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Columpios con vistas en Barcelona

Por la montaña ahora circulan 'influencers' más motivados que Rocky subiendo escaleras. Lo que se lleva en redes es posar a lo Heidi

Un padre y una hija han empezado a colgar por Collserola columpios panorámicos. Aceptan sugerencias vía Instagram

Barcelona 22 03 2021 Un padre y su hija hacen columpios y los cuelgan por Barcelona   En la imagen  Julia  en el primer columpio que instalaron en el barrio de Canyelles  Foto Laura Guerrero

Barcelona 22 03 2021 Un padre y su hija hacen columpios y los cuelgan por Barcelona En la imagen Julia en el primer columpio que instalaron en el barrio de Canyelles Foto Laura Guerrero / Laura Guerrero

Ana Sánchez

Ana Sánchez

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Ahí estás, caminando por la montaña con tus zapatillas de Zara y tu mejor 'look' de postureo. Por este camino de tierra circulan 'influencers' más motivados que Rocky subiendo escaleras. Mirador de Horta. Dejas atrás el párking, cruzas la carretera, descubres un camino con deje de Sherlock Holmes. Este es. “El Forat del Vent”, se lee. Es el mismo cartel que se avista por TikTok. Te adentras en la maleza con cara de Dora la exploradora. No hay carteles, pero a poco que te quedes parado aparecerá algún urbanita con pinta de seguir un mapa del tesoro. Cinco minutos, no se tarda más, y ahí está. La estampa te dejaría sin aliento si te quedara algo. La cuesta es corta, pero resbaladiza. De camino casi se te caen encima tres asiáticas. Pero merece la pena. Creerás que es una alucinación. Como cuando ves un oasis en el desierto o a Toni Cantó en las listas de Ayuso. Un columpio con vistas.

Te enseñamos cómo llegar al columpio del mirador de Horta

Te enseñamos cómo llegar al columpio del mirador de Horta.  /

No había tanta expectación por un columpio desde los tiempos de Heidi. Es ya un secreto a voces. El nuevo lugar de peregrinaje de 'tiktokers', 'instagrammers' y demás especímenes fotogénicos de redes sociales. “El columpio de Barcelona”, lo rebautizaron hace tiempo en internet. En realidad hay dos a la redonda. Hace años que aparecen y desaparecen de estos pinos. Pero una 'influencer' colgó hace poco un vídeo en TikTok y se ha viralizado el hormigueo de montañeros con móvil. Las restricciones ayudan. “Ya no se puede salir de fiesta y esto es la alternativa”, se encogen de hombros tres veinteañeras 'instagrammers' con vistas al atardecer. “Hay que hacer planes así, no queda otra”, asienten otras dos amigas entre postureo y postureo. “Es el nuevo chill”.

MacGyvers anónimos

“Compartamos entre todos el placer de columpiarse con Barcelona a nuestros pies!”. Lo promete una nueva cuenta de Instagram: @gronxadorsbcn. Se estrenó hace menos de un mes, justo el día en el que apareció otro columpio con vistas a las fachadas de colores del barrio de Canyelles. No, los de Horta no son los únicos balancines panorámicos que campan por los árboles. Al menos hay otros dos que, de momento, pasan más inadvertidos que la identidad de M punto Rajoy. 

“Es el juego de descubrirlos –anima Júlia-. Poder encontrar un columpio en medio de la montaña”. Detrás de @gronxadorsbcn hay un padre y una hija con sonrisa altruista. Xavi y Júlia. Ella es maestra, él está jubilado. “Es un manitas”, da fe la joven. “Siempre tiene cosas, maderas… Y un día, de broma, le dije: ‘Esto serviría para un columpio’”. No estaban pensando en colgar uno nuevo, sino en arreglar el de Horta. Júlia ya lo conocía. “Es un palo pequeñito, es difícil subirse”.

Así que metieron en el maletero cuerdas, cinta, la madera, y enfilaron hacia el mirador. “Había mucha gente, demasiada”, resopla Xavi. “Nos dio vergüenza decir: ‘Vamos a arreglar el columpio’”, cuenta Júlia. Y cambiaron de plan: “Bah, pues vamos a ponerlo en otro sitio y añadimos uno más a la ciudad”. Júlia grabó en la madera el nombre de la cuenta de Instagram. Xavi lo barnizó. Y ahí continúa. 

Júlia se balancea en su columpio de Canyelles.

