El Arzobispado de BCN anula el columbario que indignó a vecinos de Sant Andreu

Las quejas de vecinos de las calles de Pardo y de Can Ros, en el barrio del Congrés, en Sant Andreu, han tenido efecto. A finales de marzo, denunciaron que la parroquia de Sant Pius X había instalado un columbario en una zona al aire libre que separa la iglesia de los inmuebles donde residen. No veían con buenos ojos tener tan cerca a los restos de los difuntos. Tampoco estaban encantados con que el espacio se convirtiera en un lógico destino para los allegados que se acercaran a tener un recuerdo para los suyos.

El Arzobispado de Barcelona ha tomado cartas en el asunto y ha optado por anular la instalación. Las urnas se instalarán en una sala interior de los espacios parroquiales de Sant Pius X, ya que en la iglesia no está permitido colocarlos.

La discrepancia

Los vecinos querían el columbario fuera de allí desde que se toparon con él, sin previo aviso. El mosén de la parroquia tomó la decisión de instalarlo y no entendió el rechazo suscitado en vecinos de los números 7 y 9 de la calle de Pardo y 18, 20 y 22 de la calle de Ros. En declaraciones a este diario, denunció “hostigamiento”, ante los papeles contra el columbario que los discrepantes colocaron y que alguno fue incluso a arrojar ante la puerta de la iglesia un domingo por la mañana.

Ante las denuncias de las comunidades afectadas, el distrito de Sant Andreu instó a detener la instalación. El arzobispado considera “comprensible” y “coherente” la reacción de los vecinos. Lo afirma el delegado de Pastoral Sacramental y director de la comisión de Patrimonio y Arte Litúrgico de la diócesis de Barcelona, Joan Obach.

25 columbarios en la ciudad

Relata Obach que en Barcelona hay 25 columbarios en un total de 210 parroquias, es decir, cerca del 10% del total tienen uno. “No hay peticiones excesivas”, agrega. No es un fenómeno muy al alza. Se pueden tener en las parroquias desde que lo permite un decreto de la Santa Sede de 2016. Obach le ve sentido ante la constatación de que mucha gente guarda urnas con cenizas en casa, “pasan los años, se mueren los familiares, se pierden las referencias”. En el caso de Congrés, afirma “ha faltado pedagogía”.

Aunque la comparación no es del todo estricta, la opción del columbario tiene algo de aquel pasado de los cementerios parroquiales, cuando los vecinos lloraban a sus muertos cerca de casa. Por razones de lógica y de crecimiento de la ciudad, Barcelona acabó apostando por cementerios más grandes, como el de Poblenou y, después, Montjuïc.