El sector prepara protestas

Los taxistas harán una marcha lenta el jueves contra el retorno de Uber a BCN

La empresa no dispone aún del permiso del Instituto Metropolitano del Taxi, que todavía no ha aprobado su propuesta de tarifa de precio cerrado

Uber ha llegado un acuerdo con la 'start up' Social Car para poder alquilar coches particulares a través de su aplicación

La empresa empieza a operar en la capital catalana a pesar de que la Administración le advierte de que aún no tiene los papeles en regla

Protesta de taxistas contra Uber en la estación de Sants de Barcelona

Protesta de taxistas contra Uber en la estación de Sants de Barcelona. /

Carlos Márquez Daniel

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Lo anunció hace cuatro meses y este martes ya es una realidad: Uber vuelve a operar en Barcelona. Pero ya no lo hace a través de licencias VTC (alquiler de vehículos con conductor) sino con servicios de taxi y de alquiler de vehículos particulares, lo que ha puesto en pie de guerra a los taxistas del área metropolitana, que este martes han anunciado una marcha lenta para el próximo jueves a las 09:00 horas para protestar contra el regreso de Uber a la ciudad. La manifestación, sin embargo, tiene un detalle que la hace distinta a las demás: la Administración les la razón al recordar que la compañía "no cumple los requisitos legales" para volver a la capital catalana.

Uber, ante la imposibilidad de echar mano de las VTC (se marchó en febrero del 2019 tras la aprobación de un decreto del Govern que hacía imposible su supervivencia, entre otras cosas, por la obligación a precontratar sus servicios con 15 minutos de antelación), asegura que ha alcanzado un acuerdo con 350 taxis para ofrecer sus servicios. "Con la idea -sostiene un portavoz- de que cada vez más taxistas confien en Uber para ampliar el servicio". De momento, sin embargo, trabajar con esta multinacional puede acarrear un problema serio, pues el Instituto Metropolitano del Taxi (IMT) ha recordado este martes que la empresa "tiene pendientes dos temas claves relacionados con la garantía de la transparencia de la tarifa al usuario".

Con taxímetro

Eso, tal y como señaló la semana pasada a este diario la gerente del IMT, María Teresa Carrillo, implica que Uber no tiene permiso para deplegar su 'app' en Barcelona. ¿En qué puede traducirse eso? Tal y como indica el ente público, "los taxistas que operen con la aplicación no adaptada se les abrirá una expediente informativo que puede derivar en una sanción". El problema es la propuesta de precio único (T3), que todavía no ha pasado la prueba del algodón. Según la Administración, esta tarifa es obligatoria para todas las aplicaciones móvil que ofrezcan el servicio del taxi. Un portavoz de Uber, en cambio, asegura que todo se está haciendo conforme a la ley: “Nuestro servicio de intermediación de taxis en Barcelona es completamente legal, como dice el decreto 314/2016 de la Generalitat, que establece claramente que para operar un servicio con taxímetro en Barcelona es necesaria una notificación previa, y no una autorización del AMB”. Al final de cada carrera, el taxista introducirá el precio del viaje en la 'app', momento en el que el viajero podrá efectuar el pago, también, a través del teléfono.

Según ha informado la empresa en un comunicado, además de taxi, Uber ofrece los servicios de la empresa Social Car, especializada en el alquiler de coches particulares. La 'app' de Uber también incorpora información sobre el transporte público en el área metropolitana, con información en tiempo real, según reza en el comunicado, del estado del metro, autobuses y Ferrocarrils de la Generalitat. Barcelona es la quinta ciudad europea en incorporar este servicio después de Londres, París, Roma y Lisboa.

Marcha hasta el Parlament

En una asamblea organizada en los alrededores de la estación de Sants, Élite Taxi ha acordado organizar una marcha lenta el jueves que comenzará en la plaza de Espanya, transcurrirá por Gran Via, pasará por la sede de la patronal Foment del Treball y acabará frente al Parlament. “Exigimos a todos los partidos políticos que se posicionen a favor del taxi y de las instituciones”, ha declarado el portavoz de la asociación, Tito Álvarez.

El sindicato ha tachado de “traidores” a los taxistas que sostienen la oferta de Uber y ha incitado a denunciarlos para “que todo el mundo los conozca”. “Violar el régimen tarifario comporta multas de 2.000 euros y la retirada de la licencia”, ha añadido Álvarez. El sindicato ha dado 24 horas al IMET para que se posicione. “A nosotros nos da igual cómo entren en la ciudad. Si Uber opera en Barcelona habrá guerra y no va a parar”, ha concluido Álvarez.