en Nueva York como en Washington, pero cuando miras atrás siempre es fácil recordar las buenas sensaciones. Y creo que las cosas que me gustaban en EEUU (la energía y el aire libre), las encuentro en Barcelona, estando al mismo tiempo más cerca de mis raíces. ¡Así que Barcelona parece una buena candidata!