EN LAS RONDAS DE BARCELONA

Los transportistas convocan una marcha lenta el lunes contra la zona de bajas emisiones

El sector pide una moratoria para que los vehículos de reparto más contaminantes puedan seguir entrando en la ciudad y reclaman más plazas para carga y descarga

transportista zona bajas emisiones

transportista zona bajas emisiones / Ferran Nadeu

Carlos Márquez Daniel

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Los transportistas han tenido un tiempo de gracia, pero la zona de bajas emisiones (ZBE) es inclemente y ahora les toca a ellos adaptarse a las estrecheces que impone la lucha de Barcelona contra la crisis climática. O lo que es lo mismo, las furgonetas más contaminantes ya no pueden circular dentro del perímetro de las rondas desde finales de marzo, y cuando termine junio será el turno de los vehículos más pesados. El gremio no está de acuerdo, y al considerarse servicio esencial como lo es el transporte público, reclama una nueva moratoria como mínimo hasta diciembre. En señal de protesta, los repartidores están convocados el lunes a una marcha lenta a las nueve de la mañana con inicio en la calle A de la Zona Franca y que transcurrirá, hasta la una del mediodía, por las rondas de la capital catalana. Si al taxi le salen bien este tipo de movilizaciones, ¿por qué a ellos no?

Carlos Folchi es el secretario general de la Asociación General de Autónomos-Pimes Tranportistas de Catalunya (AGTC). En conversación con este diario, denuncia "la persecución continua y progresiva" a la que considera que su colectivo ha sido sometido en los últimos años, no solo en lo que hace referencia a la ZBE, también por la "reducción sistemática de plazas de carga y descarga" dentro de Barcelona. En la última década, según datos del consistorio, han perdido un 30% de los huecos para poder estacionar y repartir mercancía en condiciones, lo que ha provocado, tal y como puso de manifiesto el RACC en un estudio presentado el miércoles, que uno de cada tres haya sido sancionado por la Guardia Urbana por dejar la furgoneta donde no toca, sobre todo en doble fila, pasos de peatones o con dos ruedas sobre la acera.

Compromisos

Folchi recuerda que la calle "es el espacio natural de los repartidores", y que guillotinarlo no es la solución "porque los productos tienen que llegar de algún modo a los comercios, negocios y restaurantes". Asegura que las reuniones con el Ayuntamiento de Barcelona han sido infructuosas (se ha intentado, dice, hasta última hora) y lamenta las molestias que puedan ocasionar el lunes con una manifestación que, tomando como referencia las que hizo el taxi en el pasado también por las rondas, promete una jornada de tráfico muy complicado. "Tenemos la sensación de que nos quieren echar", resume. La convocatoria la respaldan siete asociaciones distintas y sus reivindicaciones se concentran en cinco puntos: seguridad jurídica que garantice su actividad, ayudas económicas para substituir el vehículo, un plan de reconversión de los vehículos existentes, una mesa de diálogo y el cumplimiento de todos los compromisos.

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