Júlia se balancea en su columpio de Canyelles. / Laura Guerrero

Su idea es seguir: colgar más columpios por Barcelona y arreglar los que vean en mal estado. ¿Por qué? Padre e hija se encogen de hombros. “Para que otra gente pueda tener esta misma sensación que tanto placer nos da a nosotros”, responde Júlia. “Olvidarnos un poco de todas las cosas que llevamos como adultos en la cabeza –detalla-. Te olvidas de todo, te concentras en ti, en el placer del movimiento, y nada más. Que es la sensación de un niño cuando se columpia. Lo hace por el placer del balanceo y ya está. Sin postureos, ni fotos, ni Instagrams”, se ríe.

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Pistas para descubrirlos

Ellos no desvelan la localización exacta de los columpios. Dan pistas. “Por esa sensación del placer de encontrarlo tú –justifica Júlia-. Ya sea espontáneamente, si paseas por la montaña por casualidad por esa zona, o porque te han dicho que está por ahí. Pero búscalo, ¿no? Te fijas más en la zona, te fijas más en las vistas”. Como una búsqueda del tesoro. “Exacto”.

Aquí empieza el camino que lleva al primer columpio de @gronxadorsbcn.

Aquí empieza el camino que lleva al primer columpio de @gronxadorsbcn. /

Pistas: si vas dirección Canyelles, tras cruzar una gran rotonda, descubrirás el principio del camino junto a una curva pronunciada de la carretera. Hay una flecha pintada en una roca. Y, muy cerca, un cartel intimidante. “Dejad, todos los que aquí entráis, toda esperanza”. Ni caso. Camina cinco minutos y vete rebuscando entre los pinos de la derecha. 

Seguramente te lo encuentres impoluto. Xavi suele venir cada dos semanas a revisar la construcción y a limpiar un poco la zona. “La idea es hacerlos y mantenerlos”, dice sin darse importancia. “Y pedir a la gente que suba que mantenga la zona limpia”, añade la hija. “Son valores que para nosotros son importantes: compartir, disfrutar de pequeños placeres y cuidar nuestro entorno”.

Nuevo columpio tras Semana Santa

Habrá un nuevo columpio que descubrir después de Semana Santa, adelantan. En este “se verá el Maresme”. Aceptan sugerencias. “Si encuentras un lugar donde te gustaría columpiarte –animan-, dínoslo y vemos a ver si podemos colgarlo”. A raíz de Instagram, un centro de escalada les ha regalado cuerda antigua. “Que no sirve para escalar, pero sí para un columpio”, explica Júlia. “Y conseguimos madera de una casa de construcción que tiene muchos palets para tirar”, añade Xavi. Sus columpios sostenibles también se preocupan de no dañar los árboles. “La rama en la que los hemos puesto está totalmente muerta –apunta Xavi-. Es gruesa, aguanta, pero no tiene ramificaciones”.

Columpio escondido en el Turó del Carmel con vistas al Park Güell.

Columpio escondido en el Turó del Carmel con vistas al Park Güell. / Ana Sánchez

No son los únicos MacGyvers anónimos que montan columpios en mitad de la nada. Los de Horta llevan años apareciendo y desapareciendo. Ahora son dos palos. Hace apenas un mes, colgaba un soporte de madera más cómodo. Si subes a la cima del Turó del Carmel y rebuscas con mirada de Goonie, quizá te topes con un columpio con aura de cuento de hadas y vistas al Park Güell. El más íntimo. “Yo lo encontré corriendo”, confiesa Jaime saliendo de la maleza. Una pista: si ves este cactus enorme es que andas cerca. 

Muy cerca de este cactus está el columpio con vistas al Park Güell.

Muy cerca de este cactus está el columpio con vistas al Park Güell. /

“Das un paseo por el monte y como premio tienes esto”

“Das un paseo por el monte y como premio tienes esto”. Roosevelth y su hija acaban de encontrar el segundo columpio de Horta. No hay que irse al quinto pino. Es el segundo que te encuentras siguiendo el camino. No hay tanta gente, pero está más alto. Es más difícil subir y solo pende de una cuerda. Eso significa que se pueden ver 'influencers' haciendo piruetas por un buen 'post'. ¿Todo vale por una foto? Raquel, la 'instagramer' que ahora se pelea con el columpio, se ríe pero asiente: “Menos la muerte”.

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